Visitando el grill (Jen Night)

Una vez mas salia la luna y se hacia de noche y con ello tambien salia yo. Hoy habia decidido ir al grill para relajarme un poco viendo un poco a gente del pueblo y a ver si con suerte hoy averiguaba algo mas de este pueblo que ha provocado que muchos seres sobrenaturales vengan desde muchos lugares distintos, es como si algo los atrajese de una manera bastante extraña.

Cuando entre me dirigi a la barra, me di cuenta de que en este momento solo habia un camarero al que intente pedirle un Whisky pero este me ignoraba haciendo caso a un grupo de chicas que habia, esto me enfado bastante. La verdad intente controlarme pero habia algo en mi que no me dejaba, supongo que seria parte de las ganas de venganza que tenia hacia los humanos asi que cuando paso por mi lado le cogi fuertemente el brazo haciendo que se girase mientras le miraba a los ojos usando la compulsion-Ahora mismo vas a traerme lo que he intentado pedir durante todo el rato y despues de eso cogeras un cuchillo, te iras a un lugar en el que nadie te vea y te cortaras las venas silenciosamente-Dije mientras esperaba sentado a que me trajese lo que habia pedido desde un principio que entre en el bar mientras miraba a la gente que habia en el bar.

Había ido a Mystic Grill a pasar un rato tranquila. Llevaba todo el día de arriba a abajo y no había parado quieta. Vale que los vampiros no nos cansábamos, pero a veces necesitábamos estar quietos y mirar al rededor, así que fui al bar.

Al entrar vi que solo había un grupo de chicas en la barra y un hombre sentado intentando llamar la atención del camarero que babeaba por las chicas. Reconocí a algunas de las chicas ya que iban a mi mismo instituto, pero al hombre no lo había visto nunca. En un momento el hombre agarró al camarero y después le dijo lago como "Dame lo que quiero y luego córtate las venas sin que nadie te vea". Me quedé horrorizada. No se quien era ese tío ni que hacía en aquel pueblo, pero no era una chica que permití hacer daño a la gente injustamente.

El camarero le sirvió al hombre lo que había pedido y luego se fue a la calle con un cuchillo. Antes de que hiciera nada, cogí el cuchillo y le miré a los ojos.- Olvidaras la idea de cortarte las venas y volverás al bar a trabajar como si nada hubiera pasado. -El camarero me miró desconcertado y volvió dentro a seguir sirviendo.

El hombre miró primero al camarero como si no entendiera como seguía vivo y luego me miró a mi ya que entré detrás del camarero. Me senté al lado de aquel tío tan misterioso y pedí al camarero que me trajera un refresco. Miré al hombre y con una sonrisa maligna dije.- Ya hay muchos asesinatos, no creo que un suicidio ayude demasiado.

Me extrañe mucho cuando vi que aquel camarero seguia vivo, en un principio pense que podria ser que hubiese tomado verbena o llevase algun amuleto que anulase mis habilidades pero fuese lo que fuese me enfado un poco. Luego cuando vi a aquella chica entrar detras del camarero, lo que me hizo pensar en otras opciones como que fuese un vampiro, cosa que podria ser muy posible si lo que habia escuchado sobre el pueblo era verdad. Confirmo mis sospechas cuando se sento a mi lado y me sonrio con una sonrisa malignas mientras decia unas palabras que demostraban que habia sido ella quien lo habia hecho ante lo cual me enfade aun mas que antes ya que era algo molesto cuando alguien no me dejaba hacer lo que queria.

-Tienes razon, un suicidio seria muy raro en este pueblo, mejor despues le dejo sin una gota de sangre en sus venas, talvez eso ya sea mas normal para este pueblo- Dije con una sonrisa para despues beber de mi vaso mientras miraba al camarero con cierto mirada amenazadora para despues volver a poner mi mirada en la chica que habia alli-Por cierto me llamo Daniel y gracias por ayudarme a elegir mi cena- Dije extendiendole la mano de forma educada.

El chico que tenía al lado me miró muy mal al ver que el camarero seguía vivo así que decidió que sería su cena. Realmente odiaba a ese tipo de "personas". Hoy en día había miles de formas de alimentarse para un vampiro y el lo único que quería hacer era daño. Borré mi sonrisa y fruncí el entrecejo para que pudiera ver que no me gustaba la idea de que se comiera a un humano.

-No te convendría probar su sangre. A ido a la cocina a por un té que contiene verbena. -Mentí. Esperaba con todas mis fuerzas que me creyera. Aquel camarero no se merecía morir de ese modo tan miserable. Aquí el único miserable que merecía morir era aquel chico que se presentó como Daniel.- Me llamo Jen, y de nada. -Dije ahora sonriendo amablemente para que dejara de ser tan mal educado.