Reichen en el país de las Pesadillas ( Lykaios-Liam...y a mi mama :S )

La fiesta en casa de James fue todo un caos. Bulleta apareció destruyendo todo con bombas en forma de manzana, que sacaba de su canasta, pero despues desapareció. Jamás la vio en acción, pero pudo percibir su sello al actuar de esa manera. Despues fue secuestrado por Elijah quien esperaba que él y sus hermanos ayudaran a reconstruir el cuerpo de Klaus. James estaba poseído por magia oscura, o simplemente le dio una crisis de trastorno bipolar de alto grado para haberle dicho "debil e inutil" a Reichen. Aleksand llegó al rescate, pero no había mucho que pudieran hacer los tres. Sin la ayuda de Damon, Stefan, Elena o alguno más, aquello no iba a terminar bien. Sin embargo, Reichen encontró un nuevo poder, el de comunicarse con animales, en especial con los cuervos, que llegaron al lugar a defenderlo de esos vampiros. Al zafarse de Klaus,o Tyler, el estaba corriendo pensando que sus hermanos lo seguirían, pero no contaba con que de repente, al querer recargarse en un árbol, este lo llevó a un lugar sombrío.

Ese lugar no lo conocía, pero era tenebroso. El cielo era rojo, o anaranjado, pero tenía un tono color sangre. No había nada alrededor, solo un par de esqueletos humanos tirados, y nubes negras que hacían que el cielo se viera de terror. Cerca tambien habían árboles muertos, enormes, pero muertos, césped seco, no había vida en ese lugar, no había nada. Se quedó paralizado,no sabía a donde voltear.

- ¿Hola?- Gritaba, para ver si alguien respondía, pero nadie estaba ahí, solamente él. Era como el infierno, quizá por ser gay había muerto y llegado ahí, o simplemente era una pesadilla. No estaba seguro de si había ido ahí antes, o si lo había visto en sueños.

De repente un joven bien parecido apareció, aunque no se veía que tuviera buenas intenciones, o más bien, si tuviera intenciones de algo, de alguna manera.

- ¿ Qué es este lugar? ¿ Quién eres tú? ¿ Dónde estan mis amigos? Tengo que ayudarlos, Klaus los va a matar...- Hablaba con el hombre, aunque ni siquiera lo conocía y no sabia quien era él.- Sí,claro, como si los conocieras. Por favor, ¿ Puede decirme dónde estoy? Creo que me he perdido...

Las ideas bombardeaban mi cabeza una tras otras, las posibilidades eran infinitas y solo mi imaginación era mi límite. Y debo decirlo, mi mente es algo particular y con recursos casi infinitos en lo que se refiere a la realización de planes. Quizás sea mi naturaleza Kitsune lo que me confiere esa característica, lo único que tengo para decir en mi defensa es que estoy enamorado de esa parte de mí, es cuestión de tiempo para que todas las dimensiones se den cuenta de ello. Ahora tenía mi nuevo juguete frente mío, tan frágil a la vista que tuve que contenemerme para no romperlo en pedacitos y quedarme viendo lo que había en su interior. Pero después de todo, un baño de sangre en el medio de un desierto de la Dimensión Oscura tampoco suponía diversión prolongada, aunque su fluido quizás sería un buen abono para plantar mi propio jardín de rosas Magia Negra en el lugar. Mi propia marca en el desolado desierto. Descarté el pensamiento con una sonrisa, el chico tenía algo más valioso que su líquido carmesí y por supuesto tenía que averiguar porque estaba impregnado del aroma del guardián. Podía considerarse que desde el momento que vi a Lykaios nuestros destinos estaba obligados a cruzarse, y...¿Cómo no amar aquellos juegos? Zorro a zorro las apuestas eran más altas y el premio más jugoso. Relamí mis labios a momento que estaba seguro que mi cabello chispeaba sobre las puntas. Pasé mis dedos con sumo cuidado por el cabello del hechicero. como un padre en busca de tranquilizar a su hijo- Tranquilo, tus amigos estarán seguros donde los dejaste. De hecho podríamos considerar que jamás te fuiste de allí. Eres el arquitecto de tus sueños, y aquí puedes hacer lo que tu quieras. Soy tu guía y protector - le dediqué una amplia sonrisa mientras mentía descaradamente porque ninguna de las palabras que le había dicho eran ciertas. Ni una sola. Acto seguido hice una reverencia para mostrarme a su disposición. Sí, en disposición a jugar con el hasta aburrirme de escuchar sus gritos de desesperación y terror luego de exponerlo a las pesadillas que le esperaban. Posiblemente podría pedir que se le corte la cabeza si realmente lo deseaba decidiría aquello con el pasar del tiempo, después de todo difícilmente lograría salir pronto de donde nos encontramos por sus propios medios aunque la muerte era un vía rápida de escape.

Allí, yo era como una llama. Ardiente ante el sol eterno y carmesí de la Dimensión, una astro que no todos consideraban bello y que tantos dolores de cabeza otorgaba a la hora de seleccionar colores para la decoración externa. Lo mismo se aplicaba a la estética personal. Por supuesto yo tenía eso muy bien calculado y siempre lo utilizaba a mi favor. El rojo es mi color favorito. Revolotee alrededor del chico por un rato mientras lo obligaba a marchar en dirección a la ciudad, no era necesario ni discutirlo ya que era lo único visible hasta donde veía el horizonte- Bienvenido al país de las maravillas. Bueno, tu visión al respecto al menos de momento. Vamos dibuja una sonrisa en ese hermoso rostro, es hora de comenzar la diversión- La muralla exterior se hacía cada vez más grande a medida que nos acercabamos y aunque habíamos ingresado de una manera poco convencional estaba seguro que los guardianes no harían mucho problema, nunca lo hacían. Al menos no conmigo. Sonreí para mis adentros- Mi nombre es James, aunque puedes llamarme como quieras. Seré tu anfitrión en este sitio, donde espero que te encuentres a gusto- Hora de empezar el juego, y claro usaría nombres familiares para despitarlo y hacerle creer cosas completamente falsas para luego ver como cada una de sus conexiones y fortalezas se desmoronan frente a mis ojos.

El país de las maravillas no era absolutamente nada parecido a esto. En el país de las maravillas todo era verde, hermoso, colorido, era toda una gama de colores y formas caprichosas de plantas, lagos, muchas cosas más. Todo esto estaba muerto, pero tenía que enfrentarlo. Quizá era su fín, quizá ya estaba sentenciado al infierno, pero pensaba que ella no lo merecía, para nada, él ya había sufrido demasiado. Comenzaba a sentir el cansancio, quizá ya era el momento en el que Reichen debía morir, o vivir atormentado. Miró alrededor, y la única persona que estaba enfrente de él, era el chico que se hizo llamar James. Entonces se dijo " ¡Oh, como James, mi hermano !". Pero él no era su hermano. No confiaba en él, en lo absoluto. Pero de alguna manera debía enfrentarlo.Todo eso estaba claro, llegó a un mundo donde estaba completamente solo.

Entonces pensó en James y Aleksand, también pensó en las palabras que "James" le dijo. Ese no era definitivamente Disneyland, no era el país de las maravillas, era un lugar sumamente tenebroso. Sus poderes ahí no funcionaban del todo. Recorrió el lugar con la mirada, y depositó sus ojos en el hombre que se acercó a él y le acarició el cabello. Eso definitivamente hizo que se le erizara más la piel.

- Bueno, entonces por favor dígame cómo salir de aquí. No sé dónde estoy, quiero volver a mi casa. Por favor ayúdeme, mis amigos me necesitan, y mi familia va a estar preocupada. ¿Hay algún teléfono cerca?- Esa pregunta era algo tonta, pero, era una dimensión que no conocía, en el país de las maravillas no existía el teléfono, sólo cortaban la cabeza, aunque todo era bonito en ese lugar. No era necesario darse cuenta que no era el país de las maravillas, era el país de las pesadillas.

- ¿ Diversión? ¿ Qué clase de diversión hay aquí? Yo solo quiero irme a mi casa. O ...¿ Acaso es que morí? ¿ Me he ido al infierno? Dios, debí escuchar al Reverendo Williams, debí ir al servicio de los domingos. ¿ Qué hago? - Se quedó mirando en un punto muerto.

Fruncí el ceño ante la forma en que me hablaba, no parecía confiar ni una pizca en mi. Tenia todo el sentido del mundo después de ver el lugar donde nos encontrábamos pero esperaba un poco más de apreciación por no haberle arrancado el corazón a primeras. ¿Teléfonos? ¿Aparecía en la dimensión oscura y eso es lo que primero que se le ocurre? Tuve que usar todas mis fuerzas para contener la risa y no destrozar mi charada. Estaba claro que no me creería a la primera, pero tiempo al tiempo, tarde o temprano abrazaría la idea de que se encuentra en un sueño y yo mismo no era más que su propio guía. Mentiras y más mentiras para asegurarme la diversión del día, o hasta incluso semanas hasta que decidiera ordenar cortarle la cabeza. Dejé que mi sonrisa lo hipnotizara y lo incentivara a seguir hacia adelante, las puertas estaban muy cercanas y era hora de tomar precauciones- Solo sígueme, esta es solo la parte horrible del cuento. Lo lindo esta dentro pero por ninguna razón debes quitarte esto - con un movimiento de la mano aparecieron dos pulseras de oro puro en las muñecas de Reichen, símbolo de que era su esclavo en la Dimension Oscura pero de eso no tenía porque enterarse.

-Oh, estas lejos del infierno y no te preocupes que has hecho bien en no escuchar a un hombre loco decir estupideces por un buen rato. Aquí eres libre de actuar a tu manera, este es tu sueño. Recuerda que son los demás quienes están equivocados no tu. Aquí están todos locos, Reichen ¿Por qué no ponerle algo de diversión al asunto?- para mi ventaja había captado el nombre del chico entre el tumulto exasperado de gente que había en aquella pequeña reunión en las afueras de la mansión. Una lastima no poder haber visto como terminó aquello pero aquí se estaba mucho más a gusto. Era como volver a casa aunque no tenía pensado quedarme mucho tiempo, sólo el suficiente para destruir la voluntad del chico. Estaba escrito que tarde o temprano eso atraería a Lykaios, mi verdadero objetivo. ¡Y cuanto podían cambiar las cosas de encontrarnos en este maldito lugar bañado en luz carmesí! De momento como dicen en el mundo humano, el show debe continuar.

Seguridad resultó ser un chiste de eludir, los "grilletes" en las manos de Reichen habían hecho todo el trabajo y con una oleada de Poder indetectable para el hechicero pude presentarme sin hacer mucho más. Las mujeres guardianas, con sus cabellos dorados y ojos azules me miraban con recelo, como siempre. Ansío el día en tener una de ellas como platillo principal, aunque difíciles de conquistar las muy correctas. No despegué mis ojos del chico mientras iba caminando por las calles de la ciudad, en aquél distrito el hambre, la esclavitud y la miseria eran la moneda de cada día. Tenía que sacarlo pronto o mis intentos se verían frustrados, por suerte tenía muchos ases bajo la manga- El terrible reinado de la reina roja - no me tomo más que un segundo señalar una imagen de la regente del lugar, una vampiresa más que loca con una maldición muy fuerte sobre su cabeza. El sol se encargó de coronarla en un rojo puro y macabro -Vamos Reichen, te están esperando- le volví a mentir mientras jugaba en mi camino yendo de un lado a otro. Las calles y callejuelas eran un laberinto por el cual uno podría perderse muy facilmente.

Caminaban ambos por las calles de ese lugar. Casas algo viejas, árboles muertos, una vegetación de lo más extraña reinaba en esa dimensión. Reichen volteaba a todos lados asustado, y acompañado de ese hombre "James". Pensó para sí mismo que no tenía escapatoria. De repente, dos pulseras aparecieron en sus muñecas,ambas doradas, y para nada vistosas. Las contempló un momento. No había para donde correr. Sin embargo, no había opciones. Lo unico que le consolaba era que permanecía con vida y tendría que luchar para sobrevivir.

Miraba los rostros de todos los que estaban ahí, llenos de odio, con una mirada perversa, todos listos para atacar sin piedad. El miedo comenzó a dominarlo, y lo notó cuando estaba dando pasos no tan firmes, y sentía que sus piernas se iban a doblar. Sabía entonces que era prisionero, y para donde volteara, sufriría un daño. Miró a la Reina Roja, una mujer pelirroja, vestida de rojo, una falda larga, un top rojo, con unos símbolos grabados a la altura del pecho, y unas hombreras en forma de corazón. Le saludó de mano, mientras la mujer plantaba unas manos en el suelo, como si esperara que fueran a crecer. La escena era muy tétrica.

Llegaron a una especie de cafetería, donde todos estaban tomando un té, y cerca de ahí, había una calle de forma extraña, donde se veía a un grupo de personas huyendo, mientras unos vampiros iban detrás de ellos, huían despavoridos. Notó que los demás humanos tenian sus mismas pulseras, pero no entendía por qué. Volteó a ver a James un momento, contempló una vez más su galanura.

- Por favor, dejeme ir, quiero irme a casa. Mi madre me espera,mi padre, mi hermano Vinnie, mis amigos Alek y James tambien, y sí, tambien se llama James como usted. Tambien extraño a un hombre al que he aprendido a amar, se llama Lykaios, quiero volver a verlos, a todos. Por favor, no sé que tengo de valor que le pueda servir, pero por favor déjeme ir- Notaba que todos los que estaban tomando Te, llevaban puesto un sombrero de copa. Todos veían la escena de súplica, mientras disfrutaban de una deliciosa taza de te.

Caminaba dando casi pequeños saltos de la emoción, pero como en la historia de Alicia debía de apresurarme para tener mi objetivo cumplido antes de que pudiese existir una intervención al respecto, si es que llegaba alguna. Estaba claro que las calles de la Dimensión Oscura eran desde ya una tortura para mi querida Alicia y simplemente no podía pasar por alto la satisfacción que la visión de su rostro me provocaba. De hecho, instaba a jugar con él. Pensé en usar mis garras para dibujarle una sonrisa eterna en su facciones, un par de cortes por aquí y por allá y unos puntos para transformarlo en un perfecto muñequito de trapo. Rápidamente tuve que deshacerme de la idea, tenía que guardar la originalidad para la llegada de Lykaios. Fue suficiente el pensamiento para traer al guardián a nuestro encuentro. Sonreía de oreja a oreja y usé su cronometrada aparición para mi ventaja- Yo soy James, y allí tienes a Lykaios. Tal y como lo querías, pero no sobra decir que aquí no todo es lo que parece-

El otro zorro llegó dando su propio espectáculo, como de esperarse tomó el hilo de mi acto a la primera. Su aroma dulce delataba todo su ser, aunque ignoraba los métodos que tenía para el seguimiento de su chillón hechicero. Debía darle crédito al respecto pero más que seguir actuando había muy poco que el pudiera hacer. El chico era mi esclavo y si lo quería debía matarme, por supuesto las cosas no se mantendrían así mucho más tiempo, lo divertido de las historias es el final feliz. El final feliz para su protagonista, y en esta nueva versión de pesadillas ese era yo. Reí alto ante la nueva visión que se nos presentaba por orden y magia del Kitsune guardián. Ubiqué a Reichen en una silla usando algo de fuerza y me senté junto a él sin dejar de sonreír- Porque tienen patas -dije en un tono nada serio mientras ponía mi mano sobre el hombro del hechicero. Lentamente se acercó un chico con la mirada vacía y dando tumbos hacia nosotros para ubicarse a mi otro lado. Movía mi mano de un lado a otro y este parecía responder a ello como una especie de marioneta.

-Déjame decirte algo pequeñito que los sueños deben terminar, y algunas veces no en el momento que uno quiere. Pero con Lyky aquí, es hora del gran final- En un abrir y cerrar de ojos estaba detrás de el con mis manos a la altura de su cuello, mis garras se mostraron de un momento a otro para tirar de la misma esencia que constituía al chico y arrastrarla hasta mi titere. Enseguida tome su cuerpo vacío de la ropa y lo levanté del suelo- Me quedaré con esto pero te dejo lo que queda para que te diviertas - le dije con una sonrisa al guardián quien debería de encargarse de terminar de ubicar del alma de Reichen en su nuevo modelo o terminaría por desvanecerse en la dimensión oscura, un destino peor que la muerte misma -Tu turno- Mi cuerpo se desvaneció del lugar quedando solo mi rostro sonriente por unos segundos más. El juego se volvería más interesante ahora.

Aquello comenzaba a tomar una forma que a Reichen no le estaba gustando nada. Apareció Lykaios, con un sombrero raro y tomando una taza de Te. Los que estaban alrededor tambien tomaban una. Despues comenzó a aparecer gente que vestía de una manera poco usual. Había un vampiro vestido de verde azulado, con una pipa en la mano, echando fumarolas grandes, con formas caprichosas. Tambien aparecieron varias personas vestidas de rojo, negro y blanco, todos con dibujos en sus brazos y piernas, y un dibujo grande a la altura del pecho, con símbolos de la baraja. Al fondo estaba la chica que se veia como la Reina Roja, y la seguía un grupo de gente con ese mismo atuendo,todos hablaban y reían entre ellos.

Liam usó magia para atarlo a una silla. El cielo comenzó a llenarse de nubes negras, sobre el cielo rojo. Los árboles y plantas que estaban alrededor, comenzaron a verse de un rojo intenso y brillante, y debajo de ellos emergían unas raices con espinas, y flores de diversos colores, aunque fuera colorido aquello se veía de lo más aterrador. Tambien a la escena llegaron dos personas identicas entre sí, ambos con ojos azules y vestidos de negro, con unos pantalones negros entallados y unas botas negras, del mismo color que la camisa, con olanes y ambos tenían una rosa roja colgando del pecho, como si fuera una medalla. Los dos llevaban consigo un par de caramelos gigantes. Entre el público estaba un hombre rubio vestido con una gabardina blanca y dos orejas largas de conejo.

James comenzaba a hacer su obra, y sacó un objeto que Reichen no lograba distinguir, pero sintió los cortes, entonces notó que su cuerpo comenzaba a transformarse en algo, y soltó un alarido fuerte. Los demás se reían y se divertían del espectáculo tan horrible que estaba dando. Le dolía la cara, el cuerpo, los brazos, todo le dolía. Sintió un calor y un fuego que le quemaba por completo. Ahora se daba cuenta de que estaba perdido, o posiblemente moriría o que algo muy malo acababa de pasar.

Pensó fuertemente en sus padres y en su abuelo, sintió una fuerte presencia divina, un golpe fuerte. Respiró una y otra vez, entonces lanzó otro grito. Se sintió una explosión de energía, como si un campo de fuerza se generara. Se liberó de las cadenas. Salió corriendo lo más que pudo. De repente sintió algo de peso en su cabeza. Su cabello y su cuerpo ahora eran diferentes. Huyó con todas sus fuerzas, y se perdió de repente en un bosque extraño, además de sombrío. ¿ Qué era lo que seguía ahora?