Más misterios [Elena]

Estaba de camino hacia el grill, pues quería saber como se encontraba Matt tras el accidente, y ahora que ya controlaba algo, me dirigía a paso lento y tranquilo, aunque mi mirada estaba triste, me costaba aceptar mi nueva condición, no sé como Caroline lo había logrado con tanta rapidez. Llegué y empujé la puerta y entré. Tenía que acostumbrarme a mis sentidos agudizados, pues ahora todo se intensificaba.

Miré alrededor y vi que Matt no estaba allí, le pregunté a un camarero, y me dijo que estaba en casa, le habían dado el día libre. Me disponía a marcharme cuando capté otro olor conocido, era aquel brujo de aquella vez, James. Me miraba curioso y al mismo tiempo espantado, odiaba que me tuvieran miedo, pues yo no iba a hacer nada malo.

Fui hacia su mesa, y por el camino, pedí al camarero una coca cola zero. Me senté en la silla. -Hola James, hacía tiempo que no nos veíamos, y por tu mirada veo que sabes que he dejado de ser humana, puedes preguntarme lo que sea, te responderé a todo lo que sepa. No te haré nada malo. No soy así.-le dije con una sonrisa de lado.

Me mordí el labio inferior, realmente estaba bastante nerviosa, me mordía el labio inferior y miraba al hechicero. La verdad es que yo me sentía tan confusa como él debería sentirse en estos momentos. Le di un trago a mi cocacola.

-Pues ya somos dos los que no sabemos qué decir James.-dije con una sonrisa lastimosa. Cogí una servilleta y me puse a doblarla, realmente no sabía como enfrontar mi nueva situación, mi nueva vida. Escuché la pregunta de James y sonreí nuevamente. -Verás es algo gracioso, y sobretodo es inesperado, muy inesperado. Matt trataba de salvarme escapando de la ciudad, y bueno, Rebekah, la hermana de Klaus provocó un accidente y el coche acabó en el lago.-hice una pausa y tomé aire. Debía continuar con mi estúpida historia. Pero no tenía ganas la verdad.

-En el lago el agua empezó a llenar el coche, nos estábamos ahogando, Matt ya ni si quiera estaba consciente y entonces, Stefan apareció y venía a sacarme, pero yo me negué y le pedí que sacara a Matt, entonces yo morí. Y unas horas después me desperté en el hospital, había muerto y ahora soy lo que soy debido a que la doctora Fell, me inyectó sangre vampírica cuando me desmayé, pues el golpe que recibí en la cabeza me dejó graves secuelas. Así es como soy vampira ahora.-dije mientras cogía el vaso y le daba un nuevo trago a la cocacola.

Escuché lo que dijo de torturar a Rebekah, y no pude evitar reír. -La verdad es que entiendo lo que hizo, estaba preocupada por ella, y sus hermanos, por lo que matarme era lo único que podría acabar con Alaric cazador, pero doy gracias a lo que pasó ya que se le dio la oportunidad a Bonnie de traer de vuelta a Ric, nuestro Ric.-dije mientras le miraba a los ojos.

Di nuevamente un sorbo a mi coca cola antes de responder a su nueva pregunta. -Bueno, pues no sé, la verdad es que ahora veo todo mejor, antes era como si hubiera una cortina de humo o algo no sé, es todo más agudizado, escucho sonidos que antes eran imposibles. Puedo correr a una velocidad increíble, digamos que esos son los puntos positivos.-dije, hice una pausa, pues ahora venía lo malo.

-Pero no todo es color de rosa, pues al intensificarse mis sentimientos, cuando siento furia, me puedo volver incontrolable, ataqué a Alek, con eso ya te digo todo James. La sed es algo bastante duro, yo bueno, trato de alimentarme de animales como hace Stefan.-dije pensativa.

Realmente ahora estaba preocupada por otra cosa, notaba en mí un sentimiento que era de algo inesperado. -James... ¿crees que ahora todo volverá a la tranquilidad? es que siento algo que es como que no estoy segura.-dije seria.

Escuché a James, que Alek estaba con él y estaba bien, menos mal pues nuestro encuentro no había sido perfecto exactamente. No quería llorar pero estaba apunto de ello pues no me sentía bien del todo, nunca puedes sentirte bien tras tratar de matar a tu mejor amigo.

-James intenté matar a Alek, eso fue horrible no fue algo de mí, era como si no fuera yo, me sentía fuera de mis cabales, era una persona distinta que no dudaba en desgarrar su garganta ni un instante, tuve tanto miedo después...-me sinceré. James no era muy allegado a mí, pero igualmente era un gran amigo.

Miré a James y tendí mi mano sobre la suya con una gran sonrisa dibujada en mis labios. Después de todo ahora Klaus había muerto y eso era algo que era tan estupendo y genial. -James anda, no hablemos solamente de mí la verdad ya me aburre ser el centro de atención, anda.-dije riendo un poco para ocultar mis penas.

Miré los azules ojos de James, parecían ser tan sabios y repletos de respuestas, quería hablar de él y de su magia, pues no la conocía y estaba bien conocer a alguien que iba a ser alguien importante en mi vida. Tener apoyo de brujos estaba muy bien y él no era excepción, eran magos o lo que sea como Bonnie.

-James, ¿cómo es una vida repleta de magia y aventuras como la tuya?-me quedé pensando si es que ahora su vida era como la mía, realmente alborotadora y llena de giros desenfrenados. Era un chico rico y encima con magia, prácticamente podía tener todo lo que él quisiera la verdad, el mundo a sus pies.

-James... ¿cuándo tuviste esto de la magia? me interesa saber cosas también la verdad, soy muy curiosa ¿sabes?-dije mientras reía con gracia al decir esto último. James debía tener una vida más que interesante la verdad.

Vaya, eso sí que era interesante y algo novedoso, al menos en lo que mis conocimientos respectan sobre la magia, Bonnie la desarrolló a los 16 años eso era algo raro pero tenerlo desde pequeño debería serlo más, y bueno difícil, puesto que al ser niño era o debiera ser más complicado manejar ese poder.

-James una pregunta, entonces dices que no has tenido problemas para manejarlo, pero desde pequeño lo tienes que fuerte eres entonces.-le dije con una gran sonrisa. Pronto iba a ser la fiesta en su mansión y no quería presentarme como una chica tan desconocida, quería presentarme como una amiga.

Off: posteas y lo cerramos? es que no se me ocurre que más hacer en esta situación.