Happy Summer Vacations, Night Creatures!

Aleksand permanecía delante de él, pero no podía decir nada. Estaba sumamente atrapado. No tenía escapatoria, salvo usar el viejo truco del abuelo, el mismo que le había enseñado para desaparecer un momento. Bueno, era algo fuera de lo común, pero ayudaba. Entonces cerró un momento los ojos, y dijo:

- Elijah, me siento mal- Se tapó la boca, y vomitó, sobre los zapatos de Elijah. Salió una sustancia viscosa, color amarillo que estaba en el suelo.- Elijah, lo siento mucho, de verdad....necesito que me dejes libre, necesito ir al baño- Se tapó la boca y se fue corriendo escaleras arriba, y se encerró en el baño.

Se limpió un momento, y se sintió apenado solo de dejar preocupado a Aleksand. Sabía que su hermano iba a quedarse incluso en la puerta. Pero le mandó un mensaje de texto a James, y ya James se encargaría de hacerle saber a su hermano.

" James, lamento la vomitada amarilla en el vestíbulo, pero Elijah me tiene prisionero. Pretende tener el cuerpo de Klaus de nuevo. Por favor, ayúdenme. P.D. Prometo limpiar el suelo"

Se lavó la cara de nuevo, y se quedó encerrado un momento. Eso de vomitarse en público no dejaba nada bueno.

La bruja sonreía ampliamente al toparse con ese chico de extrema belleza, cuerpo bien formado que se le veía en su traje ceñido, una mirada penetrante y una voz grave. Así era ese chico que se presentó ante Bulleta, quien por el momento no era Brittany Hood, era la desquiciada y maldita bruja que hacía sus maldades en Mystic Falls. Se cruzó de brazos, y lo contempló, y gracias a eso pudo percibir que ese hombre no era un humano cualquiera. Era tan perfecto, impecable, muchos adjetivos que Bulleta no podía describir.

- Digamos que estoy encargada de la diversión, nada más. Y con respecto a lo de la sangre, si lo deseas, podrías añadirle lo que quieras, guapo- Se acercó poco a poco, pero con perspicacia, no confiaba de primera mano en ese chico, por más guapo y perfecto que pareciera. - Bien, empecemos entonces.- Se puso en medio del estacionamiento y extendió sus brazos a los lados. Una ráfaga de viento se apareció en el escenario, y sus ojos se tornaron negros como la noche. Comenzó a reirse estrepitosa y ahogadamente. Su canasta colgaba de su mano derecha, y de ahí salieron volando unas manzanas-bomba dirigidas al bosque. Terminó de colocar las bombas en diferentes sitios.

- Y aquí viene la mejor parte, guapo- Se acercó a él y le dio un beso en los labios, uno robado, pero que disfrutaría mucho. Se alejó un poco y le sonrió con una mirada fingiendo inocencia- Creo que ya viene tu parte corazón, y despues cerraré yo.

Emily se había pensado seriamente no acudir a aquella fiesta, pues ella no era alumna del instituto ni se había graduado aquel año, es más, seguramente tendría que repetir curso cuando volviera, o apañárselas para estudiar allí en Mystic Falls. Además, tras la cena con James, el color subía a sus mejillas cada vez que la recordaba, y estar en el hogar de los Cromwell era un recordatorio permanente. ¿Se habría dado cuenta James de los sentimientos de la muchacha? Seguramente no, pues James era bastante obtuso para esas cosas; aunque casi que mejor, así todo seguiría igual que siempre. Finalmente decidió ir, al fin y al cabo, sería extraño si no fuera y con toda la gente que había allí, no estaría mucho tiempo con James, pues al ser el quien organizaba la fiesta seguramente estaría atendiendo a sus invitados.

Por segunda vez en realmente poco tiempo, Emily volvía a llevar un vestido, vestido que había tenido que comprarse para la ocasión, pues el otro que tenía en "casa", si así podía llamarsele a dónde residía, era demasiado informal. Fue caminando ella sola hasta la mansión de su amigo y una vez allí, después de entrar, paseó la mirada por la casa, a penas conocía a nadie, algo completamente normal, pues no había hecho demasiados amigos, debido a que se pasaba el día en lugares de Mystic Falls donde a penas había gente, pero bueno, ya se pondría a hablar con alguien. Por el momento, tampoco vio a James; quería ir a saludarle por lo menos, para que él supiese que ella estaba allí.

Vaya, temía lo que pudiera suceder con Katherine por aquí, y más cuando llevábamos ropa y peinados diferente, convencí a Meredith para que se marchase y me dejase sola con ella que yo me encargaría, pero entonces escuché a lo lejos ruido de explosión y a quemado. Miré a Katherine con denotada preocupación en mis ojos.

-Katherine escúchame por favor, si quieres quedarte, quédate pero por favor, no nos metas en más líos, por favor, parece que ya ha empezado algo anormal.-dije mientras salía corriendo a mi velocidad vampírica hacia donde me llegaba el olor a quemado. No tardé ni tres segundos en llegar al aparcamiento. Allí me esperaba una horrible sorpresa.

Bulleta, esa bruja loca estaba allí presente tirando manzanas de esas que explotan. Antes de aparecer, cogí mi móvil y escribí un sms a Damon pidiéndole ayuda y a James y btambién a Alek, no sabía qué demonios hacer la verdad. Aparecí delante de Bulleta y le di un empujón, lanzándola al suelo y cogí la cesta de las manzanas. -Nadie te ha invitado a esta fiesta Caperucita, ni a ti ni a tu amigo.-les dije seria. Estaba muy molesta.

Pude sentir el dulce sabor a manzana en mis labios y tuve que relamerme de placer. Sin duda alguna el mundo humano estaba lleno de personas interesantes, por ejemplo la chica que acababa de aparecer. Prepotente, llena de furia y alegando una amistad entre mi persona y la chica de la caperuza roja. No me quedó más remedio que bufar y reirme ante la insinuación. Tomé a la rubia de la capucha y la levante en el aire arrastrandola hasta uno de los autos, actuando como si el objeto fuera de mi propiedad- Disculpe señorita que aparece de la nada pero no tengo nada que ver con ella, solo me acerqué para aceptar una de sus hermosas manzanas y la dulce jovencita se ha tomado el trabajo de mostrarme el sabor por ella misma, pero si tanto le molesta...- dejé que se prolongue un silencio antes de abrir la puerta y empujar a la rubia dentro usando magia indetectable para encerrarla- Supongo que no saldrá de allí si no quiere osar a enfadarla, señorita- sonreí a quien estaba en el automóvil y luego a quien se empecinaba en detener la diversión. Pobre ilusa, si esto recién comenzaba - Ahora si me disculpa, ingresaré a la fiesta a la que he sido invitado-

Algunas personas ya habían salido a investigar que pasaba en caso de que fuera su transporte el origen del aroma a quemado, ubicándose entre los vehículos. Dí un rápido respiro e identifiqué a todos y cada uno de ellos como humanos. Perfecto pensé victorioso , si apenas había tenido que darle un empujoncito a una muchacha para lograrlo. Usé mi propia magia para encender la de cada manzana ubicada estrategicamente por la chica. Sabía que eso le daría una señal de alerta a caperucita, ignoraba si podía salir pero la verdad tampoco me importaba. Hora del show. Atiné a irme en dirección a la mansión cuando explotó el primer carro en la lejanía. Comenzaron los gritos de sorpresa y terror, música para mis oídos. En un acto absolutamente premeditado me di vuelta y salté en dirección a quien había decidido emparejarme como amigo de la caperuza. La había alejado de la explosión más cercana que había hecho desaparecer todo rastro de la bruja, para bien o mal. Apenas si sentí algo al caer, el fuego no nos alcanzó pero mi saco estaba completamente arruinado. Lo arrojé lejos para no volver a verlo - ¿Estas bien? - le pregunte a la chica con un rostro de preocupación y un tono acorde para ganar un oscar. Instintivamente mis ojos buscaron el resultado de todo aquello, los demás vehículos también habían explotado y el olor a metal encendido, gasolina y finalmente carne quemada hicieron que mi yo interno diera saltitos en mi mente. Externamente mi rostro demostraba estupefacción como la de la mayoría, las mujeres comenzaban sus llantos, los hombres su gritos, las idas y venidas. Horror, caos y muerte. Los heraldos perfectos. Mentalmente conté a los caídos, solo tres pero había unos cuantos más malheridos. ¡La fiesta perfecta!

Asentí ante las palabras de mi amiga, tenía razón, mejor que se encargase ella de Katherine y yo no me metiese. Me adentré en los jardines, no había nadie por esa zona, o eso es lo que yo creía cuando oí el quebrar de una rama. Me giré preparada para combatir contra lo que fuese, pues estaba nerviosa con la presencia de Katherine en la fiesta, pero nada, era Tyler.

-Tyler, que susto me has dado, ¿qué tal te parece la fies...-no me dio tiempo a acabar la frase, pues de pronto lo tenía detrás de mí, me había cogido del cuello y me ¿me estaba mordiendo? Estaba completamente alucinada, pero no podía moverme, me sentía débil pues estaba perdiendo mucha sangre. Noté que me cogió en brazos y me llevaba a alguna parte. -¿Por qué...

Lo siguiente que noté fue que me lanzó a algún lugar, mi cuerpo golpeó fuertemente contra el suelo, si no tenía el brazo y la pierna rotos, era un milagro. Me dolía todo el cuerpo y seguía perdiendo sangre. Saqué mi móvil con mis últimas fuerzas y envié a Alek un mensaje de auxilio.

Las cosas parecían apilarse una encima de la otra para luego caer todas juntas sobre los hombros del Bright, si no fuera por su fuerza de voluntad descomunal hubiese caído rendido de rodillas apenas al ver a Reichen en manos de Elijah. La voz a sus espaldas se le clavó como un cuchillo y por un momento pensó que imitaría a su hermano en su actuar. Era Tayler, Tayler Lockwood, sólo que ni el mismo sabía que Alice le había confiado su más grande secreto.La verdadera identidad de Tyler era Niklaus Mikaelson. Su cuerpo enseguida se encendió como un fuego amenazante en busca de engullir a todo enemigo que tenía a su lado pero el rubio era consciente que no lograría nada, aún si tenía a sus dos hermanos al alcance de la vista su control de la magia era mínimo y Argetlahm que estaba en aquella mansión a un par de pasos, sólo era capaz de ralentizar a un original.

El hechicero salió corriendo como si le hubiese leído la mente. No supo de que manera agradecer a los cielos por ello. Jugando al ignorante y autenticamente preocupado por su hermano salió tras él- Me aseguraré de que no le pase nada. Disfruten de la velada. Tayler mantente cerca luego quiero que me guíes a donde viste a Rebekah- mintió. No podía permitirse perder a Klaus de vista. Siguió a su hermano casi pisandole los talones pero se encontró con una puerta cerrada. En ese momento todo pareció temblar, un ruido ensordecedor cubrió el ambiente y el olor a cosas quemadas era indiscutible- ¡Reichen, no se te ocurra salir a menos que James o yo te lo pidamos! El peor de los originales estaba junto a mí- Esperaba que su hermano entiendera a quien se refería ya que su propio móvil estaba vibrando con dos mensajes distintos que partieron su alma en dos. Elena necesitaba ayuda y Meredith aún más. Aleksand se había dirigido al punto medio entre ambas como un tornado en toda su furia, tocarlo en ese momento sería volar hasta el otro de la habitación con una fuerza de muchos newtons. Vio a Stefan cruzarse en dirección a la indicada por Elena asegurandole que tenía aquello cubierto. El joven Bright, extrañamente, era de las pocas personas que no confiaban en Stefan y que además consideraban que Damon era un mejor protector que su hermano menor.

Sin tiempo que perder desistió del pensamiento y salió corriendo en dirección al único lugar que se adecuaba a la descripción del mensaje. Para suerte de Meredith, el cazador se conocía todos los alrededores con absoluta memoria. Llegó al único pozo de la mansión y se arrojó a él sin pensarlo dos veces aquél remolino que seguía en su mente le sirvió de colchón al caer como una pluma sin siquiera llegar a tocar a la cazadora. Tener magia era una verdadera ventaja en estos momentos. La tomo en brazos y aplicó presión en la herida, buscando un pañuelo en su bolsillo trasero. Se odió a si mismo por no ser capaz de usar su poder para curar pero por ahora es lo único que podía hacer- Vamos Meredith, has visto peor que esto. Eres una Sulez- dijo con la esperanza de darle fuerzas, no sería capaz de verla partir, no después de lo de Elena.

Bueno, una fiesta en casa de James. ¿Quién era él? Para Damon no era nada, solamente un amigo de Elena, lo que lo convertía en un aliado. No sabía nada de él pero fue invitado a la fiesta y era obvio que no faltaría. Decidió invitar a Valerie Smith, una joven humana que se había convertido en su nuevo juguete. No era su novia ni mucho menos, solo su juguete sexual y con el que se alimentaba. Era una chica preciosa y con un talento innato para la música y que tenía entretenido al vampiro.
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Ir en traje de chaqueta era algo común en él, así que no se comió mucho la cabeza buscando que ropa ponerse. Llegó en poco tiempo debido a la velocidad de su coche. Era una gran casa, sin duda una buena mansión para esconderse en contra de un ataque de Klaus o cualquier otra cosa. Aunque el vampiro no la cambiaría por la suya.

Se mantuvo firme oliendo el rastro de Valerie, aquel perfume que le embriagaba pero había algo extraño. Vampiros, tensión y sobretodo ; Tyler estaba ahí y ese no era Tyler, sino Klaus. Aligeró el paso hasta llegar a la morena.-Hello.-dijo intentando parecer efusivo pero no podía; algo malo iba a suceder aquí. Acercó su cara a la de ella y despejó el pelo de su cara.-Ven conmigo sin oponer resistencia.-dijo mirándola a los ojos. Recordaba la otra noche, que estaba muy enfadado por todo y estuvo a punto de matarla, hasta el punto de tener que darle sangre suya para curarla. No la quería pero tampoco deseaba que le pasase algo malo. La llevó hasta el coche,allí donde no había nadie.-Escúchame, esta fiesta va a convertirse en una auténtica guerra. Deberías irte antes de que te pas...-pero cuando iba a terminar notó otra presencia. Se trataba de la otra Valerie. Ambas tan diferentes y lo que mas miedo le daba era ver a la rubia enfadada.-Las casualidades de la vida, aquí me encuentro con las dos Valerie.-dijo sonriendo, aparentando tranquilidad esta vez.-Klaus está aquí.-dijo mirando a la rubia.

Escuche un pequeño murmullo de una voz bastante conocida, sonreí pensando en que podía ser Damon, me giré y ¡Bingo! Damon ya había llegado -Damon- Contesté con una pequeña sonrisa en mi rostro, cuando me apartó el pelo de la cara suspire y le miré fijamente. Cuando me dijo que salieramos de aquel lugar solo le hice caso, abrí la puerta del coche y escuché todo lo que tenía que decir -Espera espera Damon. Tranquilo, puede que sea humana pero se cuidarme, tranquilo, no pasara nada- Dije dedicándole una pequeña sonrisa, pero cuando miró hacía arriba me giré mirando a una rubia guapa y suspire -¿Quién es esa?- Pregunté con una ceja levantada ¿Acaso sería otro juego de Damon? Sabía que yo no era su novia ni nada por el estilo, solo eramos juguetes de noches.

Suspire y le mire -¿Klaus?- Pregunté. No sabía quién era ese Klaus, ni esa Elena de la que tanto me hablaba, o incluso la persona que tenía delante mía. Me crucé de brazos y salí del coche mirando a aquella rubia -¿Espera otra Valerie segunda? Perdona pero aquí solo hay una Valerie y esa soy yo. No hay otra perra que no sea yo- Dije haciendo mis movimientos de cabeza que tanto solía hacer.

Las cosas se estaban poniendo muy mal. El hechizo del vómito era una buena idea, pero eso no quitaba que fuera demasiado asqueroso, y no ayudaba en mucho. Elijah quizá se quedó esperando en la planta baja, mientras que Aleksand se quedó demasiado preocupado por él. De repente escuchó unas fuertes explosiones, que hizo que la casa se cimbrara de una manera horrible. Al parecer alguien estaba haciendo fechorías. Aleksand le pidió no salir del baño a menos que se lo pidieran o hasta que James o él mismo fueran por él. Aquello no estaba pintando nada bien. Entonces se tuvo que asomar por una pequeña ventana del baño. Alcanzó a ver a lo lejos a Tyler, quien estaba con alguien más que no alcanzó a percibir. ¿ Qué podía hacer encerrado en el baño?

Entonces se quedó sentado en el suelo, pensando en lo que podía hacer. No iba a quedarse con los brazos cruzados mientras sus amigos estaban en peligro, y ellos combatían el mal sin haberlo invitado. Eso no era del agrado de Reichen. Estaba en pijamas, mirando a todos lados, al suelo, las paredes, el techo. Se levantó del suelo de un golpe y decidió salir del baño, pero luego lo pensó mejor. Si le pidieron que se quedara dentro era por algo, pero al mismo tiempo estaba la presencia de Elijah. Aquello era una encrucijada.

¿ Bulleta encerrada en un coche? Claro, eso era tan predecible de todos los hombres que querían tenerla atada. Elena la empujó al suelo antes, y ella no dijo nada, solamente permaneció ahí. Pudo haberle infringido daño a la mente, como hacen todas las brujas para defenderse de todos, y producirle una fuerte migraña, pero esta vez decidió esperarse a su momento. La gente había comenzado a salir, y gritaban como locos, y despues de las explosiones de los coches, aun gritaban mucho más. Bulleta se retorcía de placer al ver a varias criaturas morir en la fiesta. Volteó a ver a los cerrojos del coche en el que el chico guapo le había encerrado, entrecerró los ojos y las puertas salieron disparadas. Caminó tranquilamente hacia donde estaba Elena, y volvió a extender los brazos. Hizo estallar de nuevo a los coches que estaban alrededor, ocasionando grandes llamas en ese lugar. Miro a Elena con furia, y vió en lo que se había convertido. Elena ahora era un vampiro.

- Vaya, vaya. Creo que todo está peor que nunca. Mira a tu alrededor, hay muertos, heridos, y gente quemándose viva. Creo que nadie te va a salvar, ni siquiera Bonnie, ni siquiera ninguno de tus amigos. Stefan no ha venido a rescatarte, ni siquiera tus amigos. Pero...descuida, no te voy a matar. Ese placer lo voy a tener muy pronto, mientras tanto, disfruta aun más del espectáculo- Rió de manera escandalosa y de repente salió una cortina de humo por la cual ella pudo escapar. Se dirigió al bosque, e hizo estallar las bombas que ya había depositado ahí previamente.

Miró a la chica que previamente había raptado, la cual estaba maniatada. La contempló tranquilamente, y despues, sonrió complacida. Su plan acababa de funcionar a la perfección.

Estábamos con dos de los brujos, eso era estupendo, parecía que todo iba a ir bien, hasta que uno de ellos se puso a vomitar en los pies de mi hermano Elijah, no pude evitar mirarlo con cierto toque de asco. Elijah tenía los zapatos perdidos por la suciedad. Miré a Reichen que se iba corriendo a la mansión con la escusa de ir al baño. Me giré y vi a James con la chica a la que mordí. Sonreí para mí.

-Elijah, márchate no has sido invitado.-le dije acorde íbamos con nuestro plan, y me metí en la mansión tras Reichen, podía olerle, y sabía que estaba el baño cerca. Toqué dos veces la puerta del baño y fingí estar muy preocupado. [color=darkred-Reichen, ¿estás bien?[/color]-dije mientras abría la puerta del baño. Estaba asustado y con pijama, tuve que aguantarme las ganas de reírme. Esperaba que Elijah trajera a los otros dos.

Antes de que aquella chica pudiera contestar a Katherine, Elena ya estaba allí, y Katherine no pudo evitar una mueca divertida cuando su doble le dijo a la chica que no la hiciera nada, como si aquella joven pudiera hacerle algún daño a Katherine; puede que un cazador algo más experimentado sí que hubiera puesto a la vampiresa en algún apuro, pero no una chavala de diecisiete o dieciocho años. Aún así, no dijo nada y escuchó lo que su doble la preguntaba. -¿Y perderme toda la diversión? - dijo de forma irónica, ¿ella que sabía si a Katherine le quedaba algún asunto pendiente en Mystic Falls o no? -Además Elena, ya sabes que no me gusta perderme las fiestas- - dijo torciendo esa media sonrisa tan característica suya. No iba a decirle a Elena lo que hacía allí, claramente, aunque aquella vez estuvieran todos del mismo lado, pues ambas querían acabar con Klaus. Aunque se suponía que Katherine no sabía nada del cambio de cuerpo de éste, pero Valerie ya se había encargado de avisarla. Sabía que a Elena le preocupaba que se enterasen de que tenía una doble manipuladora y cruel, que fue humana hace más de quinientos años, ya que entonces tendrían que explicar muchas cosas a humanos normales y corrientes; pero esa noche, a Katherine aquello era lo que menos la preocupaba.

No les dio mucho tiempo para discutir, pues de pronto se escuchó una explosión y comenzó a oler a quemado y Elena, tras pedirle a Katherine que no la metiera en más líos, desapareció. -Vamos. - le dijo a Valerie, que seguía a su lado y desapareció escaleras arriba, necesitaba saber lo que pasaba, pero no tenía pensado involucrarse, todavía no. Desde la ventana obtenía una buena vista del aparcamiento, donde había una buena montada. -Para que luego digan que siempre soy yo... - dijo más para sí misma que para su compañera. Lo que en ese momento estaba ocurriendo en el aparcamiento no las incumbía. -Tenemos que encontrar a Klaus, no podemos dejar que vuelva a su cuerpo o estaremos perdidas. - dijo mirando a Val, si Klaus regresaba a su cuerpo sería mucho más difícil deshacerse de él, lo que significaba que Katherine tendría que volver a huir, por que ya no había nada que pudiera ofrecerle a Klaus a cambio de que la dejara en paz.

No estaba segura de si había enviado bien el mensaje, tal vez ese fuera mi fin, que estúpida había sido, no era invencible después de todo, y seguía sin entender el por qué Tyler me había atacado, no lo entendía en absoluto y me gustaría conocerlo si no moría. Cuando estuve apunto de cerrar los ojos, escuché algo.

Alek apareció en frente mío como si nada, había hecho algo para caer sin hacerse daño, ¿sería un brujo también? Ahora sí que ya no entendía nada, solo tenía mucho frío, mis labios temblaban, miré a Alek que me estaba sacando como volando en sus brazos. Me decía que no se vencía a una Sulez tan fácilmente, por lo que sonreí.

-¿Me lo dices o me lo cuentas? estoy despierta aún, eso no ha sido nada para mí, no tengo nada roto creo, solo contusiones, me voy a perder toda la fiesta ¿no?-dije con un mohín. Miré a Alek sus profundos ojos azules en los cuales siempre acababa perdiéndome en ellos. Estaba feliz de que me hubiera salvado. -Te quiero brujo cazador, cuando esté mejor me lo explicarás todo.-dije mientras cerraba los ojos para descansar.

Por lo visto me habian invitado a una fiesta en la Mansion Cromwell, con la experiencia que tenia sobre las fiestas en este Mystic Falls no sabia si ir o no. Cada vez que habia una fiesta sucedia algo malo. Aunque viendo como estaban las cosas lo mejor seria ir tanto por si la fiesta acababa bien como si acababa mal. Ahora con Elena de vampiresa podrian haber varios problemas, entre ellos que atacase a algun humano si no llegaba a controlarse por alguna razon, ya que a mi me costo mucho controlarme lo mas minimo respecto a la sangre humana.. Aunque tambien pensaba mucho en lo sucedido con Klaus, su muerte y que hubiesen todavia vampiros de su linaje vivos me extrañaba por lo que no podia parar de pensar en ello, aunque por una noche podria dejar de pensar en ello e intentar divertirme.

Me perdi en mis pensamientos y cuando quise darme cuenta vi la hora que era, por lo que me vesti los mas rapido que pude sin tener mucho tiempo para elegir que me puse y sali rapidamente hacia la fiesta cogiendo el coche mientras aceleraba todo lo que podia para intentar no llegar demasiado tarde a la fiesta.

Spoiler:

Cuando llegue a aquella mansion la contemple desde fuera, realmente era grande y bonito aquel lugar. Al entrar mire a toda la gente que habia en la fiesta, vi a gente conocida y otra que no lo era tanto, pero no logre ver ni a mi hermano Damon ni tampoco a Elena, por lo que me puse a buscar a alguno de los dos.

Al poco tiempo de estar en la fiesta pude escuchar una especie de explosiones asi que me dirigi corriendo hacia aquel lugar en el que habian habido esas fuertes explosiones, mientras que en cada momento que me acercaba podia oler mas y mas a quemado. ¿No podia haber almenos un dia tranquilo en este pueblo? Siempre habia algo que arruinaba las fiestas, sin ninguna excepcion, a veces eran vampiros, otras licantropos y por lo visto ahora una bruja. Cuando llegue pude ver a Elena con la bruja causante de todo eso delante suyo, no era mas que una bruja loca que estaba alli para disfrutar del caos y el terror en la gente. Pude ver como desaparecia con una cortina pero logre escuchar un poco sus ultimas palabras, aunque cuando se fue hubieron tambien unas ultimas explosiones. En seguida que explotaron fui a toda la velocidad que pude a ponerme delante de elena- Elena ¿estas bien?-Pregunte con cierta preocupacion por lo que pudo suceder en aquel lugar, no pude ver que tuviese ninguna herida grave en aquel momento pero me preocupaba si le habia hecho algo con magia o alguno de los trucos que tenian las brujas contra los vampiros.

OFF: Es la primera vez que hago de Stefan, asi que si hay algun problema con el post decidme.

Estaba bastante confusa ante la situación que se estaba desarrollando, el chico que antes estaba con Bulleta, ahora acababa de saltar sobre mí para protegerme de las explosiones. No entendía el por qué lo había hecho la verdad, pero tenía que agradecérselo. -Gracias.-le dije mientras miraba que Bulleta estaba ahora encerrada en el coche. Me separé del chico y miré todo lo que había alrededor, destrucción, coches explotando por doquier e incendios, el olor a quemado inundaba todo el aparcamiento.

Estaba sorprendida ante la inmensidad que tomaba el asunto, todo esto era extraño, cuando no eran vampiros, eran licántropos o como hoy, una bruja medio pirada. Vi que la puerta del coche en el que estaba encerrada Bulleta, salía por los aires por lo cual me lancé al suelo, debía ayudar a la gente herida, no quería que nadie sufriera, pero, ¿qué diablos podía hacer?

En este momento, me sentí inútil, escuchaba a Bulleta mientras me levantaba del suelo, me dolía un poco el hombro, pero estaba bien. Echó un conjuro o algo de humo que hizo que tosiera y no viera nada. No me di cuenta de las manzanas explosivas de mi alrededor, hasta que apareció Stefan y nos empujó a ambos al suelo, no nos hicieron nada por suerte. -Estoy bien Stefan, pero la gente, el fuego... ¿qué podemos hacer?-pregunté medio histérica.

Tuvimos la suerte de que en aquellas ultimas explosiones no nos pasara nada, esto se complicaba mas por momento. Lo que no entendia es porque razon aquella bruja habia causado todo este caos. Nunca hasta ahora habia visto a una bruja comportarse de esa manera, su lugar era en un psiquiatrico y no suelta matando a gente por diversion. Odiaba esas situaciones en la cual la gente disfrutaba haciendo tanto daño a los demas y ver todo ese dolor en la cara de la gente inocente solo porque alguien se divertia con ellos.

Escuche atentamente lo que me dijo Elena, me alivio mucho saber que estaba bien. Almenos una de las cosas que mas me preocupaban en aquel momento sabia que ya no tenia que preocuparme por ello en ese momento. Solo una parte de mi preocupacion ya que ver todo aquello me preocupaba de la misma manera, habia mucha gente que ya habia sufrido y otra que estaba sufriendo en estos momentos por el fuego. Al contemplar aquello me quede unos segundos sin decir nada ya que estaba pensando que podiamos hacer para ayudarles. Por mucho que quisiese habia demasiado fuego para apagarlo nosotros solos, ni siquiera teniamos los medios necesarios para hacerlo, por lo que decidi que lo mejor seria ayudar a la gente a salir de alli.

-No tenemos muchas posibilidades de apagar el fuego, lo unico que podemos hacer es intentar sacar el mayor numero posible de personas de aqui antes de que haya alguna otra explosion o el fuego se haga mayor-Dije con un rostro de preocupacion mientras le miraba a ella para despues mirar, estaba preocupado por toda quella gente que estaba alli sufriendo sin razon y que podian morir de un momento a otro. El fuego era muy peligroso ya que podia crecer en pocos instantes y ponernos en peligro tambien a nosotros pero no podiamos permitir que gente muriese sin siquiera intentarlo.

Tyler Lockwood entró al cuarto de baño y ahí se encontraba Reichen Morgan, en pijamas y con la preocupación de lo que sucedía en ese lugar. Tenía miedo, pero tambien tenía ganas de vomitar. Tyler nunca antes había hecho conversación con él, sin embargo, esta vez mostraba algo de preocupación ante el brujo. No eran amigos, pero iban en la misma escuela. Entonces Reichen se cruzó de brazos y de manera sospechosa dijo:

- Sí, estoy bien. Gracias...no te ví llegar y tú...- Hizo una pausa breve y lo miró detenidamente- ¿ Cómo supiste que estaba yo aquí? Yo...- Se tapó la boca de nuevo y corrió al retrete para vomitar de nuevo. Esa era su única defensa, o lo que fuera, le estaba ayudando. Se sintió extraño, y hasta mareado. Quizá el hechizo le había funcionado, pero en exceso. No quería preocupar a Tyler, pero no le quedó otra solución mas que seguir desechando todo lo que su cuerpo despedía.

- Tyler...- Volvió a salir para lavarse la boca y la cara de nuevo, tenía lágrimas y una apariencia muy enferma- Por favor, consigue ayuda. Necesito a un médico, lo que sea...por favor- Se puso de rodillas, y despues escucho unas explosiones. Aquello no pintaba nada bien.- ¿ Qué fue eso? ¿ Escuchaste?

Este idiota del brujo se había atrevido vomitar en mis zapatos, delante de toda la gente. Pero este realmente era idiota, porque creyó que por haber hecho eso lo dejaría libre, o que yo era tan tonto como para creerme ese cuento. No pude hacer nada, porque este fue muy rápido al decirme eso, y se fue corriendo hacia el baño, mientras que yo me quede mirando lo que había hecho.
Mire a todos con una sonrisa formal, ignorando lo ocurrido, y camine lentamente mirando a mí alrededor, mirando a todos lo que estaban allí, y oyendo todo lo que hablaban. Tuve lo suficiente tiempo como para escuchar todo lo que planeaban, y lo que Damon Salvatore dijo. Pero yo hice como si nada pasara, al fin y al cabo aquí todos sabían que Klaus estaba muerto. Para que nadie se diera cuenta , simplemente mire de reojos a Klaus, cuanto este se me fue detrás de Reichen, y sabia lo que haría yo ahora.
Metí las manos en el bolsillo, y llegue hasta donde estaba James ,luego fui donde estaba Aleksand.No me importo que estos dos estuvieran hablando con sus novias, amigos,lo que sea. Pero les traje de los brazos en ambas manos a un lado para avisarles lo que pasaba.Tenia que actuar rápido. Ahora era hora de actuar como se debía para terminar con todo esto de una vez. –He, ustedes dos.James y Aleksand, su amigo Reichen se desmayo en el baño, y necesita de su ayuda. Acabo de venir de allí y de casualidad vi tirado en el piso, y lo primero que hice fue venir a buscarlos a ustedes, porque sé que son sus amigos. El me hablo tanto de ustedes, por eso lo conveniente fue avisarles a ustedes dos. Vayamos yos les ayudare, para que así puedan volver rápido a la fiesta.Es mejor que vayamos ahora mismo, y luego terminan de lo que estaban haciendo hace unos segundos atrás -Elijah dijo todo esto mirándoles fijamente a los ojos , y muy preocupado, fingiendo estar muy triste.
Después de esa ridícula actuación se fueron los tres hacia el baño, en donde estaba Klaus y Reichen. Ya que Elijah estaba actuando de lo más normal como si nada pasara,a pesar de haber visto a la hibrida al lado de Damon. Había una sola cosa que esta noche tenía que cumplirse como dé lugar, y nadie lo arruinaría. Con esta actitud de Elijah nadie sospecharía de lo que estaba pasando, claro seguiría siendo caballero y educado hasta lograr lo que quiere, y de allí todo al demonio, y hacer lo que se tiene que hacer.
No tardaron mucho en llegar al baño, y al ver a Klaus allí en cuerpo de Tyler , miro a James, Aleksand con una sonrisa sorna.
-Tyler déjalos pasar , traje a sus dos amigos para que se encarguen de Reichen.Pobre realmente se ve muy mal- Dijo inclinándose a la pared, para luego sonreírle a su hermano. Ahora los tres estaban en nuestras manos, y solo faltaba que empiece el hechizo, ya que no había nadie más en el lugar para que lo impida.

Todo pasaba tan rápido, que ni cuenta me daba quienes estaban presente en la fiesta. Y después de haber bebido whisky estaba indo a buscar a Kath, ya que se estaba tardando en volver. Pero la sorpresa que me lleve fue al ver a Damon con esa tipa, y para el colmo una simple humana. Ya tengo mi cena , genial- pensé.
-Yo creo que no es casualidad de la vida Damon . Mas diría que tú me estas siguiendo-conteste con una calidad sonrisa . No iba hacer notar estar enfadada, o estar celosa de esa tipa, total, era un juguete mas de Damon , como toda las humanas. Pero ese comentario de esta estúpida humana me enfado tanto que no tarde ni un segundo en reaccionar.
Mire a la chica fijamente a los ojos –A quien crees que estas llamando de esa manera. Si quieres seguir viva, es mejor que te calles. Y la única y original Valerie . Soy yo , porque no sé de qué lugar te hayan sacado-añadí tocando su cabello, para luego votarlo en el aire. Tenía que irme de aquí, porque si no ahora mismo mataría a esa estúpida humana,pero que placer más grande me daría hacer eso.. Bufe dándome la media vuelta para retirarme y seguir buscar a mi amiga, porque no quería verle la cara a ninguno de los dos. Pero un comentario que llego como una bala a mis oídos, hizo que me quede quieta donde estaba, y zas, apreté el vaso que tenía en la mano, para luego soltarlo, y romperlo en mil pedazos.
-Damon que has dicho. ¿Donde está, tenemos que encontrarlo ya mismo?- dije mirándole preocupada, y luego le cogí la mano. No era que me diera miedo, si no que todos estaban en peligro. Y no quería que nada les pasara a nadie, mucho menos a Damon. Después de un rato, le solté las manos, y me quede mirando a todos. Al ver que no estaba James, Alek, Reichen, supuse que Klaus ya los tenía. Pero donde estaba Elena.
-Damon vayamos a buscarlo por favor, está dentro de esta fiesta, puedo sentir su aroma aquí. Seguramente tiene a alguien, ya que esta en cuerpo de Tyler, y nadie sabrá que es Klaus, pero vayamos antes de que pase algo grave, y luego me encargare de esa humana- finalice dando un paso hacia atrás.
Ahora me importa mas el tema de Klaus, era importante que lo encontremos lo antes posible. Camine junto a Damon , miramos por todas partes, y no hallamos nada. Me quede parada después de recorrer todo lugar,pero aun faltaba un lugar.
-Falta un solo lugar, el ultimo baño Damon.Hemos buscado todo sitios, y todo los baños, pero falta uno, el que esta ala derecha- comente moviendo la cabeza, esperando la reacción del Salvatore.Porque no solo estábamos los dos, si no estaban muchos quienes conocía.

Suspiró con alivio al saber que Meredith estaba bien, todo aquél breve lapso de tiempo sintió como si su corazón se encogía hasta alcanzar nada más que el tamaño de un punto. Era la primera vez que tenía ese tipo de emoción y los minutos se le habían hecho eternos esperando su reacción. Mantuvo la presión sobre la herida en el cuello para evitar una mayor pérdida de sangre. Debían de haber tomado a la chica por sorpresa o su oponente ser demasiado fuerte para dejarla en aquél estado.

-Es un hecho Meredith, tu misma lo dijiste en aquella cueva. Estoy lejos de ser un hechicero como el dueño de esta mansión, pero lo intento- Dijo lo último en un tono casi inaudible mientras la alzaba en brazos y acortaba el trayecto desde el jardín hasta el interior del hogar Cromwell. Como miembro de aquella casa conocía cada uno de sus rincones y tuvo especial cuidado en ingresar por una de las tantas puertas traseras escapando de las miradas curiosas acerca de Meredith. Sin pensarlo dos veces subió las escaleras y recorrió los pasillos hasta alcanzar su propia habitación. El cuarto era la representación inanimada del cazador. Una estantería llena de libros, el escritorio con papeles con múltiples símbolos dibujados, y una repisa que servía de mostrador para distintas armas -las pocas que James le había permitido traer- Junto a su mesita de noche Argetlahm descansaba en posición vertical con Garm durmiendo frente a la espada de plata. Dejó a Meredith en la cama, le alcanzó un vaso con agua y trató la herida con un maletín de primeros auxilios que tenía guardado en el baño. El rubio le sonreía para tranquilizarla, todo estaría bien- No es necesario una fiesta tan grande para poder divertirnos, te compensaré por lo de hoy otro día. Por ahora quédate aquí algo muy raro esta ocurriendo afuera y debo pedirte un favor- El cazador se tomó sus minutos para contarle el plan a Meredith, quería que la chica le cediese a Artemisa por esa noche y en caso de necesitarlo ella tendría a Argetlahm al alcance de su mano. Aceptase o no Aleksand saldría de la habitación con una de las dos armas en su posesión y debidamente escondidas para cuando Elijah llegó a por él.

Siguió al original sin oponer resistencia alguna, encontrándose con James en el camino con quien intercambio un par de miradas que lo decían todo sin denotar nada. Una vez en la puerta del baño, el joven Bright se mostró estoico, demasiado sereno mientras escuchaba la explicación que daba el vampiro. ¡Por supuesto que Reichen estaba mal, desde que había puesto pie en la mansión eso estaba más que claro! Y lo que Elijah no sabía es que él mismo había hablado con su hermano hechicero justo antes de ir a por Meredith. Reichen debía estar encerrado pero por alguna razón había dejado entrar a Niklaus quien ocupaba el cuerpo de Tyler, posiblemente no haya entendido su mensaje respecto a eso. Aleksand sonrió a Elijah como si nada malo pasase en el mundo y con una fuerza y rapidez sobrehumana combinada al factor sorpresa le asentó un golpe en la cara con su puño derecho. El impacto fue tal que le volvió el rostro al original haciéndole perder el equilibrio e inevitablemente caer al suelo frente a él y James. De inmediato aquel semblante tranquilo se inundo de una furia absoluta y de una manera apenas perceptible sus ojos habían brillado en un temible plateado- ¡No me jodas! Que conozco muy bien a mi hermano para saber que su dolencia no es física sino mágica, y por como lo has traído no me queda otra que creer que ha sido tu el culpable - tuvo que agitar su mano en el aire para disminuir el dolor de golpear a un vampiro a mano desnuda tan fuertemente. Quería clavarle una estaca en aquél momento pero sabía que no serviría de nada -¡Reichen estamos aquí ya puedes salir! - dijo en un tono autoritario poniendose delante de James y esperando que el otro hechicero tomase su lugar junto al Cromwell detrás de los brazos del rubio que se habían alzado impidiendo el paso hacia los usuarios de magia. Era su deber proteger a sus hermanos y estaba claro que él era quien podía recibir más golpes antes de caer pero Aleksand estaba decidido a no perder sin importar el costo sobre sí mismo.

Las explosiones fueron seguidas de muchas cosas, golpes en la pared, y gente que estaba saliendo de la mansión corriendo. Reichen se volvió a lavar la cara. Tyler Lockwood seguía ahí. Lo miraba tran preocupado, tan pensativo de pie delante de él. De repente recibió un mensaje en el movil. Lo miró y leyó lo último que le habían mandado. Llegó con unos minutos de retraso. Rio un momento, pero ya sabía la noticia, lo que le quiso dar a entender su hermano. Decidió guardar silencio y sonreir.

- Tyler, no me siento bien. Yo...- De repente Elijah abrió la puerta. Se puso muy pálido, y tembloroso, no era oportuno vomitar de nuevo, y menos que estaba enfrente de Tyler y Elijah, a quien le había vomitado sobre sus zapatos. Aquello no estaba teniendo buen panorama. Estaban tres en una misma habitación.

- No es que sea descortes, pero creo que tres son multitud en un baño, aquí me quedaré para esperar al doctor...yo...yo...- Se tapó la boca de nuevo pero parecía que no paso nada.- Estoy bien Elijah, de verdad...yo... - Y de repente vió como irrumpieron en el baño James y Aleksand. ¡ Vaya entrada! Ahora eran 5 en un
solo baño.

Aleksand le asestó un buen golpe a Elijah y este cayó al suelo. Cuando entraron los dos, Aleksand extendió sus brazos, dejando ver como siempre sus bien formados músculos en los brazos . James haciendo uso de su magia, estaba preparando una especie de atmósfera para que el ambiente se calmara. Sintió que el color se le regresó al rostro y sonrió ampliamente emocionado. Reichen se fue corriendo hacia ellos.- ¿ Y todos tuvimos que reunirnos en un baño? ¡ Vámonos ! Tenemos que salir, las cosas se estan poniendo muy mal. Y si seguimos aquí...los Originales nos harán muchas cosas feas..- Salieron los tres corriendo escaleras abajo, y vieron todo aquello destruido. Todo era un caos, una tragedia. Estaban en una fiesta de verano de lo más sangrienta. - Por favor, no me digan que fue Bulleta...

Mis ojos aún estaban posados en la chica simulando excesiva preocupación, una mentira tan grande como la casa en la que estábamos. Por otro lado mis otros sentidos llenaban mi ser de placer y un poder de escaso sentido para los demás presentes. A los pocos segundos un joven bastante apuesto se acercó a la chica quien identificó con el nombre de Elena, y por la respuesta de ella él era Stefan. Me tomó nomas que un rápido respiro para etiquetar a ambos como vampiros. Aunque buen mozo, el chico parecía de esas personas que necesitaban una buena ración de diversión en su vida. Su rostro de mártir y sufrido me dieron arcadas internamente y su tan preocupada expresión simplemente me lleno de asco. Tenía que irme o empezaría a supurar arcoiris- Intentaré encontrar a esa loca, aunque no prometo nada chicos. Encargaos de los heridos son la mayor prioridad- dije en un tono fraternal que tanto estaba acostumbrado a usar que sonaba completamente verídico. Esperaba encontrar sus rostros llenos de desilusión y pena al encontrar más muertos que lo esperado.

Corrí hasta el bosque a paso normal hasta una distancia que consideré prudente para empezar a usar mi velocidad que superaba los limites normales y muchos de los sobrehumanos, alcanzar a aquella chica de caperuza roja no me fue desafío alguno. Sonreí lleno de mí mismo mientras la observaba desde lo alto de un árbol y la encerraba en un círculo de vivas llamas. Acto seguido caí frente a ella como si la altura no me fuera impedimento alguno, con mi sonrisa cruzando mi rostro de punta a punta -No planeo hacerte nada pero he observado que te has hecho de una linda enemiga. Mi gente se caracteriza por recompensar generosamente a aquellos que nos hacen bien ¿Puedo "ayudarte" en algo?- Por supuesto ningún Kitsune hacía algo si no significaba una ventaja a su favor. Por el momento podía usar el conocimiento y las habilidades de la chica para entenderme con el entorno de Mystic Falls. Todo acto, todo juego necesita de un villano ¿Y por qué no ser yo mismo quien mueve los hilos del villano en el pueblo? Enseguida me entusiasmé con la idea- Puedes hablar al contento de tu corazón- Extendí mis brazos como si la abrazara a la distancia y el fuego se extinguía para darle pase libre.

La chica de nombre Pamela, yacía tirada en el suelo atada de pies y manos. La rubia la volteó a ver detenidamente, y decidió que esa noche era perfecta para llevar a cabo sus planes. Dejaria de ser perseguida, pero al mismo tiempo tendría a todos de cerca. Su plan era muy simple pero a la vez tentador. Su objetivo era matar a todas las criaturas de Mystic Falls, desde vampiros hasta hombres lobo. Era la línea que siempre manejaba. Llevaba consigo en la canasta un par de velas, y un libro algo pesado. La canasta era lo bastante grande y espacioso para llenarla con bombas y armas. Si bien ella no era todopoderosa, era muy fuerte y llena de odio, que era lo único que necesitaba. Se cruzó de brazos y volteo a ver al joven apuesto que iba llegando y despejando el fuego que ella había creado. Hizo un círculo de fuego en forma de pentagrama.

- Amor mío, en este tipo de cosas trabajo sola. Ahora lo que haremos es esto. Yo cambio de cuerpo, y Brittany Hood se muere, terminas como héroe y me ayudas a seguir mis planes. Te conviene estar de mi lado. Ahora, si me disculpas, necesito un nuevo cuerpo. Hazte a un lado...- Cerró los ojos y las llamas incrementaron. Se quitó la capa y la hizo a un lado. Una fuerte ráfaga de viento se desplazó en el lugar. Unas velas que ella había colocado cuidadosamente se encendieron. Todo pasó tan lentamente. Bulleta ahora tendría un nuevo cuerpo, uno con el cual podría desplazarse con toda libertad.

Bulleta despertó en el nuevo cuerpo, y el viejo cuerpo de la rubia quedó aparte. Era cuestion de tiempo para poder acostumbrarse. - Bien, por favor, llévame con los demás. Creo que ahora ya sabes que es lo que haremos. Bulleta está muerta, por el momento... - El fuego desapareció y el viejo cuerpo de Bulleta se quedó tirado.

Me quedé mirando la escena como si fuera lo más natural de mundo. Estaba seguro que ese hechizo tenía un nombre en particular pero no pude recordar exactamente cual en ese momento, sería poco relevante entonces. Ver aquél fuego ir en aumento me hizo sentir como un niño pequeño con un juguete nuevo, de alguna manera esto era completamente cierto. Tenía un nuevo objeto con el cual jugar y esperaba que este no se rompiera tan rápido como los demás, era algo cansador andar deshaciéndose de las cosas una y otra vez. La monotonía es tan aburrida.

Una vez terminado y la jovencita dando sus primeros pasos en su nuevo cuerpo, me acerqué a su reluciente persona como si yo mismo danzara con el viento y este me hiciera el favor de seguirme perfectamente- Estaré encantado de permanecer a tu lado cuando no has hecho más que divertirme en esta velada. Por el momento proclamo muerta a Brittany Hood, también conocida como Bulleta ¿Y tu serás?- Le dije mientras acariciaba su barbilla con uno de mis dedos y la punta de mis cabellos se encendía en un color rojizo transfiriendo calor a la vestimenta de la chica hasta quemarla de manera que pareciese haber salido de un incendio- Déjame ser tu héroe en negra...digo, "brillante" armadura- comenté sonriente haciendo un énfasis muy grande y claramente exagerado en aquella palabra haciéndola sonar totalmente absurda. Inmediatamente me volví hacia el cuerpo sin uso y lo tome en brazos, llevándola como un trofeo de batalla. No volví a decir nada más hasta volver a la mansión y encontrarme con el par de asquerosos tórtolos porque si hay algo que apesta en el aire es el aroma a amor.

-Pobre chiquilla, ha caído en su propia trampa- justo antes de salir me acerqué a la nueva Bulleta para que se sostuviese de mi hombro y caminase como si estuviese herida. El dulce sabor de la mentira y la actuación- Aunque estuvo a punto de llevarse a esta inocente señorita junto a ella. Por fortuna pude alcanzarle. ¿Puedo dejarla a su cuidado? - Quiero ir a hacer mas estragos dentro de la mansión, pensé para mi mismo con una sonrisa que se reflejaba en mi rostro.