{#}Una tarde en casa;{Alaric}

Me encontraba en mi habitación, con la música a tope, la verdad es que estaba muy contenta hoy, no paraba de bailar y reír, estaba contenta porque aunque lo que me había pasado a mí, sabría llevarlo, y Bonnie había traído de vuelta a Ric, eso nos había venido muy bien a Jeremy y a mí, pues ninguno queríamos perderlo.

Me tumbé en mi cama y empecé a hacer los deberes del instituto, dentro de nada tendría que hacer exámenes de acceso a la universidad. Tras acabar me entró hambre por lo que bajé las escaleras saltando los escalones de dos en dos y tarareando una canción. Crucé el salón y entré en la cocina. Abrí la nevera y me serví un vaso de leche con chocolate.

Escuché pasos en las escaleras y vi como Ric se sentaba en el sillón, la verdad es que quería hablar con él, sobre lo que yo era ahora y sobre como se sentía él con todos estos cambios, pues solo él ha vuelto de la muerte. -Ric, ¿quieres algo?-dije señalando con la cabeza la nevera.

Gracias a Bonnie, había vuelto de la muerte. No podía negar que me daba gusto estar vivo, esta vez había sido en serio...me saque el anillo y lo mire, pensando que en el, seguramente después de todo esto tendría que guardarlo, o ver que podría hacer con el. Me senté en el sillón de la estancia de de los Gilbert, mirando todo. Cuando resucitas de la manera que yo lo hice, tomas de otra manera la vida. Hasta ahora habia vivido al limite, me prometí que eso debía cambiar , al menos por esos dos niños que aun vivían en esta casa. Suspire, no podía negar que estaba feliz de estar allí, pero al mismo tiempo esta no era mi casa. Sabia perfectamente que Elena no era de la misma opinion que yo, pero si estaba alli era solo por ella y porque me lo había pedido, por Jeremy y por ella. Oi que la mayor de los Gilbert, bajaba por las escaleras, seguramente a la cocina a hacerse un bocadillo, la seguí con la mirada con una leve sonrisa y me alegro ver en sus ojos que estaba feliz por mi regreso...
-Tienes un poco de ese helado que tu tía compraba? me apetece algo dulce.
Guarde el anillo en el bolsillo de mi pantalón. Me estire en el sillon, sonriendo ya abiertamente hacia la adolescente que me había ofrecido comida hacia solo unos minutos, la verdad hacia bastante que no comía ese helado, lo había extrañado...
No sabia porque, pero suponía que Elena tenia mucho que preguntarme, que le diría acerca de todo esto? Ni yo lo sabia bien...Quiza solo era cuestion de decirle la verdad, es una chica inteligente, en cualquier caso, lo demas saldria solo.

Sonreí ante su respuesta, ese helado, también era mi preferido por lo que siempre lo compraba, mi tía Jenna... Me preguntaba si estaría bien allá donde estuviese. La verdad es que era increíble tener de vuelta a Alaric en casa, en nuestras vidas... Era lo mejor que había podido ocurrirnos después de tantas desgracias.

-Sí que tengo, también es mi favorito.-dije con una gran sonrisa mientras lo sacaba del congelador y cogía una cuchara del fregadero. Abrí el helado y le puse la cuchara, y caminé con mi chocolate en una mano y con el helado en la otra, me senté al lado de Alaric y le tendí el helado. -Bueno seguro que sabes que tengo muchísimas preguntas que hacer la verdad, pero lo primero de todo es, ¿cómo te encuentras?-le pregunté mientras le daba un trago a mi jarra.

-Gracias...-
Tome el tazon con el helado y le di la primera cucharada, el suave y frio sabor a chocolate de la crema me habia hecho sonreir. La mire y con la boca llena y tragando con dificultad, la gran porcion de alimento pasaba por mi garganta, haciendome experimentar esas senciones que uno no valora cuando sabe que puede engañar a la muerte las veces que lo desee.
-Bien, estoy bien...Quiza algo deprimido porque falle al protegerte y algo molesto con los Salvatore por no evitar esto. Pero en cierta forma estoy feliz de volver. -
Sabia que tenia muchas preguntas para hacerme y trataria de contestarlas todas, pero yo tambien tenia preguntas para ella asi que, solo volvi a sacar con mi cuchara un poco de helado y meterlo en mi boca.
-También tengo preguntas para ti, pero las damas son primero. Comienza cuando quieras.-
Observe detenidamente a la adolescente alli sentada, no podia creer que fuera un vampiro. Simplemente no me lo creia...nuevamente, saque avido un poco del contenido del tazon y me lo meti a la boca.

Sostenía el tazón entre mis manos, sonriendo a Ric, era increíble tenerlo a mi lado de nuevo, pues era como un padre para mí y para Jeremy, sin él, todo habría sido sino imposible, mucho más difícil. Me dijo que él también tenía preguntas, era obvio, ya no era Elena la humana, o Elena la doble Petrova, era una vampiro, y eso era difícil de asimilar para ambos.

-Bueno, Stefan y Damon no tienen culpa alguna, nadie esperaba que sucediese lo que sucedió, pero por una parte, está bien, pues ha sido posible con mi muerte salvarte, y además ahora no estoy exactamente muerta, sino que soy alguien nuevo y diferente. -le dije con aire pensativo. Di un nuevo trago a mi chocolate antes de volver a situar mi atención en este momento.

-Pues bueno, está bien yo empezaré. Ric, lo más importante es si tienes secuelas, es decir, como Jeremy, si ves fantasmas, y también es ¿qué sientes?-pregunté con gran curiosidad. Dejé mi tazón en la mesa de centro del salón.

-Porque cada vez que hablo contigo, parece como si estuvieras justificándolos? Supongo que no tienen la culpa, pero debian haber sido mas precavidos, lo mismo va conmigo. De todos modos te debo mi vida ahora, por eso debo agradecerte. Creo que nunca dejare de estar en deuda. -
Me sorprendio que tomara eso con toda la naturalidad del mundo, con toda la tranquilidad de alguien quien esperaba ese final. Realmente no me esperaba esa reaccion por parte de Elena. Supongo que convivir con vampiros te hacer ver el asunto con otros ojos "the bigger picture" Mientras la escuchaba comia avidamente el helado, metiendo en mi boca pequeñas partes de la crema que se disolvia en el calor del paladar y que sabia tan bien...Cuando hizo su segunda pregunta me quede mirando la pared por algunos segundos, mientras sostenia la cuchara con la mano, como si estuviera encontrando las palabras adecuadas para explicarle como era todo...
-No se si veo fantasmas...aun no he visto ninguno. Pero se que pronto lo hare...- Volvi mi rostro y la observe detenidamente con una sonrisa suave, casi paternal por el interes que la jovencita ahi sentada tenia por este tipo que no sabe ser un tutor para ella. Negue suavemente y saque un cucharada mas de mi helado.
-Como me siento? Bastante bien, la verdad. Siento como si estuviera viendo las cosas mas claras, como si entendiera el significado de todo lo que me rodea, como si las piezas de mi vida se hubieran alineado para entender de como va realmente el rompecabezas, no se si me hago entender...Se me dio una nueva oportunidad, te prometo que no la desperdiciare...-
Estuve por decirle, que la habia visto mientras estaba del otro lado, pero callé...me pregunte si era necesario aquello...quiza después se lo diría, después de todo Elena y Jeremy eran como parte de mi familia.

Jamas mentiría y no empezaría ahora.

Le escuchaba atenta y al mismo tiempo preocupada, pues no me gustaba en absoluto que vieran fantasmas ni Jeremy ni ahora él, pues las cosas podían ponerse más difíciles, pero es obvio que es inevitable, por lo cual tendríamos que asimilarlo. -Ric, sabes que yo estoy aquí para lo que sea, eres como mi padre, de hecho no sabes lo horrible que habría sido perderte, pues no soportaría más... Solo hemos perdido a quienes queremos... y... y la mayoría fue por mi culpa.-se me hizo un nudo en la garganta, y noté mi mirada nublosa, estaba llorando.

-Sabes la sensación que me inundó cuando estaba en el agua, fue horrible, me...me vino el recuerdo del accidente de mis padres, sabiendo que íbamos a morir en ese lago, con la mirada triste de mi padre, que me daba la mano mientras esperábamos lo inevitable, fue tan espantoso...-dije tapándome los ojos mientras me convulsionaba a causa de mi lloro.

No quería pensar en ello, pero todo me llevaba a lo mismo, los recuerdos algo preciado y doloroso, tía Jenna murió por mi culpa, luego Caroline fue convertida por mi culpa, la madre de Bonnie convertida en vampiro por mi culpa. Posé mis puños sobre mi cabeza, lo único que había dado a la gente de mi alrededor eran cosas horribles, y ahora más que nunca me estaba dando cuenta. No me gustaba en absoluto. Aguanté mis ganas de gritar mientras me caían más lágrimas.

-Ric, yo-yo no quiero perder a nadie más, solo nos tenemos nosotros tres, y cuando te vi convertido en el cazador que hizo Esther, el mundo se me ca-cayó encima.- Hice una pasua tratando de recomponerme lo cual me resultaba imposible. -Por favor Ric, no quiero que te inmiscuyas más en cosas de vampiros o lo que sea, no quiero perderte otra vez, Jeremy ya está sufriendo bastante, no tiene una vida de adolescente normal, y ahora menos con una hermana vampira que si se enfada es capaz de atacarle. Dios...-dije con un suspiró preodupado.

Al verla desmoronarse, suspire profundamente. Puse sobre la pequeña mesa de cafe, mi pote de helado junto con su cuchara y me situe a su lado en el sillon donde estaba sentada. Coloque una mano en su cabeza y le acaricie paternalmente el cabello suave de la adolescente. mientras la miraba con una debil sonrisa triste.
Elena y Jeremy eran como mis hijos, era mi familia, no podia ver llorar a la jovencita que ahora tenia a mi lado. Me dolía ver como se culpaba de todo lo que no llegaba a comprender. Por dios! si aun tenia 18 años! tenia una vida por delante. Baje mi mano hacia su mejilla y limpie sus lagrimas.
-Elena, tu no buscaste esto. Estar tan ligada como estas a dos vampiros, tiene sus consecuencias. nada en esta vida es gratis y creo que eso lo sabes. Yo vine de la muerte y ahora seguramente tendre que ver fantasmas el resto de lo que me queda vida. En esta historia no tenemos culpables...solo causas y consecuencias.-
Estaba culpandose de todo lo que pasaba y si bien era cierto que ella era el centro de los problemas, no queria decir que fuese la culpable. Todos lo sabíamos, todos los que considerábamos a Elena Gilbert parte de nuestra vida, sabíamos que ella, no podia ser culpable de lo que pasaba en el pueblo. -Podrias decir que tuviste la culpa de enamorarte de Stefan? No. Las cosas pasan porque tienen que pasar y aveces, solo a veces se pueden modificar o evitar, pero la mayoría del tiempo, estamos sujetos a los caprichos del destino. Jeremy esta haciendo una nueva vida en donde esta, gracias a Damon.-
Cuando observe que estaba mas calmada, me recosté sobre el respaldo, con los brazos cruzados.
-No lo se Elena, soy un cazador después de todo. Quizá sea mas cuidadoso ahora, pero las mañas nunca se pierden. No te prometo nada...-
Me habia prometido, mas que nada por esos dos jovenes que no volveria a meterme, pero como hacerlo...Puede uno, suprimir su naturaleza? Eso pensaba mientras miraba a la jovencita como se limpiaba las lagrimas, quiza solo por ella debia intentarlo. Por ella y por Jeremy.
-Por lo que acabas de decirme, siento que de verdad no te crees eso que me dijiste cuando te pregunte, que sentias siendo un vampiro? Te sientes una persona diferente?
Volvi a tomar el pote de helado entre mis manos y la cuchara
-Y lo mas importante, que pasara entre los hermanos Salvatore y tu?...-

Me quedé mirándolo un rato, la verdad es que me sentía de muchas maneras y pocas de ellas eran buenas, ahora era un depredador que tenía que alimentarse de sangre para poder sobrevivir, y aunque fuese sangre animal me dolía, eran seres inocentes. -La verdad es que no me gusta nada ser lo que ahora soy, alimentarme de lo que ahora me alimento, todo esto es nuevo y horrible, es algo que yo jamás quise, le dije a Stefan que prefería morir a ser vampiro.-hice una pausa y tomé de nuevo un trago de chocolate.

Jamás había sentido una vida tan difícil en mi interior, cuando hice mi primera caza, me sentí el peor ser del mundo la verdad, aunque solo fuera un ciervo. -Me siento mal, no me gusta ser lo que soy, pero por mucho que quiera cambiarlo, esto es algo que no voy a poder hacer y voy a tener que aprender a convivir con ello, en cuanto a Damon y Stefan... Eso es algo muy complicado, he recuperado un recuerdo, estaba en una fiesta con mis padres que vinieron a recogerme, y me encontré con Damon, que me confundió con Katherine, siempre he pensado que Stefan fue el primer Salvatore que conocí, pero no, ese es Damon, no sé lo que mi corazón siente en estos momentos, me siento como Katherine y lo odio, siento que estoy jugando con ambos y eso es algo que odio, sé que debo elegir a uno, pero es que al otro, lo perderé para siempre y eso es algo que no quiero Ric...-expliqué mirando el poco chocolate que me quedaba.

-Adolescentes...-
Rei levemente para romper la tensión, pero la verdad es que me dolía pensar lo que le pasaba a esta jovencita. En ese momento, me sentí agradecido de volver y les agradecí a las brujas que así fuera. Me permitiría al menos resarcirme de mis errores, que ya eran demasiados.
-Tu no eres como ella. has demostrado que eres, entera...fuerte, decidida. Y valiente. Mirala a Katherine, tanto años y lo unico que sabe es correr, escapar...
Le toque el hombro y se lo acaricie débilmente. Luego, tomando de nuevo el pote de mi helado, volví a dar una cucharada del chocolate.
-Ni deberías compararte con ella, es el fondo es una cobarde. Tu no lo eres.-
La mire tomar su chocolate y contarme que pasaba por su corazon y cuales eran sus sentimientos
-Siempre vamos a perder algo, cuando hacemos una elección, Elena... No es opción que te quedes con los dos. Pensaste cual de los dos esta mas cerca de tu corazón, mas alla de lo que hayan hecho por ti?...Alguien pierde, alguien gana, así de sencillo, por eso, antes de una decisión apresurada debes tener la seguridad de que es el correcto...
Volví mi mirada a mi helado. Si solo hubiera seguido alguna vez mis consejos...