El Poder de Tres [James + Reichen]

Nadie notaría que con cada palabra que daba, el cazador analizaba todos los rasgos de los dos chicos presentes. Por un lado Reichen estaba atónito, sorprendido, era lo normal pero Aleksand no pudo evitar sonreír ante ese rostro tan bueno e inocente.
Del otro tenía al Cromwell, de él provenía una clara curiosidad y como cientos de preguntas se formulaban en su cabeza y de las cuales seguro querría respuestas. Tampoco pudo juzgarlo pues el cazador era tal cual. Hizo una reverencia ante el gesto de ambos de aceptación y reconocimiento. Al fin no estaba allí solo, tenía a donde pertenecer, alguien a quien recurrir.

Se cruzó de brazos ante la mención de las posibles alianzas y un posible plan a futuro cercano. No le gustaba mucho, para no decir -nada-, juntarse con aquél Stefan, no después de lo que pasó con Alice y la fiesta de cumpleaños de Reichen. Tampoco conocía de una bruja lo suficientemente poderosa y confiable para el trabajo. Si bien Cassie Blake posiblemente estuviera a la altura de la situación eso significaría poner en expuesto su relación de trabajo con ella, y no podía compartirlo.

-Aprender el uso de armas tampoco es tarea fácil, necesitarán de un cuerpo fuerte y una mente acorde antes de saber como manejarlas. Me encargaré de darle una rutina de entrenamiento a cada uno y os evaluaré cada cierto periodo para tener un seguimiento de su evolución. Nota para ustedes, prepararse para sufrir -Lo dijo con una naturalidad y una sonrisa amable que hacían una mezcla terrorífica.

Enseguida James empezó a hablar sobre magia sabia de la existencia de dos de ellas ¿Pero qué era eso de magia de círculos? Conocía linajes de brujas y cosas así pero jamás había oído hablar de ellos por lo que se lo hizo saber- Digamos que tengo idea de la magia individual y negra después de todo es a lo que me enfrento -casi- siempre, ¿Qué es la magía de Circulo?- Tenía su vista clavada en el libro, observando a todos y cada uno de la linea genealógica Cromwell y me memorizandolos a la perfección, quien sabe cuando podría serle útil. Frenó en el nombre de Natasha para continuar hablando- Puedes estar tranquilo que lo que aquí se discuta no saldrá de mis labios ¿Pero no es ese tipo de magia muy peligrosa? - De hecho sabía bien la respuesta y no le gustaba, esperaba en su corazón que su nuevo amigo no recurriese a ella en ningún momento pero su mente de cazador le gritaba otras cosas.

El libro había caído ahora a su regazo, ver aquél símbolo en las páginas le dio escalofríos, poniéndole los pelos de punta. Cada vez que se levantaba y veía en él espejo aquel colgante sobre su torso tenía el mismo efecto. Como un recordatorio de algo importante, algo grande que aún no comprendía. Ese sentimiento de poder abrumador y adrenalina que en raras ocasiones una persona sentía. Se mantuvo en su lugar, volviendo a dirigirse a ambos. A partir de ese momento su voz parecía contar un relato más que explicar el secreto tras ello.
-Con mis disculpas a Reichen si no te interesa. Ha decir verdad no se qué de todo esto es verdad, tampoco debería de saberlo, créeme nada me ha costado más que conseguir lo que sé acerca de ello. Mis maestros siempre han sido muy reacios a que yo conozca acerca de esto. De igual manera, mi curiosidad es algo fuerte.
Con certeza puedo decir que mi linea familiar de "Magia" proviene de Grecia. Esto ya se lo dije a Reichen pero digamos que mi nacimiento fue casi un milagro, según los reportes, científicamente yo no debería existir. Fue un día de luna llena de Julio, según los rumores mis ojos tenían el mismo color que mi colgante. Jamás he podido acercarme a mi familia por lo que no puedo confirmarlo.
En fin, no hace mucho tiempo me encontré con un par de mitos provenientes de la mitología griega. Según estos, la Diosa Artemisa sentía gran preocupación por los mortales durante la noche por lo que ella mantenía guardia y alejada a los monstruos que acechaban a los humanos. Una vez la Oscuridad alcanzó a uno de sus apreciados protegidos, dejando un cadáver reseco sobre las sagradas aguas del Amvrakikos. Artemisa en toda su tristeza y furia trajo devuelta a la vida aquella persona, dotándola de poderes más allá de lo mortal para que fuese un haz de luz durante la noche portando su estandarte e ideales. Según continuaba, la persona era capaz de mover corrientes y helar el agua con solo desearlo.
Mi teoría es que en aquella parte de Grecia se solían practicar muchas de las Olimpiadas en honor a Artemisa, posiblemente sus adoradores crearon aquél mito para alentar a sus representantes en las mismas, con la promesa del poder. Me atrevo además a decir que seguramente parte de mi familia formaran parte de ello y tomarán la Luna como representación a lo mismo, después de todo es una fuente de gran poder mágico ¿O me equivoco? -Se hubiese reido si no fuera porque queria sonar lo más convincente posible. Le costó entender como había llegado a una hipotesis así en cuestion de segundos pues no les diría que a pesar de su temple calculador era fuertemente supersticioso y que anhelaba la existencia de un ser así como para variar de tanto vampiro y muerte.
-Ignoro cuanto poder pueda llegar a alcanzar o los conocimientos mágicos de mi familia. Tendrás que verme como el primero en el árbol puesto que no puedo ir más arriba o estaré en problemas - Ya no le alcanzaban los dedos para contar las veces que había intentando llegar a su madre, siempre sin lograrlo. De una manera u otra un Pilar estaba allí para detenerlo.
-En fin, la cosa es tan misteriosa para ti como para mí- agachó levemente la mirada para observar el colgante y ser invadido por aquella sensación. Por un intangible instante el color de sus ojos y el de la Luna fueron uno.