Demasiada hambre {Libre}

Hora de comer. Ese día, entre unas cosas y otras había aguantado demasiado sin hacerlo y ya era suficiente si no quería acabar hincándole el diente a cualquier humano. Caminé cruzando la ciudad a paso ligero intentando no centrarme en las palpitaciones de los corazones de las personas que pasaban por mi lado, aunque en ese momento me era casi imposible no hacerlo. Me maldije por ello, sabía que no debía arriesgarme a estar tanto tiempo sin beber sangre, era peligroso, para mi y para las demás personas. Para ellos porque acabarían sin una gota de sangre en su cuerpo y para mi porque podrían descubrirme y porque, para que mentir, me sentiría realmente mal, cosa que me daba rabia, las pocas veces que lo había hecho me había ocurrido eso. Antes de mi cambio de actitud respecto a mi comida, atacaba a las personas, arriesgándome a ser descubierta, pero en aquellos momentos no me importaba. No me sentía mal, no me importaba tener que manipular el cuerpo para que pareciera un ataque de un animal, no me paraba a pensar en si esa persona tendría familia, hijos...

Pero ya no solía arriesgarme tanto porque ya era capaz de, antes de hincar el diente, pararme a preguntarme esas cosas, algunas veces muchos se habían salvado gracias a ello, aunque para ser sincera, algunos no, pero mis motivos había tenido para no dejarles escapar.
A veces bebía más de lo que necesitaba para aguantar un poco mas sin hacerlo, fallo mío por no hacerlo aquella vez.

Sabía que mis ojos ya estarían ensombrecidos por lo que seguí caminando a paso ligero y agachando la cabeza. En cuanto me adentré un poco en bosque mis colmillos salieron a relucir, mi hambre en aquel momento era voraz. Corrí abriéndome paso entre los árboles del bosque, y en cuanto visualicé un animalillo, un conejo para ser exactos, me tiré a por el. Clavé mis colmillos en su pequeño cuerpo y succione con todas mis fuerzas. La saboreé y disfruté de la sangre que bajaba por mi garganta y fluía por mi cuerpo hasta que el conejo se quedó sin esta, pero quería más...necesitaba más.

Ya había estado en el hospital para conseguir sangre, pero por si acaso fui al bosque a ver que tipo de animales rondaban por allí por si alguna vez iba a tener una urgencia de sangre.

Llevaba una hora dando vueltas y ya había visto conejos, ciervos incluso lobos y perros salvajes. Decidí subir a un árbol para poder mirar el bosque desde más arriba. En ese momento divisé a alguien corriendo demasiado rápido. Demasiado rápido para ser una humana, no olía a un humano. Me mantuve en silencio encima del árbol de pie en una de las ramas.

Aquella persona era una chica joven que por el modo de atacar a los animales tenía mucha hambre. Me gustaba ver a los vampiros fuera de control, sabía que se sufría, pero verlo en otros vampiros era divertido. En un momento se paró en seco justo debajo del árbol donde yo estaba atrincherada. Así que decidí hablarle.

-¿Aun con hambre? -Le grite desde el árbol- He visto a un ciervo hace poco yendo al norte, lo digo por si te sirve.

No quería que se lo tomara mal, es más, la quería ayudar. Debía de ser muy jodido sentirse así.

Con toda la rabia que sentía hacia Klaus por haberme arruinado la vida . Por haberme quitado al único hermano que me quedaba . Me largué a los callejones para poder sentirme bien, ya que allí encontraría para que me calme la sed. La sangre humana era la mejor cosa que se podía beber. Esa sangre era tan delicioso a comparado de los animales.
No quería hacerlo pero tuve que hacerlo. La ira era mas fuerte, tenia que estar muy bien para enfrentarme a ese vil de Klaus para que me devuelva a mi hermano, al menos tenia esa esperanza, pero yo no pensaba hacer lo que ese me estaba obligando. Hacer la vida imposible de mi mejor amiga Elena, y hacerles sufrir a los Salvatore. Eso no podía hacerlo nunca, a menos que este bajo sus compulsiones.
Cuando llegue a los callejones, justo me tope con dos jóvenes. Esto se me oponía tan fácil. Con mucha rapidez pude atrapar mi presar y saciarme la sed. Fue tan agradable haber disfrutado de la sangre de esos dos estudiantes. Se que yo no era una mala persona, no me gustaba matar a los humanos inocentes, pero esta vez no tuve otra alternativa que hacerlo. Después de haberme alimentado me marche al bosque, sabia que en ese lugar podía encontrar mas sangre, si no es de una animal, podía ser que me tope con otro humano. Esto era incontrolable, esta fuera de si. Por eso necesitaba mas sangre, y si tenia que matar a un millón de humanos lo haría ahora mismo con tal de saciar mi sed .
Me adentre al bosque,y rápidamente note de la presencia de otras vampiras. Las conocía a ellas dos. Me adentre hasta llegar a al lado de las dos . Me pare con una sonrisa , mientras que mis colmillos salían . –Lo mejor es matar a humanos en ves de esos ciervos. Yo ya me alimente de dos estudiantes, solo que no fue lo suficiente-Grite entre vientos para que me escuchara. Me apoye al árbol que estaba justo a mi lado mientras esperaba la respuesta de ambas .