Happy Summer Vacations, Night Creatures!

A través de mi ventana, ya se podía vislumbrar el brillo de la luna en lo alto del firmamento, estaba algo emocionada la verdad, no es que las fiestas me encantasen como a Elena, o me volviesen loca como a Caroline, no, pero después de que se haya acabado con los originales y sobretodo con Klaus, bueno, de alguna manera había que celebrarlo digo yo.

En mi cama reposaba un vestido de colores negro en diferente tonalidades, yo aún en pijama y mi sencillo pero hermoso vestido adornaba mi cama. Estaba algo nerviosa, puesto que no iba a ir sola al baile, si no que iba a ir con el mejor cazador, sin contarme a mí claro, viva mi ego. Alek era ahora una pieza muy importante dentro de mi vida, y que no la iba a perder costara lo que costase.

Decidida a no llegar de las más tardes, me quité mi pijama y me puse el vestido con unas medias color carne y unos zapatos plateados con tono azulado.

Así de mona voy:

El pelo me lo dejé suelto que caía en ondas como una cascada por mi espalda. Estaba deslumbrante la verdad, no solía ir tan guapa a ningún lado, pero hoy, era un día especial. Bajé las escaleras con cuidado por los tacones.

Llegué al salón y cogí mis llaves y el bolso que llevaría del sinfonier, me miré en el espejo y me gustó lo que vi, estaba muy contenta, pues hoy iba a ser una noche especial y probablemente sin anormalidades no humanas. Salí al hall y lo atravesé llegando al porche, y vi mi espectacular coche, mi Atenea. Me subí y conducí a la mansión Crommwell, lo conocía del instituto y de alguna que otra aventura, agradecía el estar invitada la verdad. Me quedé asombrada al ver el lugar de la fiesta, pedazo mansión, era mucho mejor que la de Klaus, era espectacular, seguro que no me perdía de milagro. Entré, y vi a varios camareros y ya a gente hablando animada, con la mirada, busqué a aquel hombre que hacía que mi corazón latiera rápidamente.

Spoiler:

La mañana de la fiesta el joven Bright saltó de la cama como si su vida dependiera de ello. Si era posible, se encontraba mucho más nervioso por evento que el mismo anfitrión. Ha decir verdad, Aleksand también se sentía en parte responsable de la fiesta por el cariño que le había tomado a la mansión de su compañero, amigo y hermano. En la mañana se encargó de escoger la vestimenta para la ocasión y asegurarse de tenerla lista para la noche, sabía del perfeccionismo de James y que no quería defraudarlo ni un momento. Si bien la fiesta no sería al estilo del día de los fundadores como parte anfitrión se obligó a si mismo a vestir más elegante que para cualquier encuentro social. Un traje negro y una camisa a tono que acentuaban el color de su mirada. Negro sobre negro, algo que haría orgulloso al mayor de los Salvatore. Río ante el pensamiento preguntándose si vería a Damon otra vez.

Gran parte de la tarde se la paso intentando convencer a Meredith de ir a buscarla pero la chica era incluso más tozuda que el propio cazador. Supuestamente su conjunto se estropearía por ir en moto y aunque el chico se ofreció a buscarla en uno de los automóviles a disposición ella simplemente se negó amablemente. Fue la cazadora quien terminó con el asunto alegando que debía comenzar a arreglarse para la noche. Aleksand decidió no darle muchas vueltas al asunto encogiéndose de hombros y saliendo de la mansión e ir por un corte para su ya crecido cabello. Dio gracias que no debería preocuparse por eso aquella noche y bajó por las escaleras muy animado con sus manos en los bolsillos.

Lo que vio allí lo dejó estupefacto y para variar no era el charco de sangre de algún conocido o la vida de alguien en peligro. Era Meredith, tan fina y exquisita que dislocaba la mandíbula de más de uno. Acostumbrada a verla en su vestimenta de batalla le pareció casi una persona distinta pero la energía en sus ojos indicaban que era la cazadora sin duda, por ahora solo hablaba con James. Aprovechando el momento Aleksand se acercó a ellos desde un flanco, sonriente y lleno de aquella felicidad e inocencia que lo caracterizan. Puso una de sus manos en el hombro del hechicero como manera de asegurarle que todo estaba y estaría bien, era hora de divertirse. Luego, como si lo hubiese practicado toda su vida pidió su mano a Meredith para darle un dulce beso y no dejar de decir palabras que elogiaban su belleza. Aún así sentía que lo que estaba diciendo no hacía mucha justicia.

Por su parte tomó un bocadillo y se lo mandó entero a la boca, este desapareció tan rápido como había llegado. Viendo a la chica, el rubio sentía que no desentonaba para nada allí y eso le arrancó una sonrisa más amplia- Espero que mi querido hermano haya podido entretenerte hasta mi llegada Meredith, aunque la próxima vez insisto en ir a por ti- dijo a ambos feliz de la vida misma.

Solo una palabra y podías conseguir que Katherine acudiera a cualquier lado: fiesta. Aquella en concreto parecía interesante, pues la organizaba el joven Cromwell, brujo al que Katherine conoció en Chicago; además, se trataba de una fiesta de graduación, a la que acudirían todos los alumnos del instituto de Mystic Falls, y eso incluía tanto a Elena como a los Salvatore, puede que también fueran la brujita Bennett y la pequeña Caroline, quien sabe. No le preocupaba demasiado, no harían nada contra ella, no allí, no sin un plan. Y era imposible que hubieran planeado nada si no sabían que la vampiresa iba a aparecer; es más, se suponía que Katherine estaría ya en Europa, pues, a pesar de su encontronazo con Elena, Katherine le había dejado claro que se iría a Europa nada más finalizaran su conversación. Pero no podía irse, no estando las cosas como estaban, después de que Valerie la hubiera puesto al día realmente con todo lo que había pasado. La híbrida y ella habían acordado ir juntas a la fiesta y asegurarse de que no ocurriera nada que pudiera perjudicarlas.

Esta vez, Katherine no se había molestado en que su aspecto coincidiera con el de su doble, simplemente se había alisado el pelo, para poder pasar por ella, al fin y al cabo, tendrían que rendir cuentas con Elena en caso de que descubrieran que había dos chicas completamente iguales, no con ella; y a Katherine ya le daba igual, pues todos los seres sobrenaturales sabían de sobra de su existencia. Se puso un vestido negro con transparencias y unos zapatos rojos, a juego con el color del que había pintado sus labios. Fue al lugar donde había quedado con Valerie y, tras saludarse amistosamente, pues era prácticamente la única amiga que tenía la joven Petrova, se encaminaron hacía la mansión de los Cromwell. Cuando llegaron, un mayordomo cogió sus abrigos en la entrada y ambas chicas entraron en la casa. -¿Te hace una copa? - dijo Katherine con una media sonrisa.

Parecía que iba a ser una velada perfecta, seguía paseando tranquilamente por aquellos maravillosos jardines de ensueño que parecían estar sacados de un cuento de hadas. Me preguntaba si estaba bien vestida acorde para la fiesta, pues temía que fuera poco glamurosa para una gran fiesta de gala, pero no creo que fuera tanto, después de todo era para celebrar que estábamos en nuestro último año.

Vi al anfitrión de la fiesta, James, estaba grandioso la verdad, me preguntaba donde rondaría Alek. En fin. -Hola James, te ves muy elegante, perfecto siendo el anfitrión de la fiesta, gracias por haberme invitado. ¿Cómo va todo?-le pregunté mientras cogía una copa de champán. Bebí un poco y era realmente bueno. -James, todo esto es demasiado para una fiesta adolescente.-dije con una gran sonrisa.

Pero en ese momento me distraje del todo, era como ver a un dios, Alek, mi cazador, estaba realmente bello, espléndido. Estaba elogiándome, aún se le veía algo decepcionado por no dejarme traerme, pero es que ya lo tenía decidido. -Alek, estás deslumbrante, despanpanante, maravilloso...-le dije mientras me acercaba a él y juntaba mis labios con los suyos y los fundíamos en un beso de amor.
-Por cierto, la próxima vez iré en esa motaza que tienes, es magnífica.-le dije sonriente tras el beso.

Me giré un momento para coger un canapé y vi a Elena, pero un momento, iba con la híbrida y con un vestido que no era el que iba a llevar. Me giré mirando a Alek. -Chicos, vamos a tener ya problemas, ha venido una persona non grata, Katherine, Petrova...-dije yendo hacia el lugar. Cogí del brazo a la falsa Elena. -Hola Elena, ven conmigo... -la llevé alejada de todos para que no nos vieran tras un gran árbol. -¿Qué haces aquí Katherine? esto puede causar muchos problemas.-dije enfadada.

Spoiler:

Como iba estar triste después de haber logrado safarme de Klaus, hasta tenía la arma para matarlo ahora que no tenía ningún poder.Pero no pensaría en esas cosas , no ahora, ya que era un día maravilloso.Con solo decir que esta noche seria uno de mis mejores , porque esa fiesta que está siendo organizada por James.
Pero la que estaba más feliz que yo, era mi adorada sexy vampiresa. Katherine Petrova. Si ella misma, mi única y mejor amiga. Y las dos habíamos planeado ir a esa fiesta juntas. Pero por mi cabeza se me pasaban muchas cosas maliciosas, claro aparte de que íbamos a ver a la doble Petrova, y esta vez convertida en una vampiresa novata . Pero lo peor es que yo no podía hacerle daño, ahora tenía que ser mi amiga. Y todo eso porque Damon y yo habíamos hecho una promesa, en fin .
En cuanto llegamos a la mansión Cromwell, en la entrada un mayordomo cogió nuestros abrigos, y luego las dos juntas entramos a la casa .-Claro Kath, unas un par de whiskeys estará bien-conteste con la misma sonrisa . Cuando me acerqu a la mesa de los tragos, y estaba cogiendo dos copa vi que la cazadora se le acerco a Kath, y salieron rápidamente. Dejando la copa Salí al instante detrás de ellas, es que no me fiaba para nada de esa cazadora.
Observe desde lejos lo que hablaban, pero no me iba quedar allí parada mirándolas a mabas. Al escuchar que dijo Elena me rei, esto si que ra perfecto. No tarde ni un segundo , y aparecia al lado de ambas . –Tienes algún problema con Elena - dije mirando de frente a los ojos de esa cazadora. Solo me faltaba que esta empezara a atacar a mi sexy Katherine, aunque para ella sería algo difícil, ya que estábamos dos contra uno.

Día de fiesta. Reichen no tenía ganas de ir a casa de James, menos despues de que ambos pelearan fuertemente en esa ceremonia. Lo bueno de todo es que su hermano estaría ahí sin duda alguna. Todo eso podría arreglarse luego de una charla, o algun hechizo de convencimiento. No sabía si eso daría resultado. No iba a hacerlo, para nada lo haría. estaba convencido de que lo mejor era hacerse a la idea de que no iría. Estaba leyendo un libro en su recámara. Vincent estaba en el escritorio usando el ordenador portátil, jugando algo en línea o algo así. Bajó al primer piso de la casa, tenía el antojo de un jugo frío. Fue directamente a la cocina, pasando por la sala. No era muy grande la casa, pero vivían tranquilos, y tenía todas las comodidades. Abrió la puerta del refrigerador, cuando de repente escuchó el timbre sonar. Dejó la jarra de jugo de naranja en la mesa. Se dirigió despues a la puerta de entrada. Y ahí estaba alguien que era aterradoramente guapo, pero tambien aterradoramente malvado cuando tenía que serlo.

Era su supuesto nuevo maestro de la escuela. Entró en pánico, pero de nada le sirvió. Fue forzado a abandonar su casa, y dirigirse a algun lugar que desconocía por el momento. Elijah lo llevaba consigo en su coche, con esa sonrisa que le caracterizaba. Reichen se acomodó los cabellos que tenía en el rostro y se los colocó detrás de las orejas. No le gustaba la idea de salir con Elijah. Llegaron a un sendero conocido, uno donde le era familiar todo. Había coches afuera, luces, música, y ambiente festivo. Esa era la casa de James Cromwell. ¿ Qué iban a hacer ahí ellos dos?

- ¿Tenías que traerme en piyamas a una fiesta de fin de cursos?- Fulminó a Elijah con la mirada, porque efectivamente, no le había dado oportunidad de cambiarse. Bajaron del coche, y Elijah lo tenía rodeado con un brazo, para que no se pudiera zafar. Ahí estaban todos sus amigos, pero le daba algo de vergüenza el entrar a una fiesta donde todos iban bien vestidos, menos él. - ¿ Qué es lo que quieres de mí en este lugar?

Elijah estaba listo para la fiesta que se daba en la mansión Cromwell. El plan que había hecho salió a la perfección, aunque le sorprendió haber encontrado un hechicero fácilmente. Después de haber hablado con su hermano Klaus, y de haberlo dicho todo lo que pasaría en esa fiesta. No tenía palabras para descifrarlo,porque por fin Klaus tendría su verdadero cuerpo, y nadie lo impediría .
La conversación con su hermano había terminado, y lo dejo para que este se aliste, ya que quedaron para verse en esa fiesta . Elijah salió de la mansión en busca de su nuevo amigo hechicero. En cuanto a la casa de ese joven, paro su auto en la puerta , y se acercó a tocar la puerta. En cuanto este le abrió le llevo de los brazos así como esta , y le subió a su auto.
En todo el camino no dijo ni una sola palabra, porque no quería que este hechicero le hiciera preguntas y preguntas, claro como siempre Elijah se comportaba muy amablemente para que todo le vaya muy bien. Con la velocidad que condujo el auto no tardaron en llegar a la fiesta. Paro el auto en la puerta, y ambos bajaron sonrientes.
-No importa como estés vestido, la cosa es que te diviertas en la fiesta de tus amigos –contesto mirándole de frente. La verdad es que le daba igual como haya venido su nuevo amigo, con tal de que haga lo que quiere pues no pasaba nada. Entramos a esa fiesta , pero mis brazos rodeaban a Reichen, porque no quería que este se fugara al ver a sus amigos .
-No hagas preguntas, y sonríe a todos. Es más me lo agradecerás después que termine la fiesta. Y por tu bien harás todo lo que te ordene, si no tus amigos pagaran las consecuencias-finalmente entraron a esa gran fiesta, y se lo llevo al lugar donde estaban los tragos. Cogió dos, y uno se lo dio a su amigo para que brinadaran. No quería que nadie más lo viera, aunque sería genial saludar a su vieja amiga Elena.

Spoiler:

Brittany Hood regresó a Mystic Falls. Luego de hacerse unos pequeños arreglos para que no la reconocieran, pudo pasar desapercibida en la escuela. Entró bajo el nombre de Holly Carter. Realizó un hechizo en forma de perfume de bergamota y de ruda, para poder disfrazar su esencia de bruja, y así no sería detectada con facilidad. Sin embargo, sabía que tenía contrincantes muy poderosos, y esos eran los tres hechiceros de Mystic Falls: James T. Cromwell, el más estudiado de todos, Aleksand Bright, el cazador leal y Reichen Morgan, considerado el nuevo brujo. Había estudiado perfectamente sus armas, y tenia todo absolutamente a su favor. Era el momento correcto para conseguir lo que quería. Alguien en Mystic Falls le había ofrecido dinero a cambio de que fuera por todas las cabezas de seres sobrenaturales en el pueblo. Ella aceptó encantada. Escuchó que se daría una fiesta en casa de James, por lo cual ella tendría que estar preparada.

La guerra estaba por comenzar, pero necesitaba de un gancho que le ayudara, de algo que en verdad le permitiera entrar de lleno a su trabajo. ¡ Que se cuiden los Salvatore! Pensaba para sí misma, con los hechiceros ya tenía otros planes. Mientras tanto, iba a hacer uso de todas sus tácticas. Iba a hacer una locura su idea, pero sería divertido. Entonces, decidió que podía poner unas bombas en forma de manzana debajo de cada carro, y ella podría hacer que explotaran. Nadie se podría dar cuenta.

Se quedó escondida afuera de la casa, entre los árboles, y se cruzó de brazos, sosteniendo su canasta y sonriendo maliciosamente.

Hoy era el gran día, iba a poder disfrutar de una fiesta normal, sin sucesos atroces y tormentosos que ocurrían en todas las fiestas pasadas. En mi cama estaba mi vestido rojo de corte de sirena, era precioso, lo había comprado para la ocasión, me quité el pijama y me lo puse, esperaba que Jeremy fuera a la fiesta, pues a él también le convenía salir y divertirse, despejar su mente un poco.

Me acerqué al espejo y me ricé un poco el pelo, estaba bonito el vestido la verdad, algo caro pero lo aprovecharía en más ocasiones la verdad.

My Dress:

Bajé las escaleras despacio para no caerme con los tacones, aunque sabía andar perfectamente con ellos, hay que tener siempre cuidado, llegué al hall y salí fuera, atravesé el porche y abrí las puertas de mi coche, me monté y conduje hacia la casa de James.

No tardé en llegar, pues Mystic Falls es un pueblo pequeño, y no entendía como cabía en él tal mansión, era enorme, tendría que tener cuidado para no perderme, aunque con mi nueva condición de vampira, no creo que sucediese. Dejé a un aparcacoches que aparcase mi coche, y entré al gran jardín. Un camarero pasó con copas y comida, y cogí una copa y le di las gracias.

Vi a James con Alek y me acerqué a ellos, esperaba ver por aquí a Damon o Stefan la verdad, quería verlos. -Hola chicos, que gran velada James, te felicito, ésta, será una de las fiestas más recordadas de todo Mystic Falls.-dije con una gran sonrisa.

Quería darle una alegría a mi abuela, por eso le dije que iré a la fiesta esa que va a dar James Cromwell en su casa. Total, él me devolvió mi cuerpo verdadero, es de fiar, y no va a ser tan idiota como para dejar entrar a cualquiera en su casa ¿No? Aunque tampoco creo que James conozca a todos los vampiros del pueblo como para saber a quién dejar entrar y a quién no. Vale, dar una fiesta en Mystic Falls es una soberana tontería y una locura total ¡¿A quién se le ocurre?! Vale, vale, esa respuesta ya la conozco. ¡¿Pero por qué?! ¡¿Es idiota?! Una cosa es que invite a un círculo de amigos concreto pero... ¿Invitar a todo el mundo? ¿A quién quiera? ¡¿En qué demonios está pensando?!

Después de esta rabieta que me ha dado, me pongo el vestido que me compró mi abuela y dejo que me ponga ese lazo que está tan empeñada en que luzca, dice que así estoy más mona. Me trago los comentarios, no quiero portarme mal con ella. Desde que me encontré con ese odioso vampiro en la playa tengo miedo de que le ocurra algo a Rosemary, tengo que cuidarla y tratarla bien. Le doy un abrazo y le pido que me deje llevar un pañuelo anudado al cuello, no me gusta pero tapará mis marcas y evitará que aparezcan otras nuevas, o eso espero. Llevo unas bailarinas, aunque hubiese preferido ponerme unas converse. Pero bueno, hoy voy a portarme bien. Doy un fuerte abrazo a mi abuela y le sonrío. El gesto es tan raro en mí que mi abuela me mira sorprendida, debo de lucir muy extraña, porque seguramente que mi rostro hasta está deformado por no sonreír nunca desde hace meses.

Me lleva hasta la mansión, por suerte ella ya sabía dónde está, porque yo ya ni me acuerdo de cómo llegar. Llevo una pequeña mochila. Al menos mi abuela me ha permitido traer esto. Aquí tengo guardado un móvil para llamarla si lo necesito y algunas cosas más. Bajo del coche y camino hacia la mansión. Suelto un gran suspiro y entro, pero me quedo en la puerta. Mierda, esa... tipa está aquí. La rubia loca. Miro hacia otro lado y me cubro la cara con el pelo para ocultarme. Me muevo y me quedo en un rincón alejado de la gente. En mala hora se me ocurrió venir aquí.

Spoiler:

Aleksand parecía haber sido sacudido por un fuerte viento proviniendo de todas partes. En primera instancia el beso de Meredith fue como un choque eléctrico inesperado, sus piernas incluso amenazaron con flaquearle ante la sorpresa. No era el primero que recibía de la chica, pero aquello aún le era muy nuevo y no estaba seguro de cuales eran las libertades que podía tomarse. Enseguida le sonrió dejando expuesto su entendimiento y conformidad sin llegar a evitar sonrojarse por eso. No pudo hacer mucho más que aceptar lo que dijo y verla marcharse en búsqueda de Elena, le hubiese gustado alcanzarle algo de beber pero la chica estaba empecinada en su amiga. Ignoraba porque la había llamado Katherine.

Segundo golpe, tan rápido como Meredith se alejó con la Petrova, Elena se acercó a él. Quiso detener el tiempo para intentar comprender lo que allí pasaba. Sinceridad absoluta, Aleksand había llegado a Mystic Falls con el conocimiento de quien era su protegida y que había un mal enorme tras ella. Lo que había descubierto hasta entonces era todo su labor e información de sus amigos pero se había omitido el dato que su protegida era la copia exacta de una antigua vampiresa. Si no fuera porque James había usado la palabra doble en el asunto, el joven rubio se hubiese creído con inicios de locura. Por su parte Elena era una criatura rebosante de hermosura que lo había dejado sin habla casi tanto como Meredith. Desde su charla en el lago, Aleksand había aprendido a querer a su yo vampiro casi tanto como a su antigua humanidad.

El joven Cromwell no tardó en señalar más problemas. ¿Acaso el universo se estaba complotando para hacer sonar sus palabras a mentiras? Quería asegurarse que nada malo sucediese, tenía esa promesa con James. El cazador consideró las palabras del hechicero. Sabía que Meredith no estaría en problemas, ella era tan capaz como el mismo en defenderse y por ninguna razón quería entrometerse en una pelea de chicas. El mero pensamiento le hacía doler la cabeza. Dejaría aquello a Elena. En segundo lugar estaba Reichen acompañado de un original, en ninguna parte de su cabeza encontraba razón para algo así. Tanto James como él mismo podrían ocuparse de eso pero luego de lo ocurrido con Joe consideró prudente mantener cierta distancia a menos que sea invitado. Dijo todo tan rápido que era cuestionable de donde sacaba aire para decirlo- Elena, te ves fantástica dejaré el asunto de las chicas a tu cuidado. Por favor dile a Meredith que vuelva a mi cuanto antes, después de todo decidí pasar la velada junto a ella. James, la próxima vez déjame las invitaciones a mi, iré a por nuestro hermano. Tú...tu siempre sabes que hacer Cromwell, no me des dolores de cabeza- Terminó casi riendo en su propia sinceridad y aunque la situación no lo ameritaba del todo, estaba de esplendido humor de ver a Elena y Meredith y la mayoría de sus conocidos en un solo lugar.

En cuanto se acercaba al Morgan supo que algo estaba muy mal. Reichen cuidaba muy bien de sí mismo y procuraba no destacar sino más bien ser uno más con las personas. El atuendo que llevaba no gritaba lo mismo. A su lado. uno de los originales con quien nunca había tenido el placer de hablar y daba gracias por ello. Se acercó al dúo con una sonrisa y dijo al fin - Con que allí estas, estaba a punto de montar la motocicleta e ir a buscarte-

Aunque nadie se lo creyera si lo dijera, aquella noche Katherine no iba con intención de fastidiar a nadie, aunque si tenía la oportunidad de crear un poco de caos lo haría, pero ese no era su objetivo principal. Había ido a la fiesta por que Valerie le había pedido que la acompañara, además, Katherine nunca decía que no a una fiesta. La vampiresa asintió cuando su amiga le dijo que sí a lo de las bebidas. -Dos whiskys pues. - dijo mientras ambas se acercaban a la zona donde estaban las bebidas. Mientras se aceraban, Katherine aprovechó para mirar en rededor, ni rastro de nadie realmente interesante, salvo James Cromwell, el brujo con el que coincidió Katherine en Chicago y que organizaba aquella fiesta. Lo único malo que tenía aquel chico era que era amigo de Elena, algo que perjudicaba a la vampiresa, cuantos más amigos tuviera en el pueblo, más difícil sería librarse de ella, pero bueno, por lo pronto no pensaba hacer nada al respecto, tenía cosas más importantes de las que ocuparse. Antes de que pusiera siquiera servirse el whisky una chica a la que no conocía se acercó y, dirigiendose a ella como Elena la sacó al jardín y la "escondió" tras un árbol.

Una vez estuvieron a salvo de miradas indiscretas, la chica se dirigió a ella por su verdadero nombre, algo que no la sorprendió, pues inmediatamente la recordó como una de las numerosas amigas de Elena. -¿Que qué hago aquí? Tú eres la que me ha traído detrás de un árbol.... - dijo con un tono burlón. ¿Es que una no podía ir a una fiesta sin que la acusaran de estar maquinando algún malévolo plan? Vale, cuando se trataba de Katherine puede que no, pero tenía el mismo derecho a estar allí que cualquiera de los otros. Valerie no tardó en llegar hasta nosotras y en seguida se puso a la defensiva. Katherine le hizo un gesto para que se calmara, pues Katherine quería saber quien era aquella chica, y por qué se metía donde no la llamaban. -Tú pareces saber muy bien quien soy, ¿pero quien eres tú? - preguntó alzando una ceja. No tenía pensado decirle que hacia ella allí, ni por asomo.

De vez en cuando, la mirada de la vampiresa se desviaba hacia la entrada, pues quería saber si entraba alguien que requiriera su atención más que la chica que la había dejado sin whisky. Y en un momento, la fiesta se llenó de gente interesante, pero los que más llamaron su atención fueron su doble y Elijah. Elijah, hacía mucho que no veía al original, la última vez que le vio, él la obligó a permanecer encerrada en la cueva que había debajo de la Iglesia, si mal no recordaba. -Bueno, ¿se puede saber que quieres? Tengo cosas más importantes que hacer que pasar el rato aquí contigo. - le dijo a la humana, que suponía debía estar entrenada para enfrentarse a vampiros, pues no era ni una bruja, ni un licántropo, ni una mujer lobo, pero Katherine llevaba mucho tiempo en el mundo como para que una niña de 17 años pudiera con ella, por muy entrenada que estuviera.

Escuché con gran atención las palabras que James y Alek me dirigieron, las primeras eran halagadoras, pero después, vino lo que suponí que no debería venir, problemas, allá a donde fuese siempre tendría algún que otro problema que debería solucionar, ya me estaba cansando de eso. Escuché como Alek me decía que me encargara de Katherine, y así lo haría la verdad.

Me acordaba de nuestra pequeña charla, era una cotilla la verdad, estaba segura que solo por ello no se iba de Mystic Falls. -Bueno entonces vamos allá, dos minutos sin entrar en problemas, era demasiado tiempo como para estar en normalidad, ya decía yo que era raro esto.-dije mientras ponía los ojos en blanco.

Me despedí de ambos chicos y fui hacia Meredith y Katherine. -Meredith, espera un momento, quiero saber unas cosas no le hagas nada.-dije mientras me acercaba a mi doble Petrova. -Katherine ¿aún no te vas todavía de Mystic Falls? no te queda ya nada aquí.-dije seria mientras trataba de hacerle comprender del peligro de que ella estuviera aquí.

Por fin hoy era el gran día, hoy era un día de celebración, por fin iba a recuperar nuevamente mi cuerpo con todo mi poder. Me puse un esmoquin elegante para ir a la ocasión, Elijah sabía que tenía que ceñirse al plan y se encargaría del brujo más débil de los tres, Reichen Morgan.

Así voy :

Llegué a la mansión, no estaba mal la verdad, pero mi hogar es mucho más grande y mucho mejor la verdad. Pero no estaba mal, ahora me tocaba actuar como Tyler y buscar a mi hermano para seguir el plan, yo me seguiría haciendo pasar por Tyler para reunir a esos tres, los dos brujos y el cazador, ya que me habían informado de que tenían un gran poder juntos y lo aprovecharía, usaría a la cazadora para tenerlos obligados a actuar.

Vi que estaba con Elena y Katherine tras un árbol con Meredith, fui caminando despacio y le dije a Meredith que Elena se encargaba de esto, y que Alek le llamaba. Así es como ella cayó en mi trampa, la cogí en brazos y me la llevé a una parte que habíamos preparado con antelación mis hermanos y yo cerca de un pozo. La mordí y bebí su sangre para dejarla sin fuerzas y la lancé dentro del pozo. -Buen viaje Meredith.-le dije sin evitar reírme. Después volví a donde estaba Elijah con los otros dos. -Chicos será mejor hacerle caso, he visto como Rebekah se llevaba a Meredith.-dije fingiendo miedo y pesar.

Spoiler:

Me habia enterado que iba a haber una fiesta a las afueras de Mystic Falls, lo cual no me podia perder, ya que en una fiesta uno siempre se puede divertir por lo que no lo dude un solo momento y me prepare para ir a dicha fiesta. Puede que me topase con conocidos en aquella fiesta por lo que eso lo haria mas divertido ya que estaria entretenido tanto si eran amigos como si era alguien que queria clavarme una estaca, fuese una opcion o otra seria divertido.

La verdad es que se podria decir que llegue un poco tarde a la fiesta, aunque bueno que se le iba a hacer, la verdad es que la puntualidad no era lo que se me daba mejor aunque un poco tarde tampoco era tan malo. En cuanto estuve en aquella mansion la inspeccione dandome cuenta de que habian caras conocidas al igual que otras completamente desconocidas. Me di cuenta de que estaba Joe, la chica a la que no deberia caer muy bien despues de haberle roto algun que otro hueso por diversion, luego tambien estaba mi amiga Valerie en la fiesta. A mi llegada preferi quedarme un poco separado mirando a la gente con una sonrisa.

Me habían invitado a la nueva fiesta que James había hecho, no conocía a casi nadie pero que no mejor que ir a una fiesta a conocerlos, además una fiesta sin mi no era muy buena que digamos. Subí rápidamente a mi cuarto agarrando mi vestido que me había comprado el día anterior y me lo coloqué, me peiné el pelo largo negro y liso, ya casi estaba lista para ir a la fiesta y comenzar a conocer a nueva gente.

Voy así:

Entré a la fiesta, era preciosa, la música sonaba y había un montón de gente, me había quedado sorprendida. Levanté la vista intentando encontrarme con Damon Salvatore al parecer no había venido aún, suspire y me crucé de brazos esperándolo.

No llevaba mucho tiempo en la ciudad, pero como en todo, no habia tardado en llegar a mis oidos de una celebración, que al parecer, seria la mejor fiesta de aquel lugar.
Lo que significaba un poco de sangre por aqui y por alla.
No tarde mucho en decidir asistir a la fiesta, para ello , cogi uno de los trajes que compre en italia, si no me equivoco, se trataba de un armani, me vesti con el y no tarde en llegar a la fiesta.

Spoiler:

Pensaba que llegaria de los primeros, pero al parecer tenia una idea equivocada , pues el lugar ya estaba repleto de gente.
Se podria decidir, que mi casa era como una de las habitaciones de aquel lugar, por lo que el anfitrion no debia de ser una persona poco adinerada.
Todabia no estaba muy al loro de las famas de aquel lugar, por lo que pretendia conocer un poco más de los habitantes en aquella fiesta, otra de las razones por lo que asisti, pero claramente esta era un poco más secundaria.
La mayoria de las personas , eran insensatos humanos de, ¿universidad, tal vez? Quien sabe, la cuestión es que hoy podria alimentarme lo suficiente para poder sobrevivir durante un mes.

Me habia enterado que habia una fiesta a las afueras de la ciudad...todos estaban invitados asi que me tome la libertad de ir, la verdad es que estaba bastante nerviosa porque no conocia aun a nadie.
Me cambie, tenia el vestido adecuado para mi buena suerte lo habia comprado hace poco y seria la ocasion perfecta para usarlo

My Dress:

Salí de mi casa, no estaba muy lejos en realidad de allí.
Llegue a la mansión había mucha gente ya ..me sentí algo intimidada pues parecía que todos se conocían y yo era la única rara que estaba sola. Me limite a quedarme apoyada en la pared

Quizá no fue buena idea venir - murmure para mi

Spoiler:

Dí el último ajuste a mi corbata mientras observaba la perfección reflejada en el espejo y como la sonrisa la acompañaba. Nadie se había percatado de mi presencia y eso que ya llevaba una semana en lo que a simple vista era un pueblucho de mala muerte. Estaba en mi fortuna que yo no veía con los ojos sino con otros sentidos y estos me indicaban que un par de latigazos a los humanos y Mystic Falls sería un fragmento de la Dimensión Oscura en el mundo humano. No me costó nada enterarme de la supuesta fiesta en el pueblo, lo que había empezado como una simple reunión para chicos de secundaria terminó abarcando a casi todo aquél que vivía allí. Yo no sería la excepción y no me importaba no tener invitación, obligaría mi entrada si era necesario.

Me acerqué al árbol que estaba en el jardín trasero de la casa que convenientemente había conseguido. Un poco de magia aquí y otro allá y de repente me encontraba parado sobre la rama de un árbol de lo que se había convertido en los lindes del estacionamiento de la mansión. No había nadie más que una joven rubia justo por debajo. Nuevamente a simple vista no había nada malo en la chica, salvo su sonrisa algo desquiciada y una canasta en su mano. Inhalé profundamente y el exquisito aroma a fuego inundó mi olfato, lo que sea que había estado en la canasta esperaba a ser encendido y los fragmentos habían sido ubicados en algunos de los automóviles parados. Reía divertido mientras descendía y rodeaba a caperucita roja, no amenazante sino más bien claramente interesado- Con que eres la encargada de los fuegos artificiales. Te tengo una pregunta y te dejaré en paz desapareciendo tan rápido como he llegado. ¿Planeas sólo escuchar el ruido del metal o puedo agregarle un poco de rojo y gritos al asunto?- le pregunte con una naturalidad que echaría atrás a más de uno. Internamente esperaba que la chica aceptase la propuesta, un par de humanos haciendo lo suyo en los automóviles y ¡Boom! Un espectáculo lleno de color y sonido. Horror y estupefacción de los invitados para deleitarse por horas. Mis ojos brillaron de excitación a la joven mientras esperaba su respuesta.

Levante la vista para ver a los que se encontraban allí y bastante fue mi sorpresa al ver a Finnick, ya sabia su nombre....era lo esencial por lo menos saber quien era el vampiro que me transformo .
La ultima vez que nos habíamos visto nuestra reunión no fue ni incomoda ni cómoda, se podría decir que era algo difícil de explicar.
Camine lento pero a la vez segura hacia el sonreí de lado al verle - así que tu también estas aquí - dije ya a su lado - debo decir que no me sorprende al fin y al cabo no creo que seas de esos chicos que se pierden las fiestas aunque a tu edad no creo que encuentres fiesta que te asombre - dije aludiendo a su edad de manera burlona