conociendo(jen)

Era ya de noche. Adoraba las noches. La gente que era aburrida iba a casa y salían la gente o que era muy divertida o para otras personas muy inocentes ya que a esas horas los vampiros salíamos a alimentarnos. Llevaba todo el día haciendo deporte, primero un poco de footing, luego boxeo y terminar con un poco de baile.

Me duche, me puse unos vaqueros y una cazadora marrón y salí a tomar algo en el Mystic Grill. Tenía ganas de ver a alguien conocido y poder charlar con esa persona. Pero al entrar no había nadie. El bar estaba bastante lleno, pero nadie conocido ¿Dónde se había metido todo el mundo? Me senté en la barra de bar para pedirle al camarero un chupito de Tequila.

Después de beberme el chupito entró una chica. Me fijé porque no la había visto nunca y porque por sus venas no había sangre humana. Se sentó a mi lado y pidió al camarero una bebida que se negó a dárselo. Ella le miró a los ojos y el camarero fue a coger la bebida. Una de las mejores cosas de ser vampiro era que podías manipular a los humanos y eso era exactamente lo que ella estaba haciendo.

-Deberías mirar antes si hay alguien al rededor. -Le dije a la chica sin mirarla. El camarero para entonces ya me había traído otro chupito y lo tomé sin pensármelo dos veces.

La chica seguía mirando su baso. Estaba tensa y parecía que iba a salir corriendo en cualquier momento. Tal vez había topado con alguien que odiaba hablar con la gente, pero luego me di cuenta que no era así ya que se presentó amablemente, pero aun así sin mirar.

-Yo me llamo Jen. -Dije y la miré, pero ella seguía mirando el baso. Sus ojos estaban negros. Tenía sed. Tal vez era nueva con eso del vampirismo y no sabía controlarlo ya que lo de la nota mental llamaba la atención.- ¿Nueva vampiro?

El camarero no pasaba de traer chupito así que al final le dije que dejara allí mismo la botella y que ya la pagaría. En realidad nunca pagaba nada de lo que tomaba en los bares ya que manipular aun camarero era un hobby que me encantaba.

--Tenia muy poco tiempo, en esto no podía controlar mis emociones a pesar de que un vampiro dijo que si se podía, menos la sed, pero luego de un pequeño lapso de tiempo, lo logre, serene mi vista que ya estaba ensombrecida un poco y voltee con las facciones de mi cara bastantes calmadas y una sonrisa amable.-Si..disculpa, solo tengo dos meses cuando mucho.

--¿ tu tienes mucho tiempo?.-le pregunte con curiosidad ladeando la cabeza no sabia realmente como se debían tocar esos temas...

Así que una vampiro novata. Pobrecilla. Recuerdo que los primeros años que fue mi cambio los pasé realmente mal. No sabía controlarme. Oía todo demasiado, veía en la oscuridad, los olores eran mas intensos y no paraba de pensar en la sangre. Hoy en día todos esos pensamientos eran bastante escasos, excepto por la sed de sangre. Eso no se iba nunca. La chica me preguntó cuantos años tenía yo.

-Algunos más que tu. -Dije mientras le daba un trago al tequila.- Tengo 350 años, año arriba, año abajo. -Dije sonriendo. No contaba cuantos años tenía con exactitud. En realidad, me daba igual. No era partidaria de celebrar mi cumpleaños.- ¿Quieres un consejo? Ten mucha paciencia con el cambio, te durara mucho tiempo. -No quería asustarla ni nada de eso, pero era mejor que lo supiera desde ya.