El Proyecto Escolar ( Stefan).

Reichen Morgan retomaba sus tareas escolares de nuevo. Entre tantas cosas que habían pasado, tuvo bajas notas por ausencia, por los días que estuvo perdido en la dimensión oscura. Y ahora que tenía una nueva imagen, tuvo que hacer ese hechizo para que todos lo reconocieran. Temía que no encajara de nuevo,pero lo logró gracias a la magia. Volver a ubicarse en todo, era el reto a seguir, y sobrevivir al día sin la presencia de Klaus o Elijah. Todo parecía tranquilo. Elena no había ido a la escuela en días, ni tampoco sus demás amigos, si es que aun los tenía. Estaba solo en la escuela, siempre como el chico responsable de sus tareas, a pesar de las ausencias.

El profesor de Historia puso en parejas de trabajo a los alumnos. Eligió a Stefan como su compañero de proyecto, ya que tambien había faltado algunos días, y necesitaba créditos extras. Reichen sabía lo que era Stefan, aunque era amigo de Elena, jamás habían estrechado lazos, salvo la vez que sin querer le tiró unos lentes con telequinesis por accidente y casi lo mata.

Se reunieron ambos cerca de la ventana,mientras los demás hacian sus labores.

- Hola, Stefan. Creo que nos han asignado como compañeros de proyecto. Es un placer para mi trabajar contigo, espero que la pasemos bien- Le dio una sonrisa amable a Stefan. Se veía como un buen tipo, al menos esa apariencia daba.

Decidió volver al colegio, solamente para ver si podía descansar su mente de las tantas cosas que lo atormentaban, quizá algún proyecto estudiantil le sacara el tiempo para atiborrar su mente de cosas, que sabia, algunas no tenían remedio.

Por suerte, porque esta vez era una suerte, Stefan se vio en un proyecto en la clase de historia con Reichen, se acordaba del muchacho vagamente, de lo cual se avergonzaba un poco. Y era que simplemente debería recordar al menos nitidamente de los habitantes del pueblo, pero toda la marea de situaciones, sentimientos, problemas que lo perseguían desde hace mas de 100 años y otros nuevos que venían a refrescar a algunos de vieja data, no lo dejaban respirar un momento en paz, ni que decir tratar al menos de conocer a la persona con la que cursaba todos los días.
Pues bien, tomo aquella elección del profesor de historia como algo refrescante.
-Pues yo espero lo mismo, Reichen.- Sonrió con una cálida voz, amistosa...tranquilizadora. Estaba complacido de poder armar algo grandioso con su compañero, estaba seguro que entre los dos, podrían hacer algo que valiera la pena y esperaba no se el mismo un estorbo para el muchacho. -bueno, pues habrá que elegir tema. Que te parece si hacemos algo sobre la quema de brujas en la edad media. Supongo que no es un tópico que cualquiera tocaría. Puedo hasta adivinar que todos tomaran la guerra civil...-Rió un poco. El había palpado la guerra civil como pocos,ademas de su hermano, era único testigo que podía dar cuenta de forma detallada el conflicto sin margen de error.
Recordó como en un flashback de película, el hambre...la desesperación y como apareció Lexi en su vida...Como la extrañaba, ella había sido su cable a tierra, ella hubiera podido parar al destripador.

Ella lo hubiera hecho...

Stefan Salvatore se estaba portando de una manera muy amistosa con Reichen. Ambos habían hecho un buen " click" desde aquél incidente incómodo de los lentes oscuros. Reichen no guardaba rencor, al contrario, se sentía contento acerca de poder trabajar con alguien como Stefan, quien se veía como una persona muy culta, lo que le llamó la atención. La simple mención del tema de la " Quema de Brujas" le pareció de lo más interesante, quería saber de donde venía la tradición de las brujas, lo que hacían en el pasado, y sobretodo, quería descubrir el motivo del por qué actuaban con esa crueldad.

- Me parece genial tu idea, porque eso de la Guerra Civil está bastante explotado como tema, y bueno, por mí encantado. Ya quiero empezar a trabajar, esto de lo que ha pasado últimamente me tiene de cabeza. Creo que Elena te lo puede explicar mejor. - Lo miró a los ojos,con algo de pena le dijo - Mientras estabas en tu fase de... "chico malo", ella y yo nos hicimos amigos. Incluso una bruja estuvo a punto de matarnos. ¿ Sabes de la existencia de Bulleta?

Le dijo al joven vampiro, no sabía si estaba bien hablar de ese tema con él, ya que la Caperucita Roja Malvada estaba haciendo sus estragos en Mystic Falls, y Elena había sido una víctima suya. Reichen sabía lo que era Stefan, y deseaba conocerlo mejor. A quien le temía era a su hermano Damon.

-Si, Elena me ha comentado algo sobre eso.-
De pronto se sintió agotado, mortalmente cansado de todo aquello, si por el fuera, se iria con Elena a algún lugar remoto y nunca mas volverían allí, pero no podía alejarla de sus amigos, su corazón ya no latia, pero...Elena era todo para el, no podía hacerle mas daño del que le estaba haciendo o del que le hacia desde que entro en su vida, junto con Damon.

Los sentimientos de culpa afloraron otra vez, mientras estaba en esa fase, que el mismo no quería ni siquiera mencionar por miedo a volver, había dejado a Elena sola. Sola...Era un maldito desalmado y si mentalmente se estaba castigando por haber incumplido la promesa que le había hecho de no dejarla nunca desamparada. -Me alivia saber que al menos alguien amigable, estuvo con ella en ese momento. Es importante para mi...Gracias Reichen.- -Su mano fue a parar al hombro del joven en una palmada, señal de pleno agradecimiento.

Se alegro que su idea le hubiera gustado al joven, su investigación podía servir para investigar mas a esa tal bulleta...Dos pájaros de un mismo tiro. Interesante...se le había ocurrido solo unos segundos después de que aquel nombre fuera mencionado.
-Pues mano a la obra entonces, vamos a la biblioteca a ver si encontramos algo. Aunque sea solo para empezar el proyecto, esta bien?- La mirada del vampiro era de una tristeza profunda, pero su sonrisa era brillante, no divertida, amigable, acogedora. después de todo, el era hermano bueno...

Miró a los ojos a Stefan, y sintió su apoyo también. Al parecer no tenía muchos amigos tampoco. Entonces, creyó prudente decirle unas palabras de ánimo.

- Oye, Stefan. Sé que no debo meterme en lo que no me llaman, pero, sé que te alejaste por alguna razón poderosa. Recuerdo esa cena de mi cumpleaños en la que llegaste, y despues llegó tu hermano. Los dos parecían muy perdidos, pero ambos protegían a Elena. Pude percibir ese aire de desprecio o rivalidad. No es que me agrade tu hermano, pero, supe que te quería proteger de algo, y tambien a nosotros.- Lo miró a los ojos, pero siempre mostrando su amistad y aprecio- Pero, no te culpes. Klaus es un hijo de perra, y tú, eres una buena persona. Si de algo te sirve hablar con alguien, soy buen oído. Si alguna vez necesitas hablar, salir, o aunque sea distraerte un rato, puedes acudir a mí.

Stefan siempre le pareció alguien solitario pero interesante, incluso, siempre quiso tener un amigo como él. Ahora entendía qué era lo que Elena había visto en él.

- Sobre Bulleta, te aseguro que esa malvada no va a salirse con la suya. Aunque a estas alturas, ya no sé quien es más peligroso, si Klaus, Bulleta, o ese demonio Kitsune que se apareció. En fin, no quiero ponerte nervioso- Le sonrió- Vamos a hacer ese trabajo juntos. ¿Te parece que ahora mismo vayamos a la Biblioteca? El tema parece bastante extenso, no se si te gustaría que nos vieramos en otra parte. Podría ser Mystic Grill o mi casa.

Era curioso que Reichen Morgan deseara hacer amistad con un vampiro, con una especie que le había arrebatado a sus padres, y esa misma condición que hizo que perdiera a su hermano, atravesándole una estaca en el corazón.

-Muchas gracias por tu apoyo, Reichen. Pero me basta con saber que Elena también cuenta contigo, como amigo. Es lo que mas me importa, ahora que he vuelto a ser ...yo. Quiero que tenga un atisbo de tranquilidad, que pueda superar...-Inmediatamente se callo. No sabia si el joven sabia que Elena..era lo que era, una bestia como el. Eso había sido parte de su irresponsabilidad como protector de la mujer que amaba.

Pero las cosas eran como eran y Stefan debía ver de ahora en mas y no tratar de aferrarse al pasado como lo había hecho siempre, no era su vida...ahora debía estar con ella, cuidarla...De todos modos, el chico se estaba ofreciendo para hacer de apoyo moral para el también. No podía contar con Damon. Ya no...
-Recordare tu promesa, espero que no se te haga demasiado pesado salir conmigo, no soy particularmente el alma de las fiestas.- Sonrió con un poco de melancolía y trato de cambiar de tema, para no tener que seguir pensando en lo que estaba tratando suprimir, al menos por un rato...Reichen pareció entenderlo y callo antes de seguir hablando de Bulleta o Klaus.

-Donde te parezca mas cómodo. En mi casa debe haber algunos registros sobre Salem. Recuerdo que Alaric había dejado su investigación para que Damon la guardara, quizá nos pueda servir de algo. Y luego si te parece poco, podemos ir a la biblioteca, aunque dudo que tengan algo mas completo que eso.- Alaric había sido un excelente investigador ...lamentaba que estuviera muerto, el también...

Reichen le sonrió a Stefan. Se sentía cómodo a su lado, era como si realmente fueran amigos. Stefan se veía siempre abatido, aunque en tiempos pasados él estuvo a punto de patearle el trasero. Todo fue en ese campo de futbol, cuando apenas los poderes de Reichen estaban en proceso de aparición uno por uno. Sin querer, con telequinesis, las gafas de sol de Stefan aparecieron en sus manos. Él sólo se dirigió a Reichen con aire despectivo, y le sonrió sarcástico. Su primer encuentro no fue nada agradable. Después recordó lo que sucedió en su cena de cumpleaños. Stefan y Damon hicieron su aparición en dicho evento, protegiendo a Elena de algo o alguien. Entonces, Stefan le hizo un regalo a Reichen, un brazalete que se veía bastante antiguo, y mientras que Damon le regaló un ramo de Verbena.

Estaba la cuestion de Damon, si ambos iban a casa de Stefan. Reichen le temía demasiado, ya que nunca había escuchado cosas buenas de él. Ir a casa de Stefan sería un riesgo, pero no tenía otra opción. Por lo menos ya sabía defenderse de los vampiros, aunque sólo de los de su clase. Los vampiros originales eran su peor temor.

- Bien, de acuerdo, vamos a tu casa si quieres. Me encantaría ver lo que Alaric Saltzman hizo. Él siempre fue un gran maestro, y sabía mucho. Yo aprendí mucho, y de hecho, gracias a él obtuve una A en mi trabajo hace meses. - Reichen lo miró a los ojos, y se decidió a decirle lo que sabía- Sé lo de Elena, por medio de mi padre adoptivo. Él trabaja en el hospital junto con la Dra. Meredith Fell. Dijo que no se explicaba cómo una chica que llegara muerta, haya despertado así como si nada hubiera pasado. Obviamente mi padre no sospecha nada. Ni siquiera sabe que tengo poderes. Con velas en mi recámara, incienso y esas cosas, creen que soy hippie o algo parecido.

Reichen hizo una pausa, y de repente le vino alguien a su mente: Damon Salvatore.

- Oye, pero Damon... ¿ Estará en tu casa? Porque a ese chico sí que le tengo demasiado miedo. - Dijo con algo de cautela.

Sonrio con tristeza al recordar al cazador. Alaric era querido por todos, pero el tambien se fue de sus vidas, era una verdadera pena.
-El era un padre para todos nosotros, mas lo era para Elena y para Jeremy. Lamento que no este para ellos ahora, deben necesitarlo mas que nunca- Si tenia que decirlo, no se sorprendía para nada que Reichen supiera lo de Elena, mas que nada porque era un pueblo chico, cualquiera que prestara un poco de atención y que supiera lo de los vampiros, podría hacer la ecuación correcta. Se sintió un poco mas relajado porque ya no tenia que mentir. No le gustaba hacerlo, porque mas que nada, sabia que luego lo iría a lamentar, lo sabia por experiencia. 200 años de vida eran suficiente para saber que la mentira tiene patas cortas y que alguna vez, se sabría la verdad.
-Bien, eso cambia las cosas, no me sentiré cómodo contigo ocultándote cosas, ya no quiero hacer eso con nadie, estoy un poco cansado de las mentiras y podre hacer catarsis cuando nos emborrachemos juntos en el mystic grill.- Se sintió un poco raro haciendo un chiste tan malo, pero era para que el joven no se sintiera abrumado o al menos incomodo con alguien como el...su sonrisa se amplio un poco tratando de tomar las cosas con humor y así poder empezar el trabajo con el pie derecho. Noto enseguida que Reichen se pusiera incomodo con Damon. Para su suerte o para su desgracia, Damon había tenido que salir a una reunión de los fundadores y no estaría en la casa hasta bien entrada en la noche.
-Descuida, mi hermano, no esta en la casa...Se tuvo que ir y no creo que regrese en unas cuantas horas. de todos modos no te preocupes, yo se donde esta el archivo, así que no sera mas que un momento, luego puedo, si quieres invitarte un café o algo mas fuerte en el Mystic o en donde quieras. En este momento yo mismo no disfruto la compañía de mi hermano y en cualquier caso, estoy yo para hacerle frente. -Sabia que no era rival para Damon, porque su hermano siempre había sido mas fuerte, pero estaba seguro que nadie le haría nada Raichen mientras estuviera con el, no lo permitiría, jamas.

( Disculpa la demora, pero ya estoy de vuelta, es que tuve mucho trabajo y no tuve oportunidad, pero aquí estamos)

El comentario que había hecho Stefan acerca de que su hermano estaría fuera, le hizo sentir un poco mejor,sin embargo, estaba el peligro latente de que a Stefan se le antojara un poco la sangre de Reichen, aunque este ya sabía como defenderse, y lo pudo hacer cuando tuvo que asesinar a su hermano Raleigh, en el momento que este lo quiso atacar. Eso quería decir que su expediente estaba en cierta parte manchado. No era quien tampoco para juzgar a Stefan, quien tenía una reputación muy negra en su pasado, incluso Elena tuvo que lidiar con ello.

Ya que había hecho click con Stefan, y ambos habían demostrado ser leales el uno al otro, a tal grado que ambos trabajaran juntos, eso quería decir un nuevo comienzo en sus relaciones amistosas. Quizá el alejarse de Alek y James le serviría un poco. Aunque fuera del círculo de ellos, también este quería hacer sus amigos fuera de ellos. Su vida ya no era tan normal, por más que este quisiera.

- Entonces me siento mejor. No deseo toparme con Damon, honestamente. Desearía por lo menos llevarme bien con alguien en este pueblo. Estoy en un círculo con dos amigos, que ambos están más trastornados que el Dr. Jekyll cuando se transforma en Hide, y yo con otro cuerpo que cambiaron en la Dimensión Oscura. Por lo menos la escuela me da algo de normalidad, y por lo menos, este trabajo, aunque hable de brujos y brujas, me da un cierto respiro de mi vida cotidiana. - Volteó a ver a Stefan, y sonrió gratamente- Bien, chico. Tú dices entonces por donde y cuando empezamos. Tenemos que sacar una buena nota.