Llegando [libre]
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Llegando [libre]
No es la mejor manera de entrar en un sitio pero el lugar me llamaba la atención. Que el cementerio de un sitio sea tan grande y bonito es inmensamente triste para su reputación. Habían muchas lápidas para ser un sitio de tamaña población. En aquel lugar silencioso sentía las almas de los difuntos. No eran sensaciones específicas pues no tocó sus cuerpos para sentirlo de verdad, pero la mayoría de las personas que descansaban bajo tierra murieron de forma poco natural. Eso me hizo pensar que Mystic Falls era un lugar inquietante y a la vez misterioso. Tanto como el mausoleo de aquel lugar. Una pequeña arquitectura antigua con el apellido Salvatore. Puse mis manos sobre la puerta y las retiré de inmediato. Para estar enterradas tan pocas personas se tomaron muchas molestias para ser el centro de atención de un cementerio.
Kirika- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 25/05/2012
Re: Llegando [libre]
Tardé en darme cuenta de que las velas se habían consumido. No sé cuantas horas llevaba tumbada boca arriba en el suelo. Estaba entre dos lápidas que tenían cera derretida, ocultando los nombres de los difuntos que descansaban a varios metros bajo tierra. Mi tía me dijo que viniera de vez en cuando a sentir la naturaleza y... las almas atormentadas del cementerio. Se suponía que tenía que captar el sufrimiento de aquellos que murieron por seres mágicos. Suspiré. Se me antojaba que el cielo era demasiado azul, muy claro para mis ojos. Ninguna nube allá arriba que dibujara formas esponjosas. Acaricié con mis dedos la tierra fría. Lo notaba, notaba como las raíces de los hierbajos se alimentaban. Noté la vida en los insectos. Un momento... ¿bichos? Me aupé rápida, tanto que me entró un pequeño mareo que me hizo mirar turbio unos segundos. El lugar donde me había acostado se podía diferenciar claramente, había dejado mi contorno. Escudriñé el suelo y los vi... bichos ¡Bichos! Por todas partes. Con el corazón alecerado, empecé a sacudirme la ropa y el cabello. Esto de sentir la naturaleza no funcionaría si odiaba una parte de ella. Suspiré. Era hora de volver pero antes tenía que limpiar la cera de las lápidas. Me arrodillé delante de una que ponía Elizabeth Peralto. En mi bolsillo guardaba un rascador.
-Perdona, no quería amargarte tus -raspé la fecha de la muerte- cuarenta y... ocho años de eterna muerte. Espero que el más allá no sea lo que me contaron de pequ...
Callé de golpe. Lo había oído. Un crujido de hierbas secas. Había alguien en el cementerio. Me escondí detrás de la lápida y eché furtivas miradas. Me pareció ver una pelirroja en la colina...
-Perdona, no quería amargarte tus -raspé la fecha de la muerte- cuarenta y... ocho años de eterna muerte. Espero que el más allá no sea lo que me contaron de pequ...
Callé de golpe. Lo había oído. Un crujido de hierbas secas. Había alguien en el cementerio. Me escondí detrás de la lápida y eché furtivas miradas. Me pareció ver una pelirroja en la colina...
Alicia Bennett- Brujas
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Fecha de inscripción : 25/05/2012
Localización : Nueva York
Re: Llegando [libre]
Le dolía la cabeza y no tenía idea de porque. Bueno de hecho lo sabía pero no lo aceptaría. Habían sido solo un par de copas de la bebida irlandesa que le había dado James, pero solo un...par ¿Qué tanto mal podrían hacer? Se echó a la ducha helada para despejarse, con buen resultado. Vistió con jean y una camisa negra al cuerpo y dejó la mansión Cromwell en dirección al cementerio ¿Por qué habría de ir allí de nuevo? Tenía algo que hacer, pero no se lo diría a nadie, ni su mismo amigo hechicero. La principal razón era que ni su propia persona entendía por qué lo haría.
Nuevamente fue andando, tarde o temprano le comentaría a James su idea de comprar una motocicleta. No sabía porque le tenía tanta confianza pero ambos jóvenes habían desarrollado en poco tiempo una relación casi de hermanos, como si se hubiesen conocido de por vida. Aquél día llevaba su espada en la espalda, cubierta con una funda de tela negra que ocultaba su aspecto y forma para parecer solo un palo.
A primera vista iba caminando sin rumbo porque no se estaba guiando con los ojos entre las lápidas, sino que había una extraña corriente que le marcaba por donde ir ¿Qué era esa sensación? Le resultaba familiar y a la vez muy antigua, de añoranza. Sentía como si una suave melodía de piano sonaba en su lugar, signo de algo que había ocurrido en tiempos inmemoriales. Sintió como su peso había hecho crujir un montículo de hojas que había en el suelo. Volviendo en sí lo único que pudo decir fue- ¿Qué hago aquí?
Nuevamente fue andando, tarde o temprano le comentaría a James su idea de comprar una motocicleta. No sabía porque le tenía tanta confianza pero ambos jóvenes habían desarrollado en poco tiempo una relación casi de hermanos, como si se hubiesen conocido de por vida. Aquél día llevaba su espada en la espalda, cubierta con una funda de tela negra que ocultaba su aspecto y forma para parecer solo un palo.
A primera vista iba caminando sin rumbo porque no se estaba guiando con los ojos entre las lápidas, sino que había una extraña corriente que le marcaba por donde ir ¿Qué era esa sensación? Le resultaba familiar y a la vez muy antigua, de añoranza. Sentía como si una suave melodía de piano sonaba en su lugar, signo de algo que había ocurrido en tiempos inmemoriales. Sintió como su peso había hecho crujir un montículo de hojas que había en el suelo. Volviendo en sí lo único que pudo decir fue- ¿Qué hago aquí?
Aleksand Bright- Cazadores
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Fecha de inscripción : 05/05/2012
Re: Llegando [libre]
Pasó la mano por la puerta, acariciando la madera y luego la piedra de tacto rugoso. No lo podía creer. Era aquí el lugar idóneo para cultivar sus semillas. El viento me trajo sonidos que al principio ignoré, en un cementerio tan grande, lo normal es que alguien viniera a visitar a sus parientes difuntos pero... no era normal que se escondieran. Juntó el entrecejo y miró a su alrededor.
No veía nada por la posición en la que se encontraba. Bajó de la colina en dirección a la salida y fue cuando lo oyó de nuevo. Una pregunta lanzada al aire con tantas respuestas distintas según el contexto. Podría ser una persona depresiva que deseaba abandonar la vida o una persona que tenía miedo de rezar a los muertos. O qué sé yo. Como dije, tantas respuestas como colores.
Aún no lo veía pero eso no me importaba, había otra respiración, agitada, nerviosa, que sin duda la ponía en alerta. ¿La estaban espiando? No, esa respiración es de miedo a ser descubierto por hacer algo inapropiado. Hice una mueca con el labio, me daba igual. Aunque mi pasotismo no podía reprimir mi curiosidad por saber quiénes estaban en el cementerio. Me quité los zapatos y dejé sentir las piedras, la tierra y las ojos en mi planta de los pies. En pocas zancadas me coloqué detrás de una chica que lanzaba miradas furtivas hacia la entrada, la veía casi besando la lápida... muerta de miedo. En su mano escondía un rascador y cerca suyo el aire olía a cera.
Me alejé de ella para dar un rodeo al cementerio y pronto estuve detrás del otro individuo, un chico rubio. Me acerqué hasta su nuca y le olí de cerca. Justo cuando se volvió yo ya no estaba allí, estaba sentada en una lápida, a una altura en la que ambos me podían ver, con las piernas cruzadas y dejando colgar mis pies desnudos. Sujetaba mis zapatos con una mano mientras con la otra me acariciaba el cabello y les sonría.
-¡Un buen día para guardar secretos! ¿No creen? -Ladee la cabeza divertida mientras los miraba con mis claros ojos azules.
No veía nada por la posición en la que se encontraba. Bajó de la colina en dirección a la salida y fue cuando lo oyó de nuevo. Una pregunta lanzada al aire con tantas respuestas distintas según el contexto. Podría ser una persona depresiva que deseaba abandonar la vida o una persona que tenía miedo de rezar a los muertos. O qué sé yo. Como dije, tantas respuestas como colores.
Aún no lo veía pero eso no me importaba, había otra respiración, agitada, nerviosa, que sin duda la ponía en alerta. ¿La estaban espiando? No, esa respiración es de miedo a ser descubierto por hacer algo inapropiado. Hice una mueca con el labio, me daba igual. Aunque mi pasotismo no podía reprimir mi curiosidad por saber quiénes estaban en el cementerio. Me quité los zapatos y dejé sentir las piedras, la tierra y las ojos en mi planta de los pies. En pocas zancadas me coloqué detrás de una chica que lanzaba miradas furtivas hacia la entrada, la veía casi besando la lápida... muerta de miedo. En su mano escondía un rascador y cerca suyo el aire olía a cera.
Me alejé de ella para dar un rodeo al cementerio y pronto estuve detrás del otro individuo, un chico rubio. Me acerqué hasta su nuca y le olí de cerca. Justo cuando se volvió yo ya no estaba allí, estaba sentada en una lápida, a una altura en la que ambos me podían ver, con las piernas cruzadas y dejando colgar mis pies desnudos. Sujetaba mis zapatos con una mano mientras con la otra me acariciaba el cabello y les sonría.
-¡Un buen día para guardar secretos! ¿No creen? -Ladee la cabeza divertida mientras los miraba con mis claros ojos azules.
Kirika- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 25/05/2012
Re: Llegando [libre]
Miré por la lápida pero no veía nada, sin embargo, sentí la naturaleza. Me estaba avisando que había algo que la perturbaba pero que accedían su presencia. ¿Qué persona puede realizar semejantes estragos en el equilibrio? Desde luego, algo que no es de aquí. De repente me sentí observada... poco a poco giré la cara pero allí no había nadie... ¡Qué susto! Lo que me faltaba, bichos y luego fantasmas. Me puse en pie... tal vez podría venir a otra hora a limpiar... Sí, era lo mejor, lo siento personas muertas desconocidas pero por favor, no me persigan hasta casa. Quiero dormir bien. Ya les rezaré algo cuando llegue. Avancé hasta la entrada cuando unos destellos me llamaron la atención. El sol reflejaba en el cabello de un chico rubio, me tapé los ojos lo suficiente para proporcionarme un poco de sombra y entonces la escuché. La voz de aquella mujer. Normalmente tengo que tocar a alguien para saber si es sobrenatural pero la energía del cementerio me lo estaba susurrando en el viento... ¿Quién era?
Alicia Bennett- Brujas
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Fecha de inscripción : 25/05/2012
Localización : Nueva York
Re: Llegando [libre]
El viento parecía moverse en direcciones extrañas como si jugara con los sentidos del joven rubio. Por alguna razón aquella melodía seguía sonando y no tenía signos de que se detuviera pronto. Era casi un llamado ¿Pero para quién? No estaba siquiera seguro si eso provenía de si mismo o de algo -o alguien- en el entorno.
Y suerte que el cazador poseía poco miedo o ninguno porque aquella brisa helada que rozó su cuello sería suficiente para espantar a más de uno. Sin embargo, el chico conocía muy bien el cementerio. Demasiado, para opinión de algunos. Dio una rápida vuelta para notar claramente la figura de una hermosa mujer sobre una lápida. Si no fuera por su tan corpórea silueta hubiese pensado que sería alguna clase de aparición espiritual que seguramente estaría buscando aprovecharse de un joven distraído.
La extraña se encontraba descalza y podía notar como sus pies jugaban con el suelo pero jamás sin llegar a tocarlo. Era un baile casi hipnótico el que se estaba llevando a cabo allí. Decidió sonreír como respuesta y acercarse un poco a su interlocutora. Su danza de pies seguía ¿Acaso estaba respondiendo a la música que escuchaba en su cabeza? No lo podía decir a ciencia cierta pero la intuición le decía que sí. Enseguida sus sentidos le hicieron notar que había un tercero allí, y así era, una chica la cual no conocía pero cuya esencia la pareció tan peculiar como la pelirroja que tenia en frente.
-Los secretos se guardan todos los días. Creo que sería mucho mas interesante si pudiera enterarme de alguno señorita....-Le dejó unos segundos para que completase con su nombre- Por mi parte prefiero dejar el misterio de lado y presentarme. Aleksand Bright, algo así como el segundo cuidador de este cementerio -dijo riendo, puesto aunque no del todo cierto, sus trabajos por los fallecidos habían sido los más grandes que ese cementerio había visto en mucho tiempo.
Y suerte que el cazador poseía poco miedo o ninguno porque aquella brisa helada que rozó su cuello sería suficiente para espantar a más de uno. Sin embargo, el chico conocía muy bien el cementerio. Demasiado, para opinión de algunos. Dio una rápida vuelta para notar claramente la figura de una hermosa mujer sobre una lápida. Si no fuera por su tan corpórea silueta hubiese pensado que sería alguna clase de aparición espiritual que seguramente estaría buscando aprovecharse de un joven distraído.
La extraña se encontraba descalza y podía notar como sus pies jugaban con el suelo pero jamás sin llegar a tocarlo. Era un baile casi hipnótico el que se estaba llevando a cabo allí. Decidió sonreír como respuesta y acercarse un poco a su interlocutora. Su danza de pies seguía ¿Acaso estaba respondiendo a la música que escuchaba en su cabeza? No lo podía decir a ciencia cierta pero la intuición le decía que sí. Enseguida sus sentidos le hicieron notar que había un tercero allí, y así era, una chica la cual no conocía pero cuya esencia la pareció tan peculiar como la pelirroja que tenia en frente.
-Los secretos se guardan todos los días. Creo que sería mucho mas interesante si pudiera enterarme de alguno señorita....-Le dejó unos segundos para que completase con su nombre- Por mi parte prefiero dejar el misterio de lado y presentarme. Aleksand Bright, algo así como el segundo cuidador de este cementerio -dijo riendo, puesto aunque no del todo cierto, sus trabajos por los fallecidos habían sido los más grandes que ese cementerio había visto en mucho tiempo.
Aleksand Bright- Cazadores
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Fecha de inscripción : 05/05/2012
Re: Llegando [libre]
Como a ella le gustaba, una entrada haciendo gala de su presencia. Siguió sonriendo de lado, contenta. Podía sentir su cola moverse de alegría pero nadie la podría ver aún. Y quizás ellos sí. Miró a la chica mientras el muchacho empezaba a contestar su incitación. Una idea divertida se le cruzó en mente y puede que sea hora de empezar. Total, vino con una misión.
-Para que decir mi nombre, desvelaríamos el misterio -susurró con sus labios rojos y arqueó una ceja -el chico se presentó como Aleksand el segundo cuidador de este santuario. No podía parar la sonrisa que se dibujaba en sus labios.
Levantó el brazo que sostenía los zapatos y los dejó caer. Cuando estos tocaron el suelo, ella estaba detrás de la chica. La sujetó por los hombres pero no de manera brusca, sino suavemente, con delicadeza. Total, lo único que quería de ella era una cosa. Y ahora lo sabía. Se separó de ella con una sonrisa.
-No temas, no te haré daño -se tocó las manos, como si se las estuviera lavando.
Se giró para ver de frente a Aleksand y avanzó. Su andar era hipnótico y más porque caminaba sobre un paisaje sacado de un sueño, sobre un césped de color verde brillante que resaltaba más tener un manto de miles de flores que caían de las jacarandas, tenían un suave tono violáceo y parecían campanillas. A dos pasos de Aleksand se detuvo, entre sus manos tenía una diminuta esfera brillante de color rojo como la sangre.
-Te contaré un pequeño secreto -dijo mientras se ponía su dedo índice sobre los labios -. Soy una guardiana -susurró acompañado por un siseo -. ¡Shh! Será nuestro secreto -guiñó un ojo divertida.
-Para que decir mi nombre, desvelaríamos el misterio -susurró con sus labios rojos y arqueó una ceja -el chico se presentó como Aleksand el segundo cuidador de este santuario. No podía parar la sonrisa que se dibujaba en sus labios.
Levantó el brazo que sostenía los zapatos y los dejó caer. Cuando estos tocaron el suelo, ella estaba detrás de la chica. La sujetó por los hombres pero no de manera brusca, sino suavemente, con delicadeza. Total, lo único que quería de ella era una cosa. Y ahora lo sabía. Se separó de ella con una sonrisa.
-No temas, no te haré daño -se tocó las manos, como si se las estuviera lavando.
Se giró para ver de frente a Aleksand y avanzó. Su andar era hipnótico y más porque caminaba sobre un paisaje sacado de un sueño, sobre un césped de color verde brillante que resaltaba más tener un manto de miles de flores que caían de las jacarandas, tenían un suave tono violáceo y parecían campanillas. A dos pasos de Aleksand se detuvo, entre sus manos tenía una diminuta esfera brillante de color rojo como la sangre.
-Te contaré un pequeño secreto -dijo mientras se ponía su dedo índice sobre los labios -. Soy una guardiana -susurró acompañado por un siseo -. ¡Shh! Será nuestro secreto -guiñó un ojo divertida.
Última edición por Kirika el Jue Mayo 31, 2012 7:35 am, editado 1 vez
Kirika- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 25/05/2012
Re: Llegando [libre]
Aquella mujer transmitía la paz. Lo podía sentir pero era incapaz de abrir la boca. Sólo le ocurría una cosa. “Ay no, es el fantasma de la tumba, ha venido a por mí por no limpiar la cera de su inscripción”. La miré con los labios apretados y aguantándome las lágrimas. Soy una bruja que teme los fantasmas. Mi tía me va a decir cuatro cosas cuando se entere. La seguía con la mirada, era tan guapa y tan vaporosa, no podía ser de este mundo. Cuando soltó los zapatos me la encontré detrás de mí.
-¡Elizabeth lo siento! -dije apretando los ojos, arrepentida. No era capaz de mirarla. Seguro ahora empezaba a tirar lápidas por todos lados y a mover las hojas contra nosotros.
Pero lo que hizo fue tocarme y lo sentí. Noté que, como me temía no era una persona normal pero tampoco estaba muerta. Era un ser mágico. La naturaleza también fluía por ella pero de un modo distinto, sin perturbarla, sin forzarla. Me pidió que no la temiera y sus palabras me hicieron fuerte. No sé explicarlo pero me motivaron a confiar en ella.
-¡Elizabeth lo siento! -dije apretando los ojos, arrepentida. No era capaz de mirarla. Seguro ahora empezaba a tirar lápidas por todos lados y a mover las hojas contra nosotros.
Pero lo que hizo fue tocarme y lo sentí. Noté que, como me temía no era una persona normal pero tampoco estaba muerta. Era un ser mágico. La naturaleza también fluía por ella pero de un modo distinto, sin perturbarla, sin forzarla. Me pidió que no la temiera y sus palabras me hicieron fuerte. No sé explicarlo pero me motivaron a confiar en ella.
Alicia Bennett- Brujas
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Fecha de inscripción : 25/05/2012
Localización : Nueva York
Re: Llegando [libre]
Lo que pasó luego nadie lograría explicarlo y mucho menos creerlo. El chico tenía que agradecerse a si mismo ser a prueba de balas. La chica que había sido la última en unirse pegó un grito que poco sentido tenía a sus oídos. Mientras veía caer aquellos zapatos la mujer se movió de lugar a una velocidad que sus ojos apenas pudieron captarlo, solo gracias a que estaba acostumbrado a cazar vampiros y criaturas rápidas.
Enseguida se notó a si mismo como dentro de un sueño. Un sueño hermoso en donde ya no estaban todas aquellas lápidas y tumbas abandonadas. El césped crecía verde, lleno de vida hasta casi poder palpar esa sensación. Su semblante era estoico en ese momento, lo que demostraba su experiencia y aunque la mujer se acercaba, él jamás retrocedió ni un paso. Llevaba algo en sus manos como un rubí esférico en todo su esplendor. Sus palabras recorrieron su espina como el frío hielo. Había algo en esa elección de términos que hacia eco en su mente.
-¿Guardiana? - No entendía por qué pero con cada segundo que pasaba en aquél mundo imaginario las preguntas que surgían en su mente se contestaban por si solas, como si las respuestas siempre estuvieron ahí. Clavó sus ojos celestes -casi plata- sobre la mujer y comenzó a andar dando vueltas alrededor de ellas en un circulo perfecto- Que un secreto sea ¿Que te trae a mí, guardiana? -Era como si el rubio entendiese su intención, su trabajo. Después de todo ¿No era él también un guardián?
Enseguida se notó a si mismo como dentro de un sueño. Un sueño hermoso en donde ya no estaban todas aquellas lápidas y tumbas abandonadas. El césped crecía verde, lleno de vida hasta casi poder palpar esa sensación. Su semblante era estoico en ese momento, lo que demostraba su experiencia y aunque la mujer se acercaba, él jamás retrocedió ni un paso. Llevaba algo en sus manos como un rubí esférico en todo su esplendor. Sus palabras recorrieron su espina como el frío hielo. Había algo en esa elección de términos que hacia eco en su mente.
-¿Guardiana? - No entendía por qué pero con cada segundo que pasaba en aquél mundo imaginario las preguntas que surgían en su mente se contestaban por si solas, como si las respuestas siempre estuvieron ahí. Clavó sus ojos celestes -casi plata- sobre la mujer y comenzó a andar dando vueltas alrededor de ellas en un circulo perfecto- Que un secreto sea ¿Que te trae a mí, guardiana? -Era como si el rubio entendiese su intención, su trabajo. Después de todo ¿No era él también un guardián?
Aleksand Bright- Cazadores
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Fecha de inscripción : 05/05/2012
Re: Llegando [libre]
Bufé como lo hacen los perros antes de ladrar. Yo no venía por nadie en particular y menos por él. Los ojos se me entrecerraron, mirando con una mezcla de ira y enojo. La bola de rubí desapareció de mi mano, al igual que el paisaje de primavera. De pronto, la vegetación moría. Las flores dejaban caer sus pétalos marchitos y las plantas se tornaron de color marrón.
-¿Te piensas que algo me trae a ti? Si sigues pensando eso muchacho es que tienes mucho que aprender. No sabes nada, Aleksand -dije, con una agustía en el tono, como si cada palabra me pudiera arañar la garganta.
No era él lo que me hacía acercarme. Era el poder. La fuerza es la que trae la esencia de mi magia. Pero yo soy la guardiana y cojo lo que quiero sin que nadie me lo pida. Eso me lo repetía como un rezo interno. Así que no podía permitir que nadie pensara que me acerco porque es especial. No está en mi misión. Me acerqué a él, antes de que tuviera tiempo de reaccionar y le toqué el pecho, a la altura del corazón. El suficiente tiempo como para obtenerlo. Di un salto giratorio hacia atrás con una bola de cristal anaranjado brillante, como si en su interior se hubiera encendido una llama. La sostuve con la mano, haciendo que bailara entre mis dedos, como si cobrara vida. Iba de mi dedo meñique al pulgar y retrocedía.
-Pero yo puedo saberlo todo de ti -dije con una sonrisa misteriosa.
Me coloqué entre los dos, separando las piernas y colocando mis manos a la altura de mi pecho. Aplasté la esfera entre mis manos. Se escuchó un crepitar y el cementerio desapareció. Estábamos en una sala pero no era real. Los objetos nos traspasaban al igual que las personas que aparecían. Nosotros nos convertimos en los fantasmas de un recuerdo. Habían miles de antorchas colgadas en las paredes. Estábamos en un lugar secreto, conocido como el escondite de los Pilares. Un Aleksand apareció, más joven, infinitamente más firme, curtido y fiero. Se iba de allí. Pero antes de abandonar la sala sacó un papel con un nombre escrito que todos los presentes alcanzamos a leer: Elena Gilbert. Los ojos del joven Aleksand parecían mirar al viejo y como si se hubiera percatado de su presencia, caminó hacia él, hasta traspasarlo. El paisaje se desvaneció como el humo y volvían a estar en el cementerio. Me crucé de brazos, con una sonrisa gélida. Todavía no había tomado mi posición con ellos, amigos o enemigos, todo dependía de una cosa.
-Medir vuestras palabras antes de pronunciarlas o los secretos saldrán a la luz.
-¿Te piensas que algo me trae a ti? Si sigues pensando eso muchacho es que tienes mucho que aprender. No sabes nada, Aleksand -dije, con una agustía en el tono, como si cada palabra me pudiera arañar la garganta.
No era él lo que me hacía acercarme. Era el poder. La fuerza es la que trae la esencia de mi magia. Pero yo soy la guardiana y cojo lo que quiero sin que nadie me lo pida. Eso me lo repetía como un rezo interno. Así que no podía permitir que nadie pensara que me acerco porque es especial. No está en mi misión. Me acerqué a él, antes de que tuviera tiempo de reaccionar y le toqué el pecho, a la altura del corazón. El suficiente tiempo como para obtenerlo. Di un salto giratorio hacia atrás con una bola de cristal anaranjado brillante, como si en su interior se hubiera encendido una llama. La sostuve con la mano, haciendo que bailara entre mis dedos, como si cobrara vida. Iba de mi dedo meñique al pulgar y retrocedía.
-Pero yo puedo saberlo todo de ti -dije con una sonrisa misteriosa.
Me coloqué entre los dos, separando las piernas y colocando mis manos a la altura de mi pecho. Aplasté la esfera entre mis manos. Se escuchó un crepitar y el cementerio desapareció. Estábamos en una sala pero no era real. Los objetos nos traspasaban al igual que las personas que aparecían. Nosotros nos convertimos en los fantasmas de un recuerdo. Habían miles de antorchas colgadas en las paredes. Estábamos en un lugar secreto, conocido como el escondite de los Pilares. Un Aleksand apareció, más joven, infinitamente más firme, curtido y fiero. Se iba de allí. Pero antes de abandonar la sala sacó un papel con un nombre escrito que todos los presentes alcanzamos a leer: Elena Gilbert. Los ojos del joven Aleksand parecían mirar al viejo y como si se hubiera percatado de su presencia, caminó hacia él, hasta traspasarlo. El paisaje se desvaneció como el humo y volvían a estar en el cementerio. Me crucé de brazos, con una sonrisa gélida. Todavía no había tomado mi posición con ellos, amigos o enemigos, todo dependía de una cosa.
-Medir vuestras palabras antes de pronunciarlas o los secretos saldrán a la luz.
Kirika- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 25/05/2012
Re: Llegando [libre]
No sé qué tan dañinas podrían haber sido las palabras del chico rubio pero notaba que me moría. Empecé a llorar sin parar, las lágrimas me impedían ver correctamente. Sentí un dolor ajeno, el de la naturaleza que clamaba piedad, algo le estaba arrebatando su energía. Pudo ver con los ojos vidriosos que las flores morían y el cementerio parecía más terrorífico que de costumbre.
-¡Por favor, te lo suplico, para! -dije angustiada y con las palabras ahogadas.
Apenas escuchaba, los espíritus recientes y envejecidos se me adherían a la piel, suplicándome que dijera algo que parara su poder. Pero yo no podía, no era tan fuerte. Ni con la ayuda de miles de brujos podría pararla. Ellos, los antepasados, me pedían que me pusiera de su parte, me aconsejaban que jamás fuera su enemiga.
Antes de que pudiera emitir un gemido, me encontraba como en otro mundo, flotando. Era como si me hubiera metido en otra cabeza a ver los sueños de alguien. Olía a incenso o no... Me sentía bien, era tranquilizador. Me quedé espectante, viendo las escenas... ¿Esto qué es? cuando todo terminó lo comprendí.
-Son... Son tus recuerdos -le dije a Aleksand.
-¡Por favor, te lo suplico, para! -dije angustiada y con las palabras ahogadas.
Apenas escuchaba, los espíritus recientes y envejecidos se me adherían a la piel, suplicándome que dijera algo que parara su poder. Pero yo no podía, no era tan fuerte. Ni con la ayuda de miles de brujos podría pararla. Ellos, los antepasados, me pedían que me pusiera de su parte, me aconsejaban que jamás fuera su enemiga.
Antes de que pudiera emitir un gemido, me encontraba como en otro mundo, flotando. Era como si me hubiera metido en otra cabeza a ver los sueños de alguien. Olía a incenso o no... Me sentía bien, era tranquilizador. Me quedé espectante, viendo las escenas... ¿Esto qué es? cuando todo terminó lo comprendí.
-Son... Son tus recuerdos -le dije a Aleksand.
Alicia Bennett- Brujas
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Fecha de inscripción : 25/05/2012
Localización : Nueva York
Re: Llegando [libre]
Estaba a punto de articular palabra cuando todo el entorno se retorció en la antigüedad y muerte del lugar original. Sus palabras habían sido malinterpretadas puesto que no quería apropiarse de la atención de ella, sino entender la razón ante su presentación como guardiana. Aquél ser fue feroz, tal y cual él sabía hacer. Por un momento, y recordandole un antiguo sentimiento, los roles se habían invertido. Aleksand era la presa y aquella mujer su predador.
-Eso es lo que hago, aprender - Le dijo en un tono fiero. Estaba demasiado acostumbrado a contraatacar al ser agredido y ella no sería la excepción. Ya tenía su mano sobre el objeto en su espalda. Cuando tocó la espada aquellas sensación de hacía minutos se incremento exponencialmente apaciguando toda necesidad de pelea. Ahora la siguiente frase de la pelirroja lo había hecho estremecer. Podía saber ...¿todo de él?.Una parte de sí quería preguntarle y otra se negaba por mera cortesía ¿A quién?.
Retrocedió un paso justo al momento en que su propia persona lo atravesaba. ¡Si era uno de sus mismísimos recuerdos! James mataría por algo así, lo sabía. La guardiana había revelado un gran secreto a aquella chica pero por alguna extraña razón eso no le importaba ahora. Desde hacía tiempo el chico quería respuestas y estaba en la posibilidad de que si jugaba bien sus cartas esa mujer se las diese. Se hincó de rodillas agachando su cabeza-Disculpad mi atrevimiento hermosa dama. Y señorita...-miro a cada una de las presentes respectivamente- Supongo que una demostración así era inminente. No volverá a pasar- Sus ojos ahora estaban llenos de fascinación por aquella mujer. La melodía interna se había convertido en una fuerte sinfonía - Déjeme reformular mi pregunta. ¿Puedo ayudarla?-
-Eso es lo que hago, aprender - Le dijo en un tono fiero. Estaba demasiado acostumbrado a contraatacar al ser agredido y ella no sería la excepción. Ya tenía su mano sobre el objeto en su espalda. Cuando tocó la espada aquellas sensación de hacía minutos se incremento exponencialmente apaciguando toda necesidad de pelea. Ahora la siguiente frase de la pelirroja lo había hecho estremecer. Podía saber ...¿todo de él?.Una parte de sí quería preguntarle y otra se negaba por mera cortesía ¿A quién?.
Retrocedió un paso justo al momento en que su propia persona lo atravesaba. ¡Si era uno de sus mismísimos recuerdos! James mataría por algo así, lo sabía. La guardiana había revelado un gran secreto a aquella chica pero por alguna extraña razón eso no le importaba ahora. Desde hacía tiempo el chico quería respuestas y estaba en la posibilidad de que si jugaba bien sus cartas esa mujer se las diese. Se hincó de rodillas agachando su cabeza-Disculpad mi atrevimiento hermosa dama. Y señorita...-miro a cada una de las presentes respectivamente- Supongo que una demostración así era inminente. No volverá a pasar- Sus ojos ahora estaban llenos de fascinación por aquella mujer. La melodía interna se había convertido en una fuerte sinfonía - Déjeme reformular mi pregunta. ¿Puedo ayudarla?-
Aleksand Bright- Cazadores
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Fecha de inscripción : 05/05/2012
Re: Llegando [libre]
Ahora su semblante se mostraba feliz, apacible y calmado. Relajó los músculos de la cara y le miró de lado, con ternura. Se giró con gracia hacia la chica morena que seguía espectante. Con un movimiento grácil acercó su mano a su mejilla y le susurró al oído.
-Perdona por hacerte un poco de daño -le guiñó un ojo-. Siento abusar de nuevo de ti pero necesito de nuevo tu esencia.
Al separarse, volvía a tener esa esfera rojiza en la mano, bailoteando por su brazo, recorriendo su cuerpo como si fuera una burbuja. Entonces caminó hacia la colina, donde se alzaba el panteón de los Salvatore. Kirika movió la cadera para girar medio cuerpo, mirándoles por encima del hombro mientras su cabellera caía con gracia por la espalda. Les mostró su sonrisa más sincera y les imploró entre risas.
-No teman, no muerdo. Síganme, por favor - dio pequeños saltitos, como si se tratara de una niña. A las puertas del sepulcro se detuvo y se giró. Inclinó la cabeza, sacó pecho y colocó los brazos hacia atrás, en su espalda, para juntar sus manos -. Este es el lugar.
Seguía descalza pero no le importaba. Movió arrastrando los pies antes de empezar a moverse como una bailarina mientras la bola seguía recorriendo su cuerpo. De su espalda salieron nueve colas peludas blancas que parecían un abanico. Iba al compás de una melodía que se podía escuchar pero no se sabía a ciencia cierta de dónde provenía. Terminó sus movimientos dejando caer su brazo, acariciando con la punta de sus dedos la tierra húmeda. La esfera brillante penetró el suelo. Fue entonces cuando las colas se esfumaron.
-Paciencia, la magia tiene su tiempo -pero no pasó ni 10 segundos cuando de la tierra salió un brote verde acelerado que culminó en una rosa rosada. Kirika la arrancó de la tierra y se la mostró a los dos-. Soy una kitsune de nueve colas y guardiana de esta dimensión y la oscura. He venido para devolver parte del equilibrio -. Dejó caer la rosa al suelo, su belleza se había esfumado-. Soy capaz de convertir a los vampiros en humanos -les miró con una ceja arqueada, divertida, en espera de su reacción.
-Perdona por hacerte un poco de daño -le guiñó un ojo-. Siento abusar de nuevo de ti pero necesito de nuevo tu esencia.
Al separarse, volvía a tener esa esfera rojiza en la mano, bailoteando por su brazo, recorriendo su cuerpo como si fuera una burbuja. Entonces caminó hacia la colina, donde se alzaba el panteón de los Salvatore. Kirika movió la cadera para girar medio cuerpo, mirándoles por encima del hombro mientras su cabellera caía con gracia por la espalda. Les mostró su sonrisa más sincera y les imploró entre risas.
-No teman, no muerdo. Síganme, por favor - dio pequeños saltitos, como si se tratara de una niña. A las puertas del sepulcro se detuvo y se giró. Inclinó la cabeza, sacó pecho y colocó los brazos hacia atrás, en su espalda, para juntar sus manos -. Este es el lugar.
Seguía descalza pero no le importaba. Movió arrastrando los pies antes de empezar a moverse como una bailarina mientras la bola seguía recorriendo su cuerpo. De su espalda salieron nueve colas peludas blancas que parecían un abanico. Iba al compás de una melodía que se podía escuchar pero no se sabía a ciencia cierta de dónde provenía. Terminó sus movimientos dejando caer su brazo, acariciando con la punta de sus dedos la tierra húmeda. La esfera brillante penetró el suelo. Fue entonces cuando las colas se esfumaron.
-Paciencia, la magia tiene su tiempo -pero no pasó ni 10 segundos cuando de la tierra salió un brote verde acelerado que culminó en una rosa rosada. Kirika la arrancó de la tierra y se la mostró a los dos-. Soy una kitsune de nueve colas y guardiana de esta dimensión y la oscura. He venido para devolver parte del equilibrio -. Dejó caer la rosa al suelo, su belleza se había esfumado-. Soy capaz de convertir a los vampiros en humanos -les miró con una ceja arqueada, divertida, en espera de su reacción.
Kirika- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 25/05/2012
Re: Llegando [libre]
No podía dar crédito a lo que mis ojos me mostraban. ¿¡Qué poder!? Escuché el viento que me traía el susurro de los árboles. La mujer misteriosa me iba a mostrar más de lo que era capaz. Tragué saliva, una, dos, tres veces... perdí la cuenta. Las piernas me temblaban, sentía escalofríos. Y todo le malestar se esfumó cuando me acarició. Su tacto tenía el efecto de ser como una sensación cálida y acogedora. Notaba que su interior dejaba escapar un peso de ella, materializado en aquella esfera que de nuevo tenía en las manos. Volví a tragar saliva, para qué negarlo. No sé explicarlo pero parece obtener poder con tocar a las personas y me preguntaba si volvería a ser tan... amenazadora como antes. La siguió como pidió amablemente. No dejaba de preguntarme qué haría con aquella parte de mí que me había quitado. Nos llevó hasta un mausoleo. No paraba de mirar al chico, ¿notaba mi miedo? Me hubiera gustado cogerle de la mano y huir. Pero algo me obligó a permanecer de pie, a parecer valiente. Y menos mal que me quedé. Nunca en mi vida vi algo tan hermoso como aquello.
-Adiós a los vampiros -dije maravillada-. Los vas a salvar.
-Adiós a los vampiros -dije maravillada-. Los vas a salvar.
Alicia Bennett- Brujas
- Mensajes : 28
Fecha de inscripción : 25/05/2012
Localización : Nueva York
Re: Llegando [libre]
El secretismo que aquella mujer tenía con la morena hacia picar su interior ¿Qué le estaba diciendo? Podía notar como el semblante de la más joven cambiaba muy ciclicamente, no parecía estar mal pero no podía asegurarse que la pelirroja no la estuviese controlando para pensar como tal. Finalmente clavó su mirada en la mujer misteriosa como diciendo Si necesitas algo, aquí estoy... como sus palabras habían expresado nada más que segundos antes.
En cuanto se alejó se apresuró a seguirla a un trote ligero, no sin antes echar un vistazo a su acompañante. Prefería que aquella joven se fuera, por su seguridad pero la mujer parecía tener interés en ambos de igual manera. ¿Qué decir de lo siguiente? La mera visión de aquellas colas lo dejaron impactado. Blancas y esponjosas como las del animal en la cual se basaba el nombre que había dado. En su vida Aleksand había visto cosas raras, pero algo así. Jamás. ¿Qué le diría a James cuando volviese a la mansión? Su amigo esta vez si que pensaría que estaba loco.
Buscó en su mente una explicación a lo que veía. De acuerdo a la mitología asiática aquellos seres albergaban más poder según el número de colas, lo que la hacía alguien simplemente -demasiado- poderosa. Por un segundo temió por su vida y por la de la chica, pero lo próximo que dijo lo dejó estupefacto ¿Convertir vampiros en humanos? No, no, no. Era imposible, eso era algo demasiado conveniente y fuera de lugar en ese preciso momento pero si era verdad entonces Elena...Elena...
Con un movimiento rápido se acercó a la morena y con un suave pero preciso toque a su cuello cortó toda comunicación de su sistema nervioso haciendo que perdiera la conciencia. La alzó en brazos, no quería que le pasase nada pero si hablaría con aquella kitsune sería solo. Posiblemente en sus palabras quedaría en evidencia su conocimiento, su experiencia y quien era. Ese era un secreto que no estaba dispuesto a revelar a cualquiera en un cementerio - No puedo hablar libremente con una persona normal cerca -le explico a la pelirroja para evitar que tomase más cartas en el asunto, lo último que quería era otro ataque de furia- Si lo que mencionas es cierto ¿Como podría ayudar? Además ¿Por qué ahora? La mayoría de los problemas de este pueblo se han esfumado -hablaba por Klaus y los originales- ¿Qué planea lograr con ello?- No podía contener sus preguntas porque como mortal su curiosidad le ganaba y lo que estaba en juego era mucho.
En cuanto se alejó se apresuró a seguirla a un trote ligero, no sin antes echar un vistazo a su acompañante. Prefería que aquella joven se fuera, por su seguridad pero la mujer parecía tener interés en ambos de igual manera. ¿Qué decir de lo siguiente? La mera visión de aquellas colas lo dejaron impactado. Blancas y esponjosas como las del animal en la cual se basaba el nombre que había dado. En su vida Aleksand había visto cosas raras, pero algo así. Jamás. ¿Qué le diría a James cuando volviese a la mansión? Su amigo esta vez si que pensaría que estaba loco.
Buscó en su mente una explicación a lo que veía. De acuerdo a la mitología asiática aquellos seres albergaban más poder según el número de colas, lo que la hacía alguien simplemente -demasiado- poderosa. Por un segundo temió por su vida y por la de la chica, pero lo próximo que dijo lo dejó estupefacto ¿Convertir vampiros en humanos? No, no, no. Era imposible, eso era algo demasiado conveniente y fuera de lugar en ese preciso momento pero si era verdad entonces Elena...Elena...
Con un movimiento rápido se acercó a la morena y con un suave pero preciso toque a su cuello cortó toda comunicación de su sistema nervioso haciendo que perdiera la conciencia. La alzó en brazos, no quería que le pasase nada pero si hablaría con aquella kitsune sería solo. Posiblemente en sus palabras quedaría en evidencia su conocimiento, su experiencia y quien era. Ese era un secreto que no estaba dispuesto a revelar a cualquiera en un cementerio - No puedo hablar libremente con una persona normal cerca -le explico a la pelirroja para evitar que tomase más cartas en el asunto, lo último que quería era otro ataque de furia- Si lo que mencionas es cierto ¿Como podría ayudar? Además ¿Por qué ahora? La mayoría de los problemas de este pueblo se han esfumado -hablaba por Klaus y los originales- ¿Qué planea lograr con ello?- No podía contener sus preguntas porque como mortal su curiosidad le ganaba y lo que estaba en juego era mucho.
Aleksand Bright- Cazadores
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Fecha de inscripción : 05/05/2012
Re: Llegando [libre]
Los humanos son predecibles y aquel muchacho más. Sinceramente, a Kirika le daba igual si la chica moría. ¿Quién era ella para que tuviera que mostrarle el más mínimo signo de preocupación? Se encogió de hombros por el espectáculo y miró al cielo. Sólo unos instantes. Se escuchó el pálpito de la naturaleza, el paisaje parecía respirar pues se estrechaba y ensanchaba a nuestro alrededor mientras una neblina recorría nuestros pies. Se acercó al muchacho y le susurró en su oído:
- Dime la verdad sobre lo que sientes, ¿crees que todo ha acabado ya? -se alejó un poco para mirarle con los ojos entrecerrados y dibujar una sonrisa -. Además, tú eres cazador. ¿Acaso no quieres exterminar a los vampiros?
- Dime la verdad sobre lo que sientes, ¿crees que todo ha acabado ya? -se alejó un poco para mirarle con los ojos entrecerrados y dibujar una sonrisa -. Además, tú eres cazador. ¿Acaso no quieres exterminar a los vampiros?
Kirika- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 25/05/2012
Re: Llegando [libre]
Mis plegarías habían sido escuchadas. Ahora entendía porque las almas del lugar me aconsejaban que fuera su amiga. Ella nos necesitaba para poder eliminar a los vampiros. ¿Sabrá que soy bruja? Por eso me habrá tocado. Pero entonces, el chico es un vulgar humano. Debería hacer un encantamiento para dormirlo. Sí, creo que recuerdo el hechizo. Es...
-Somnium -comencé en voz baja-, sermpi...
Recibí un golpe en la cabeza. Todo se volvió oscuro y cerré los ojos. Notaba que caía pero nunca llegaba al suelo.
-Somnium -comencé en voz baja-, sermpi...
Recibí un golpe en la cabeza. Todo se volvió oscuro y cerré los ojos. Notaba que caía pero nunca llegaba al suelo.
Alicia Bennett- Brujas
- Mensajes : 28
Fecha de inscripción : 25/05/2012
Localización : Nueva York
Re: Llegando [libre]
Las palabras de la mujer chocaban en su mente como millones de partículas excitadas por un torrente de energía. No sabía porque, pero tenía ese presentimiento de que lo que había dicho era la absoluta verdad. Las cosas en Mystic Falls no terminaron, sino que recién estaban comenzando. Dejó a la morena arrecostada contra uno de los pocos arboles cercano, dormía pacifica y le agradaba que así fuera.
-Tienes un buen punto- le observó y sintió enseguida un frio recorrerle toda la espalda al escuchar la palabra cazador. Muy pocas veces se lo habían dicho a la cara y eran limitadas las personas que sabían de ello.Dio un paso hacia adelante, su semblante serio y estoico- Me importan un carajo los vampiros, híbridos u originales que hay aquí. Lo único que quiero es protegerlos -Esa había sido una de las pocas que el chico había maldecido en su vida. Sus ojos recorrieron cada lapida de la vecindad como si señalase todo el pueblo de Mystic Falls- Muertos, transformados, tragados por la tierra,o simplemente que se vayan. Sólo no los quiero aquí - De un fuerte tirón aquella funda que tenía la espada cayo al suelo. Era extraño pero con la neblina que se estaba formando aquella arma parecía brillar y posiblemente era una ilusión pero Aleksand parecía estar acompañado- Para eso he nacido.
-Tienes un buen punto- le observó y sintió enseguida un frio recorrerle toda la espalda al escuchar la palabra cazador. Muy pocas veces se lo habían dicho a la cara y eran limitadas las personas que sabían de ello.Dio un paso hacia adelante, su semblante serio y estoico- Me importan un carajo los vampiros, híbridos u originales que hay aquí. Lo único que quiero es protegerlos -Esa había sido una de las pocas que el chico había maldecido en su vida. Sus ojos recorrieron cada lapida de la vecindad como si señalase todo el pueblo de Mystic Falls- Muertos, transformados, tragados por la tierra,o simplemente que se vayan. Sólo no los quiero aquí - De un fuerte tirón aquella funda que tenía la espada cayo al suelo. Era extraño pero con la neblina que se estaba formando aquella arma parecía brillar y posiblemente era una ilusión pero Aleksand parecía estar acompañado- Para eso he nacido.
Aleksand Bright- Cazadores
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Fecha de inscripción : 05/05/2012
Re: Llegando [libre]
Sonrió amablemente, empezó a dar vueltas en torno a Aleksand, con los brazos cruzados. El cabello se mecía suavemente por el viento, jugando con algunos de sus mechones que se colocaban por la cara y le acariciaban los hombros.
-Es normal, por tu naturaleza -se acercó a su espada, brillante y la tocó con el dedo índice y el corazón, desde el mango hasta la punta, suavemente, sin cortarse-. Bonita arma, ¿quién te la regaló?
-Es normal, por tu naturaleza -se acercó a su espada, brillante y la tocó con el dedo índice y el corazón, desde el mango hasta la punta, suavemente, sin cortarse-. Bonita arma, ¿quién te la regaló?
Kirika- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 25/05/2012
Re: Llegando [libre]
Todo era oscuridad, noté como si la respiración se hubiera cortado y no podía moverme. ¿Había perdido el conocimiento? ¡Qué me pasó! Si estaba en un hechizo... No quiero morir... es lo que me decía. Vuelve, por favor, Alicia abre los ojos, tienes que regresar que aún hay muchas cosas que quiero hacer... y quiero vivir. No se me ocurría que el hechizo de la consciencia para agudizarla y poder despertarme.
-Prontum memorium apregnam -notaba a mis labios moverse, pudiera ser que lo dijera en voz alta, si eso es así, los tres tendrían más predisposición a los recuerdos del pasado y a elevar la concentración.
-Prontum memorium apregnam -notaba a mis labios moverse, pudiera ser que lo dijera en voz alta, si eso es así, los tres tendrían más predisposición a los recuerdos del pasado y a elevar la concentración.
Alicia Bennett- Brujas
- Mensajes : 28
Fecha de inscripción : 25/05/2012
Localización : Nueva York
Re: Llegando [libre]
Ahora estaban dándole vueltas a él, aquella mujer y su baile hipnótico ¡Maldita sea! repitió en su mente. Le costaba concentrarse, era como si sus propias ideas se mezclasen en conceptos que no entendía pero que a la vez tenían todo el sentido del mundo -¿Normal , por mi naturaleza? -Le preguntó sin entender a que se refería, o tenía una idea pero no le cerraba del todo.
-No me la regaló nadie, yo la encontré- Le dijo sin apartar su mano de la empuñadura- Y no fue nada fácil hacerlo -continuó a momento que sintió una tenue voz a corta distancia decir algo ¿Qué había sido? No entendía...No, de hecho si lo entendía y de repente todo le pareció más claro y su linea de pensamiento había adoptado un camino similar, pero a la vez distinto. Las cosas ahora pertenecían a un todo más complejo y completo y él podía ver más allá- Su nombre es Argetlahm pero probablemente tu clase le conocerá con otro nombre. Uno perdido, exiliado y abandonado-dijo explicando como si nada- De cualquier manera, ella no es la cuestión aquí, Guardiana, sino tú.
-No me la regaló nadie, yo la encontré- Le dijo sin apartar su mano de la empuñadura- Y no fue nada fácil hacerlo -continuó a momento que sintió una tenue voz a corta distancia decir algo ¿Qué había sido? No entendía...No, de hecho si lo entendía y de repente todo le pareció más claro y su linea de pensamiento había adoptado un camino similar, pero a la vez distinto. Las cosas ahora pertenecían a un todo más complejo y completo y él podía ver más allá- Su nombre es Argetlahm pero probablemente tu clase le conocerá con otro nombre. Uno perdido, exiliado y abandonado-dijo explicando como si nada- De cualquier manera, ella no es la cuestión aquí, Guardiana, sino tú.
Aleksand Bright- Cazadores
- Mensajes : 392
Fecha de inscripción : 05/05/2012
Re: Llegando [libre]
Empezó a reír. Alto, muy alto, como si quisiera que su alegría se oyera en Japón. Negó con la cabeza con esa sonrisa tatuada, permanente. Entonces le tocó. Ya sabía qué significaba eso, más recuerdos suyos. Una bola blanca cayó del cielo, era muy clara, como una nube. La paseó de una mano a otra, como si hiciera malabares.
-Esa espada no la puede llevar cualquiera, cada guardián tiene sus poderes, poderosos, sí, pero poderes propios. Yo puedo meterme en tu cabeza -se tapó los labios para ocultar su sonrisa divertida-. Bueno, uno de muchos. ¿Pero por qué no recuerdas quién eres?
Antes de que Aleksand le detuviera volvían a vivir un recuerdo, uno de hace muchos años. Era de noche, unas calles oscuras con un terrible secreto. Una pareja entregaba un bebé envuelto en mantas a unas personas de curioso atuendo que vinieron a llamar a su puerta. La mujer lloraba, las lágrimas caían por sus mejillas igual que el día, que llovía a mares. El marido luchó contra ella, contra el amor de una madre. Uno de los Pilares mostró al niño para que se le empapara la cara y lo escondió en su cuerpo, bien abrigado. El desconocido abandonó el lugar, únicamente manchado por los gritos de una mujer que seguramente, moriría de pena a los pocos meses.
El recuerdo se esfumó... La chica estaba despierta.
-Esa espada no la puede llevar cualquiera, cada guardián tiene sus poderes, poderosos, sí, pero poderes propios. Yo puedo meterme en tu cabeza -se tapó los labios para ocultar su sonrisa divertida-. Bueno, uno de muchos. ¿Pero por qué no recuerdas quién eres?
Antes de que Aleksand le detuviera volvían a vivir un recuerdo, uno de hace muchos años. Era de noche, unas calles oscuras con un terrible secreto. Una pareja entregaba un bebé envuelto en mantas a unas personas de curioso atuendo que vinieron a llamar a su puerta. La mujer lloraba, las lágrimas caían por sus mejillas igual que el día, que llovía a mares. El marido luchó contra ella, contra el amor de una madre. Uno de los Pilares mostró al niño para que se le empapara la cara y lo escondió en su cuerpo, bien abrigado. El desconocido abandonó el lugar, únicamente manchado por los gritos de una mujer que seguramente, moriría de pena a los pocos meses.
El recuerdo se esfumó... La chica estaba despierta.
Kirika- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 25/05/2012
Re: Llegando [libre]
¡Despierta! Eso me decía. noté que la respiración se me agitaba y que me faltaba el aire. Luché con todas mis fuerzas y fue cuando empecé a notar el dolor en la cabeza, donde me dieron el golpe. Abrí los ojos, quería llorar. Respiraba agitada y me dolía el pecho, es como si de un momento a otro me diera un infarto. Les miré. Otra vez con el paisaje ensoñador. Me levanté y me puse entre ellos, decidida.
-No vuelvan a dejarme inconsciente -miré con rabia al chico-. No sé qué serán ustedes pero no conviene enfadar a una Bennett.
-No vuelvan a dejarme inconsciente -miré con rabia al chico-. No sé qué serán ustedes pero no conviene enfadar a una Bennett.
Alicia Bennett- Brujas
- Mensajes : 28
Fecha de inscripción : 25/05/2012
Localización : Nueva York
Re: Llegando [libre]
-Por supuesto que no la puede llevar cualquiera, la mayoría hubiese muerto antes de llegar a ella- dijo alzando su tono. La mujer no dejaba de reír y jugar con aquella esfera, y sus repuestas estaban muy lejos de ser directas. Eso le molestaba, sentía como si su persona no era más que un juguete para la guardiana, y posiblemente así fuera.
Y allí estaba, otro de sus recuerdos aunque él no tuviera conciencia como tal. Pudo ver a las personas que eran su padres, también a su maestro. Debía de sentirse mal pero sin embargo no lo hacía, esas imágenes pasaron por él como si de un extraño se tratase. Lo siguiente que escuchó fue un tono lleno de furia hacia él. La morena había despertado con rapidez y se estaba desquitando con él. Bennett ¿Había dicho Bennett? Ese apellido hizo sonar campanas en él...demasiadas.
-L-lo siento, no sabía que eras una Bennett- Ya no tenía sentido ocultar su conocimiento puesto que la chica podría averiguar de él si asi lo deseaba. La linea de brujas Bennett no se caracterizaban por ser débiles - ¿Ahora qué? - Preguntó con sus ojos en la pelirroja. Seguía sin entender que quería y el por qué detrás de ello.
Y allí estaba, otro de sus recuerdos aunque él no tuviera conciencia como tal. Pudo ver a las personas que eran su padres, también a su maestro. Debía de sentirse mal pero sin embargo no lo hacía, esas imágenes pasaron por él como si de un extraño se tratase. Lo siguiente que escuchó fue un tono lleno de furia hacia él. La morena había despertado con rapidez y se estaba desquitando con él. Bennett ¿Había dicho Bennett? Ese apellido hizo sonar campanas en él...demasiadas.
-L-lo siento, no sabía que eras una Bennett- Ya no tenía sentido ocultar su conocimiento puesto que la chica podría averiguar de él si asi lo deseaba. La linea de brujas Bennett no se caracterizaban por ser débiles - ¿Ahora qué? - Preguntó con sus ojos en la pelirroja. Seguía sin entender que quería y el por qué detrás de ello.
Aleksand Bright- Cazadores
- Mensajes : 392
Fecha de inscripción : 05/05/2012
Re: Llegando [libre]
-Pues ahora quiero una oportunidad para que seáis mejores. Si queréis -Les brindó la mano. Si la aceptaban, ella daría paso a emplear sus energía en ayudarles a encontrarse.- Puedo hacer que vuestro poder se potencie, como si lo acelerara un par de años. Algo que no viene mal para una bruja y un... guardián del cementerio -Se quedó de pie, con los brazos tendidos. Una mano para cada uno. Les miró a los ojos, primero a ella y luego a él mientras aguardaba una respuesta o en su lugar el gesto-. El que se niegue, tendrá que abandonar este lugar de inmediato. Claro que quiero algo a cambio. El precio lo pongo yo, y no es negociable. Tranquilos, no hace falta que me vendáis vuestra alma ni la de nadie.
Las hojas de los árboles comenzaron a elevarse del suelo y a moverse alrededor de ellos. Tenía que hacer el momento especial, mágico. Aunque le hubiera gustado que sonara el aullido de un lobo para que fuera más tétrico o mejor, que cayeran miles de rayos y truenos que dieran más impresión a sus palabras pero sólo contaba con las hojas, unas miserables y tristes hojas pero que no se diga que no lo era capaz de crear ambiente.
Las hojas de los árboles comenzaron a elevarse del suelo y a moverse alrededor de ellos. Tenía que hacer el momento especial, mágico. Aunque le hubiera gustado que sonara el aullido de un lobo para que fuera más tétrico o mejor, que cayeran miles de rayos y truenos que dieran más impresión a sus palabras pero sólo contaba con las hojas, unas miserables y tristes hojas pero que no se diga que no lo era capaz de crear ambiente.
Kirika- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 25/05/2012
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