Un chapuzon...[Alek]

No podía negar que abecés tenia miedo de salir ala calle , y mucho mas si era en las noches. Con eso de que había animales que mataba a personas así por que si . Pero tampoco era para prohibirse salir a divertirse, o a tomarse un café.
Ahora que estaba preocupada buscando un lugar donde quedarme, todo eso me tenia muy estresada y necesitaba relajarme, necesitaba estar en un lugar donde podía respira aire puro , donde pueda estar en paz, sin tener que pensar en lo que tenia que hacer después.
Era las 4:30 p.m , ya estaba lista para ir al lugar perfecta para meditar, para pasar la tarde, para ver entrar el sol, para ver el atardecer, aunque no conocía mucho los lugares aquí, pero sabia donde quedaba el lago, donde había estado perdida el primer día que llegue.
Cogí las llaves de mi auto, puse una mochila con algunas cosas en la parte trasera , por si necesitaba algo .
Salí del lugar donde me quedaría por un día mas, y de allí no sabia a donde iría, puse las llaves y arranque el auto. Por suerte las calles estaban vacías, no era como otros días , que era un caos con el trafico. Lo bueno es que pude llegar menos de media al lugar donde me quedaría toda la hora que me quedaba. Al menos hasta las 7 :00 p. m.
Al llegar al lugar , lo primero que observe fue la naturaleza , lo maravilloso que era. Los arboles, los musgos, esas cataratas . Me quede asombrada con este lugar, es que era tan bello , era perfecto para estar en paz. Olvidándome de mi auto fui hacia la catarata, mirar desde el borde ese color cristalino del agua , me provocaba darme un chapuzón. Y por qué no? Si aun era temprano , y no estaba apurada. Sonreí ante lo pensado y no espere mas para quitarme el polo que llevaba. Me saque la zapatilla y el pantalón. Los deje al borde mi ropa y las zapatillas, para luego entrar al agua .
Ahora estaba descubierta, ya que nadie me veía era divertido darse un chapuzón y mucho mas en un lugar como este. Nade de espaldas mientras miraba hacia el cielo, y así me relajaba muy bien. Ahora no había quien me apure como ese primer día que lo habían hecho.

El peor momento ya había pasado y con la experiencia había podido encontrar paz consigo mismo ¿Quién diría que volvería a aquél lugar donde todo había comenzado? Como Meredith había comprobado, al chico le gustaba demasiado el agua y casi que tenia la habilidad sobrenatural de soportar extremas temperaturas en ella. A pesar de ello ese día la temperatura era agradable, hasta cálida. El sol brillaba en todo su esplendor y las personas habían decidido pasar su tiempo al aire libre, centrándose en plazas y parques.

Llevaba consigo una toalla al hombro. Dejó sus pertenencias muy cerca de lo que era la cabaña Gilbert, suponía que Elena no tendría problema que el rondase por allí. A ojos inexpertos el chico estaría allí por mera recreación, pero el tenía mucho más que hacer.

Como el día en que había llegado había comenzado a trazar un area de cobertura alrededor de Mystic Falls. Con Klaus muerto ya no había nada que retuviera a otros vampiros y licantropos de ingresar al pueblo. Era de "público" conocimiento que la familia Gilbert era la protagonista en los sucesos extraños de aquél pueblo de Virginia y era parte de su deber como guardián vigilar las propiedades de Elena. Nunca se sabía cuando un extraño podía andar merodeando por ahí, aún si no hubiese nada importante en la casa.

Dejó su calzado, se quitó la camiseta y la dobló para dejarla impecablemente sobre una roca. Llevaba un traje de baño que le llegaba por debajo de la rodilla, completamente blanco con un estampado de luna creciente en gris plata sobre su pierna derecha. La brisa era fría al contacto, pero eso le sentó de maravilla. Sin pensarlo dos veces, se lanzó como un rayo al agua y no volvió a emerger hasta pasados unos minutos lo que denotaba su enorme capacidad pulmonar. Inmediatamente al salir a respirar pasó su mano por su cabello para llevarlo hacia atrás, y aunque ahora de un castaño mas notable este brillaba hermoso ante la luz del sol. Sorpresa para el chico cuando abrió los ojos y notó que tenía una chica frente a él, separandolos no más que un metro. ¿Cuando había llegado?¿Había pasado tanto tiempo sumergido sin darse cuenta?- Oh, disculpa. No noté que había alguien aquí- le dijo irguiéndose completamente para dejar toda la parte superior del torso fuera del agua. Parecía el dios del mar con falta de tridente. Su naturalidad y belleza al actuar en aquel medio a pesar de la temperatura eran innegables.

Se quedó en su lugar sorprendido ante las palabras de la chica, de hecho no entendía ni un poco de su razonamiento. Quizás pensaría que él era del estilo caballero con armadura, y lo sería si no fuera porque esas cosas metálicas eran tan incomodas. Bien la chica podría estar helando y siendo Aleksand su única opción le estaba pidiendo ayuda. De cualquier manera nadie iba a morir por hacerle el favor.

El rubio caminó en dirección donde le habían indicado, saliendo del agua. El sol calentaba su espalda desnuda mientras se agachaba para tomar la toalla. Se dio vuelta de inmediato para alzarla en el aire y volver hacia la chica. La esperaría en la orilla puesto que no quería mojar el objeto que había sido hecho para secar el agua del cuerpo moldeado de la joven- Aquí esta - le dijo en una sonrisa encantadora- ¿Revitalizante, no? -le preguntó por su experiencia allí y estaba en duda de si el agua le había sentado tan bien como a él.

-Soy Aleksand, por cierto -terminó por entregarle la toalla en la mano cuando ella se acercó lo suficiente.

No podía negar que el lugar era muy hermoso, y estar dentro del agua me estaba haciendo muy bien, ya que hace tiempo que no me había dado un chapuzón, por todo los problemas que estaba pasando, principalmente era por Klaus . Y ahora que ya no trabajaba para el todo cambio en mi vida, y por no tenia nada de miedo por si todo los originales me buscaran. Yo sabía como enfrentar a todos ellos, y sabia cual era su punto débil de Klaus. Por lago estuve desde pequeña al lado de ellos, y lo que Klaus me enseño a pelear y a usar algunos trucos nadie lo sabía. Había tenido suerte de esa parte.
Mire todo mientras el joven iba a pasarme la toalla. Yo que creí que no me encontraría con nadie en este lugar, yo que creí que estaría sola, pero no era nada desagradable su presencia. Mas bien era una oportunidad de conocer lo, para que así fuera mi amigo. Si tenia que hacer era hacerme amigos con los demás, aunque sé que me costara mucho, porque la mayoría ya me conocía, y soy su enemiga para todos. Y todo eso porque estuve junto a Klaus.
A pesar de la hora, el aire ya era cálido.Y Salí del agua con dejando chorrear unas gotas de mi bikini que llevaba puesto. Lo mire al joven serenamente, mientras este me daba la toalla.
-Gracias-Conteste . –Esta muy buena estar dentro del agua, de un par de minutos creo que volveré. Tu que dices-Comente mirándole de reojos. No quería estar ahí parada , si no lo mejor era sentarnos para poder charlar un rato, pero antes de proponerlo lo que pensaba conteste a su presentación .
-Es un gusto conocerte Aleksand.Yo soy Valerie-Estreche la mano en forma de saludo. Si era el mismo quien pensaba que era, solo necesitaba hacer una pregunta mas para asegurarme de que era el. –Por cierto eres Aleksand Bright –Pregunte curiosamente. Seguía parada frente a él con la toalla en las manos, esperando que me contestara.

Por un momento se sintió desanimado, le hubiese gustado tener un poco de tranquilidad, privacidad y tiempo para pensar. Pero el rubio era demasiado sociable para irse sin más. Desplegó su toalla en la arena para que ambos pudiesen sentarse sin que la arena se pegase al agua que llevaban - No es nada, siéntete libre de hacer lo que tu corazón desee - le contestó mientras tomaba su lugar. El calor del ambiente lo llenaba de vida ahora, tal y como el agua había hecho no hacía más que un minuto antes. Aquella escena parecería sacada de una película. Un chico y una chica sentados en un lugar pacífico con el sol haciendo brillar sus cabelleras doradas.

Valerie, su nombre resonó en algún lado de su mente, pero era imposible de saber a quien adjudicárselo. Sus sospechas al respecto se vieron elevadas ante la mención de su nombre. Parecía que estaba en desventaja ante ella. Le sonrió como si aquello no importase- De hecho, sí. Mi apellido es Bright ¿Me conoces? - Estaba un poco a la defensiva, y era de esperarse dado el pueblo en donde se encontraban. Hasta ahora las personas que se había encontrado estaba con él o contra él. Quien sabe, quizás Valerie era una chica normal, sencilla que sólo quería hablarle. Lo juzgaría con el tiempo.