La canción de Aleksand (Aleksand)

En la estación de radio de Mystic Falls se efectuaba un concurso para saber quien podía adivinar la canción que estaba sonando en la radio en ese momento. Reichen Morgan limpiaba la cochera en ese momento mientras escuchaba canciones en el radio-reloj despertador viejo de su padre. De repente el locutor dijo:

" En la primera llamada que reciba y me responda cómo se llama la siguiente canción, ganará una motocicleta. Así como lo oyen, una motocicleta nueva de paquete, gracias a nuestros patrocinadores".

Reichen volteó a ver a la radio, y puso los ojos como platos. Corrió al teléfono de la casa, y al identificar la canción, supo que esa moto debía ganarla a como diera lugar. Entonces, respondió. Era " A Real Hero", de College. Entonces el locutor gritó de la emoción. Se quedó sentado despues de haber llamado, y despues de que le tomaran sus datos. Había ganado esa motocicleta. Seguía sonando la canción, y al escuchar la letra, se acordó inmediatamente de su hermano Aleksand. Vincent, su hermano ya tenía una, que usaba para impresionar chicas. Era bueno manejando, lo había visto nuchas veces.

" And a Real Hero... Real Human Being ♫♫♫ "

Pensó en Aleksand, entonces tomó la decisión correcta. Fue a la estación de radio para recoger su motocicleta. Se fue al parque, y ahí estuvo sentado un rato. Le mandó un mensaje de texto para reunirse con Aleksand en ese lugar.

"Querido hermano, tengo que hablar contigo urgentemente. Te veo en el parque. Tengo dos ruedas que te pertenecen".

Se quedó sentado en la banca. Lo esperaba contento, pensando en lo feliz que se pondría que esa motocicleta era para él, y solamente para él.

Lo que hacía estaba fuera de la supervisión de James. Era casi una obligación hacerlo por si mismo y sin la ayuda de nadie. Ahora entendía el día que había conocido a Reichen. La magia elemental era muy difícil de manejar, y podía acabar con la paciencia de más de uno. Para su suerte, él mismo tenía una voluntad que surcaba el infinito y no se rendiría hasta lograrlo. Por su parte tenía su móvil sonando como si fuera estuviera librando una batalla épica contra el ejercito enemigo. Cuando su objetivo era encender un fuego como lo había hecho en la noche de luna llena. Apenas si producía unas chispas, perseverando algún día la madera prendería.

De repente la música cesó, distrayendolo. La magia que estaba canalizada para producir una chispa envió a su móvil al vuelo, cayendo al piso sonoramente. Seguía funcionando, era un mensaje de su hermano. ¿Dos ruedas? Se quedo pensando un par de minutos cualquier tipo de alusión o metáfora a alguna de sus pertenencias a la que pudiese referirse pero no encontró nada. ¿Acaso era alguna especie de mensaje en clave? Había dicho urgente, quizás estaba en problemas por lo que salió corriendo a toda velocidad hasta el lugar de encuentro.

Llegó jadeante, pero a tiempo record solo para encontrarse con el hechicero esperándolo en una banca muy sonriente. Sus ojos buscaron algún enemigo en las sombras, pero no había nada. Solo ellos- ¿Q-qué paso? Creí que decía urgente - intentando captar aire mientras apoyaba las manos sobre sus rodillas.

Miró a su hermano llegar, y notó que estaba hiperventilando hasta el cansancio. Pobre, dijo Reichen, en ese momento deseaba tener un tanque de oxígeno listo para él.

- Perdón, hermano. No quería asustarte, pero de verdad era una emergencia. Lamento haberte tenido que decir las cosas así de crudas por texto.

Se levantó de la banca, y le sonrió ampliamente. Se acercó a su hermano a darle un abrazo. Entonces, le rodeó con un brazo, y lo llevó consigo, acercándose a la motocicleta. Se alejó de él, para tomarle una foto de cara de sorprendido. Despues de que le dijera lo que le iba a decir, posiblemente se quedaba algo estupefacto.

- Te pedí que vinieras porque, quería decirte que esa motocicleta que está ahí, es para tí. Quiero que la disfrutes, te relajes, y llegues a tiempo a todos los lugares a los que tengas que llegar. Así que, con mucho gusto te la regalo. Además sabía que querías una, me lo habías dicho alguna vez. ¿ Qué te parece? ¿ Te gusta?- Le preguntó emocionado, quizá un poco más emocionado que Aleksand.

Aunque tenía el estado físico de un atleta olímpico, le tomó un poco de tiempo recuperarse. Tiempo que utilizo para escuchar a Reichen y seguirlo con la mirada. No parecía ser un asunto urgente y no tenía idea de que quería su amigo con todo esto. Acto seguido se vio arrastrado por Reichen hasta un objeto que relucía increible a la luz, casi dejándolo deslumbrado. En aquél momento de descuido su hermano se había alejado de él y lo miraba con una sonrisa. Finalmente no tardó en explicarle de que se trataba todo.

Los ojos de Aleksand quizás brillaron tanto como el objeto que tenía junto a él. Ojos de total emoción, como un niño el día de su cumpleaños o en navidad cuando recibía su tan esperado regalo. Miraba a Reichen, luego la moto, a Reichen, y así por un buen lapso de tiempo. Algo así no podía ser real- Espera, ¿Me la regalas? ¿Tu sabes lo caras que son estas cosas? - le dijo acariciando el metal como si se tratase de una pluma- ¡Es una R6! ¡Cuatro cilindros y válvulas de titanio, 600cc! Es un monstruo, Reich- le decía como si hubiese el hechicero hubiese consultado un catalogo de motos.

¿Estas de broma verdad? Esa cosa es fantástica, y el color...¿De donde la sacaste? -Decía dandole vueltas como un león a su presa a aquella increible maquina.

Spoiler:

- No querrás saberlo- Rió un poco- Tenía que adivinar una canción en la estación de radio. Así que curiosamente me la sabía, y respondí, y así fue como me gané esta belleza de dos ruedas, en mi emergencia de dos ruedas. ¿ Ahora sabes por qué mi mensaje? No podía decirte : " Oh, tengo una motocicleta que regalarte,¿ Podrías venir?- Le dijo con un toque humorístico.

- Espero que te guste. Y sí, me he enterado de cuanto vale esa máquina bella, pero no me importa. La sonrisa de mi hermano no tiene precio- Le dio una sonrisa fraternal, y se cruzó de brazos- ¿ Y qué? ¿ Vas a quedarte aquí sorprendido de cómo me he ganado esta belleza? ¡Anda! Da una vuelta y siente cómo funciona esa cosa.


Una leve ráfaga de viento se aproximó, y movió los cabellos de Reichen y los de Aleksand. Esa fue una caricia de la madre naturaleza, bendiciendo la amistad y la fraternidad de los dos hermanos. Entonces se volvió a sentar en la banca, y observó a su hermano a ver qué decisión tomaba. Lo veía feliz, emocionado por el regalo.

Estaba simplemente sorprendido, anonadado. ¿Aquella motocicleta por adivinar una canción? Bendito los cielos que llenaban de suerte a su amigo. Por aquél momento se olvidó completamente de lo que decía el mensaje, su razón o motivo. ¡Una Yamaha R6 era suya! No podía pensar como empezar a agradecerle a su hermano. No había palabra, gesto o acción que diese justicia de la felicidad que llevaba dentro. Eran pocas las veces que había recibido un regalo en su vida, ahora la mayoría de puestos estaban siendo ocupados por su dos amigos hechiceros.

-¿Qué si me gusta? ¡Es una maravilla! - Su tono era animado, muy vivaz y sonoro acompañado de una amplia sonrisa. El alemán no tardo en subirse y girar las llaves que ya estaban en posición para su marcha. Se deleitó con total gusto en el sonido del motor para luego volver a su hermano- Espera...¿No piensas subirte? Esta cosa tiene espacio para dos...que digo...¡Tres o cuatro!- reía con autentica felicidad. Ahora no tenía que seguir molestando a James con los traslados o preocuparse por si alguna emergencia ocurría. Tenía su propio vehiculo, y ya internamente moría de ganas de mostrarselo a Meredith.

Se le quedó la mirada congelada por un momento. No quería revivir ese momento en donde una vez cayó de una motocicleta cuando iba con su hermano Raleigh. No era tan valiente como lo era Raleigh, o como lo es Aleksand. Solamente recordaba cuando cayó a una montaña de hierbas, cuando su hermano iba manejando a alta velocidad, y por no sujetarse bien, salió disparado volando a ese montón de hierbajos.

- Digamos que...- Se puso de pie algo nervioso, y volteando hacia otro lado- ...no me he vuelto a subir a una motocicleta desde los 13 años. Es algo raro, lo sé, pero es la verdad. No me he podido subir a una moto desde entonces. Quizá he creado una fobia. Además es bastante arriesgado, ya que si fuera vampiro, o cazador sería invencible, pero como no lo soy, corro el riesgo de que me pase algo. No es que no confíe en tí pero...- Contempló un momento la mirada del joven. Estaba realmente emocionado. Soltó un suspiro de resignación, no podía decirle que no a su hermano. Todo se estaba repitiendo, la misma historia, el mismo escenario.

"Raleigh. Querido hermano, me arrepiento de haberte asesinado"

- De acuerdo, vamos a dar una vuelta. Pero prométeme que iremos despacio, o que le instalarás dos pequeñas llantas en la llanta trasera...- Sonrió algo avergonzado- De acuerdo, es mala idea...

Aleksand lo miró con una mezcla de preocupación y entendimiento en su rostro. Si bien quería compartir ese momento de dicha con su hermano no quería presionarlo demasiado, Reichen tenía demasiado sufrimiento como para poner una situación estresante más sobre sus hombros. Con una leve sonrisa debido a su valentía le tendió un casco al hechicero. Por mucho que se moría de ganas de salir a toda velocidad del pueblo y probar los límites de su motocicleta cumpliría con la petición del Morgan con mucho gusto. Sinceramente no tendría nada que probar luego si no fuera por su increible regalo.

Por su parte Aleksand se colocó su casco, tan plateado y a juego con el vehículo, cada haz de luz lo hacía brillar como a la misma Luna. Subió y aceleró un poco sin moverse de sitio para evaluar el motor. Magnifico- Prometo que iremos despacio, si te aferras a mí dudo que pase algo. Soy mejor conductor de lo que parezco- Una sonrisa furtiva se escapó algo escondida por el protector y una vez que Reichen estuvo en posición, Aleksand dio inicio a la marcha. Era lenta pero constante, aunque no lo suficiente para poder sentir el viento sobre sus cuerpos.

Mystic Falls no es un pueblo grande por lo que no tomó mucho tiempo darle la vuelta ganándose la mirada de algunos curiosos ante semejante cosa que iba por las calles. Por su parte el alemán iba muy atento al camino para garantizar un paseo seguro a Reichen, con un poco de suerte podría ayudarlo con aquella fobia que tenía. Al final, terminaron por volver al lugar donde comenzaron- ¿Qué te pareció?

( Rol Off: No me gusta criticar, pero no me quedó claro. ¿ Dónde conseguiste los cascos? Jajajajaj xDDD ¿ Los apareciste por arte de magia? xDDD )

Reichen aceptó el paseo un poco de mala gana, pero se trataba de Aleksand,así que accedió por completo a final de cuentas. Había llevado consigo un par de cascos, ambos plateados, que venían con la motocicleta de regalo. No se imaginaba que Aleksand y él podían dar un paseo ese mismo día. Por lo tanto, se subió a la motocicleta, y se aferró a su hermano como pudo. Se puso el casco previamente para poder irse con toda seguridad. Su hermano arrancó la moto, y accedió a disfrutar del momento. El aire se sentía bien. Pero algo dentro de él hacía que se sintiera aun mejor. No estaba paseando en moto con ningún desconocido, era con su hermano. Todo era demasiado bueno para ser verdad.

Pasearon unas cuantas vueltas por los alrededores de Mystic Falls. De lejos Matt Donovan y otros chicos conocidos los vieron pasar juntos a los dos hermanos. Por la mente le pasaban muchas cosas,y una de ellas era si alguna vez tendría que llamarse Reichen Morgan, Reichen Warren o Reichen Bright. Al parecer ya tenía tres apellidos para escoger, casi como en un menú de restaurante. Sonrió ampliamente, mientras depositaba su cabeza en la espalda de Aleksand, distrutando del paseo.Era demasiado divertido con él, y no había montículo de hierbas donde pudiera caer.

Habían llegado hasta donde se encontraban en un principio. Reichen se retiró el casco y respiró aire puro, también se sintió tan feliz que quería expresarlo.

- Me siento tan feliz, tan lleno de vida. Esto es increíble, sinceramente. Jamás me había sentido con tanta vida como ahora. Te lo agradezco de todo corazón, y creo que esta vez, vamos a subir de intensidad. Vamos a aumentar esto de velocidad, porque quiero superar mi miedo. ¿ Podrías ayudarme?- Le pidió a su hermano, estaba feliz de poder superar un temor que tenía que enfrentar desde hace mucho.

(Supuse exactamente lo escribiste tu XD. Aunque sería fantástico aparecer cosas así de la nada jaja)

Aleksand se veía tan feliz o incluso más que el propio Reichen por haber soportado e incluso disfrutado aquél viaje. La satisfacción de superar la propia debilidad, el rubio conocía aquello muy bien y todos los días se exponía a eso. Esa era su forma de buscar adrenalina porque para alguien con su trabajo la falta de esa emoción era terrible. Por un momento se acordó de Isabella, aquella adorable chica francesa que conoció al llegar a Mystic Falls. Se preguntaba si algún día podría compartir un viaje en motocicleta a su lado o si ella ya se habría vuelto a su país de origen.

Enseguida Reichen hizo una nueva propuesta, una que volvió a arrancarle una sonrisa. Su hermano realmente lo estaba intentando y por lo tanto no había lugar a la negación. Podía sentirse orgulloso, no solo de ayudar sino de saber que el hechicero avanzaba dejando cosas atrás. Aleksand volvió a hacer sonar el motor, esta vez con un sonido más prolongado y fuerte, esta vez iría justo al límite de velocidad, con el cuidado de estar al tanto de la reacción de Reichen al respecto. Si sus manos los presionaban demasiado fuerte sería signo de disminuir la velocidad.

-Esto se pondrá ventoso- Le dijo por debajo del casco y arrancó. La libertad de poder ir más allá, más rápido que con el poder de dos piernas lo embargó por completo. Estaba absorto en el viaje, ojos en la calle y alma en la velocidad, posiblemente el joven Bright era uno con el viento.