Salida A Comer (Libre)

Bueno, yo que soy nueva en la ciudad, decidi conocer los lugares de Mystic Falls y yo estaba aburrida de la comida de mi padre, y decidí salir al Mystic Grill yo sola para comer algo diferente ya que me aburrí de la comida casera y saludable, entre y había muchas personas y me sentí muy nerviosa por eso, estaba sudando y temblando un poco y es porque soy muy tímida, me senté en una mesa, y me tranquilice un poco

saque mi cuaderno de mi cartera y una pluma para escribir algo, ya que no me gusta tanto esperar, asi que ya empeze, aun estaba esperando, vi a un mesero lo llame y vino a mi mesa y me atendio, pedi algo tipico de la zona, y se fue y me puse a escribir un poco mas, de poemas, y seguia mirando todo el lugar revise el menú, Me senti muy nerviosa, la gente me veia de arriba para abajo, seguro notaron que no soy de por aqui

Estaba sentado en la barra... desde hace demasiado tiempo. Decidí pasar un buen rato o simplemente dejar que el alcohol me llegara mejor a la cabeza si caminaba un poco. Miré el local. Gente que no conocía haciendo su vida como siempre. Joder, yo no es que quisiera formar parte de ellos pero es que me daban un poco de envidia. La mayoría estarían preocupados por sus estúpidas cosas que no sabían que estaban en un pueblo rodeados de chupasangres. Entonces la vi. Una chica. Al principio no presté atención pero tenía algo magnético. Me terminé el trago de Whisky de un sorbo y di un ligero golpe en la barra antes de caminar hacia ella. Me fijé que escribía, caminaba tan silencioso que no se percató de mi presencia. Leí de lejos algunas portadas de los libros que la acompañaban y coloqué la palma de mi mano junto a ellos.

-¿Te gusta la poesía? -Esperé un poco a su respuesta mientras acariciaba la portada de los libros. -Perdona, no es normal acercarse a alguien así. Me llamo Gnusmer, espero no molestarte

estaba esperando mi hamburguesa, seguia escribiendo en mi cuaderno algo de poesia, veia todo como era, y muchas personas y me senti algo extraña, y la gente me miraba, seguro notaron que yo no soy de aqui, esperaba por mi comida y ya que tenia mucha hambre, seguro habia muchas personas que pidieron su comida antes que yo la pidiera

-Eh si me gusta la poesia- le dije algo nerviosa

-Ok, si es verdad, mucho gusto yo soy Manrie Coleman, no importa, no me estas molestando- le dije y me presente a aquel chico

Sonreí de lado, la chica se alteró con mi presencia y eso me parecía gracioso. Me estaba dando autoestima y eso no se paga. Me senté junto a ella, sin esperar su invitación. Muy cerca de ella y coloqué los brazos encima de la mesa.

-Dime, Marnie, puedo escuchar de tus labios la poesía mientras te invito a comer algo. Beber solo te da pinta de solitario pero comer... ¡uf, pareceré viudo! Y soy demasiado joven para aparentar eso, ¿verdad? -Le quiñé un ojo y le sonreí de nuevo.

sonrio un poco, yo estaba algo nerviosa, con la presencia de ese muchacho, ningun chico se me ha acercado asi en mi vida, es muy bueno que pase esto, esperando por mi comida aun, estaba sudando un poco por los nervios, que me causaba ese muchacho

-Si, ah bueno es que me da pena, okay, aja si, jajaja como que viudo, claro que si eres muy joven para aparentar eso, claro que si lo es-le dije algo nerviosa pero se me esta pasando

Seguía sentado pero eché mi cuerpo hacia atrás, para mirarla con... perspectiva. Notaba que estaba revolucionada con mi presencia. Me pareció en parte divertido. Sonreí y me acosté en el respaldo.

-Chica, no te pongas nerviosa -me acerqué a su oído a susurrarle esto -No te voy a comer -. Me alejé de ella y miré a sus libros. Cogí uno y lo abrí. La poesía nunca fue mi devoción, no soy de los que leen rimas para recitarlas de memoria para las chicas. Llamé al camarero para que nos atendiera -. Tomaré un martini rojo junto con el plato combinado de huevos, patatas y bacon. Y la chica ponle lo que quiera -la miré guiñando un ojo para animarla.

el me estaba mirando, me senti demasiado nerviosa, pero voy a calmarme un poco, no me pasara nada malo, estoy muy segura aquí en Mystic Falls, y en un lugar con muchas personas

-aja, bueno tratare de no me ponerme nerviosa- le dije aquel chic que parecia confiable y muy agradable -Lo se y no creo que lo hagas- le dije confiada, esperando al mesero, ya tenia mucha hambre y no queria esperar, pero ni modo debo esperar al mesero, y llego

-Por favor, Mesero me puede dar una hamburguesa con patatas fritas y una Coca-Cola- le dije aquel mesero, y me puse a esperar por la comida

Reí alto. Me sorprendió sin duda. ¡A la mierda la dieta! ¡Que le den lo de no comer para ser modelo! La miré aún riéndome y como no me entendía tenía que explicarme.

-No eres como las demás. Normalmente se piden una ensalada y agua. Con eso creen que tendrán para todo el día pero sólo se engañan -Me acerqué a ella para susurrarle -. Algunas hasta cogen de mi plato porque tienen hambre.

LLegaron nuestros platos enseguida. Empecé con cortar el bacon a cuadrados. Me gustaba lo de pinchar una patata, un trozo de bacon y mojarlo en el huevo. Qué me aspen, me gustaban los combinados en mi boca.

-Dime señorita Coleman, ¿porqué una chica viene con poesía a un restaurante? A no ser que te guste lo de dar una imagen de chica intelectual y solitaria. Pero eso lo dudo. No me has echado cuando te hablé.

lo vi y se rio un poco, seguro porque oyo lo que yo pedi para comer, yo no amo las dietas, yo estaba esperando mi comida

-En serio, pues no hago dietas, eso es verdad, a mi no me gustan las dietas,- le dij a Gnusmer para que me conociera un poco mas

-ah eso si que es extraño, nunca oi eso- le dije a el riendome un poco

ya llegaron los platos, si tengo mucha hambre, agarre mi comida y la mordi, esta muy buena esta hamburguesa, y tome un sorbo me mi refresco, esto esta muy bueno

-aja, bueno es un pasatiempo, eso no me gusta, a mi me encanta la poesia y la literatura, ah okay, para que lo haria- le dije a el con un tono confiado