Acerca del Pasado [Sherlock]
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Acerca del Pasado [Sherlock]
Si los días seguían pasando quizás podría recuperar aquella sonrisa radiante y ese optimismo inquebrantable que tanto lo caracterizaba. Tenía que agradecerle a James por eso, y al tiempo que Elena le estaba dando. Si no fuera por eso su intento por recuperarse se rompería como una casa de naipes frente a una corriente de viento.
Fue al cementerio para brindar sus respetos a todos los antepasados de Mystic Falls, era una costumbre que había perdido luego de su encuentro con Damon allí. Seguridad más que nada. Sin embargo, ya le parecía demasiado inapropiado de su parte no volver a hablar con aquellos que ya habían dejado este mundo. Dedicarle su tiempo a los que con tanto cariño se encargaban de cuidarlos, o esa era su creencia y la única que conocía.
Inevitablemente con los acontecimientos recientes y el lugar en el que estaba comenzaron a bombardearlo los recuerdos del pasado. Su mente aún estaba en un estado frágil y su subconsciente estaba aprovechando la oportunidad para atacar.
Vio a Ryckard y Alexia parados junto a él, y a su maestro entre las lápidas, mirándolo desde lo lejos. La melancolía había encontrado su camino y no se apartaría en mucho tiempo. Un nombre hacía eco en su cabeza pero no se animaba a pronunciarlo, ni para si mismo. Otra figuraba se formaba, esta vez no tan distante. No era como la recordaba pero podía identificarla sin problemas, ella no había sido su cargo formal pero habían compartido cierto tiempo juntos en Holanda hasta que la chica había encontrado un nuevo hogar, libre de peligro.
Le llevó un tiempo darse cuenta que ella no era un espejismo como los demás y esa era la única razón para volver al mundo real- Por los cielos...¿Sherlock? - preguntó acercandose, totalmente asombrado-
Fue al cementerio para brindar sus respetos a todos los antepasados de Mystic Falls, era una costumbre que había perdido luego de su encuentro con Damon allí. Seguridad más que nada. Sin embargo, ya le parecía demasiado inapropiado de su parte no volver a hablar con aquellos que ya habían dejado este mundo. Dedicarle su tiempo a los que con tanto cariño se encargaban de cuidarlos, o esa era su creencia y la única que conocía.
Inevitablemente con los acontecimientos recientes y el lugar en el que estaba comenzaron a bombardearlo los recuerdos del pasado. Su mente aún estaba en un estado frágil y su subconsciente estaba aprovechando la oportunidad para atacar.
Vio a Ryckard y Alexia parados junto a él, y a su maestro entre las lápidas, mirándolo desde lo lejos. La melancolía había encontrado su camino y no se apartaría en mucho tiempo. Un nombre hacía eco en su cabeza pero no se animaba a pronunciarlo, ni para si mismo. Otra figuraba se formaba, esta vez no tan distante. No era como la recordaba pero podía identificarla sin problemas, ella no había sido su cargo formal pero habían compartido cierto tiempo juntos en Holanda hasta que la chica había encontrado un nuevo hogar, libre de peligro.
Le llevó un tiempo darse cuenta que ella no era un espejismo como los demás y esa era la única razón para volver al mundo real- Por los cielos...¿Sherlock? - preguntó acercandose, totalmente asombrado-
Aleksand Bright- Cazadores
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Fecha de inscripción : 05/05/2012
Re: Acerca del Pasado [Sherlock]
Suena la brisa del sur, helando sus dedos que delineaban el vidrio empañado, quiebra con un silbido el filo de la ventana del pequeño auto azul. El viento golpea su cara enrojeciendo la blanca piel. Se sentía dentro de una película, y probablemente lo era, una película de suspenso donde todo comienza con una canción alegre y esperanzadora, justo como lo que sonaba en la radio a todo volumen. Era esa la razón por la que sacaba la mano de la ventana y soportaba el frío gélido mientras sostenía con la otra el volante, y pisaba el pedal máxima velocidad. Con un movimiento de cabeza tal de un adictivo ritmo de una creciente melodía, resonando el bit de la música haciendo vibrar el metal. En la maleta le esperaba un maletín lleno de velas blancas y una cinta de color roja, perfecta para el ritual que tenía en mente practicar. Una bruja. Sherlock. “El diablo” iba sobre ruedas de partida al cementerio, dispuesto a practicar todos sus trucos. El cementerio expedía energía a unos kilómetros de distancia, sentía merodear a los espíritus por todas partes, sin poder verlos, sin tocarlos, sólo sabía que estaban allí haciéndole compañía en su canción pop. Y ella canta el coro con verdadera alegría.
Sonrió al visualizar la tierra aplanada, y el caminito de tierra haciéndose frente a sus ojos. Estacionó el automóvil y salió de este sin olvidarse de sacar el bolso de la cajuela. Con un caminar de caderas y pies en línea recta se escabulló entre los árboles, haciendo de su rubia cabellera víctima del aire y la neblina. De puntillas pasó entre las tumbas evitando tocarlas demasiado, nunca le habían gustado del todo aquellos sitios, y sin embargo la llamaban a gritos exigiendo su presencia en cada uno de ellos. Como su llegada a Mystic Falls era algo que estaba hecho para ser.
Esparció las velas por todos lados haciendo del cementerio un espectáculo de luces, amarrando la cinta en un adorable lazo y dejándolo sobre la tierra. Deseaba conjurar un hechizo de la verdad, uno que le permitiera ver las mentiras que escondían en ese agujero negro de vampiros, y demonios. Ese lazo eran las ataduras que no la dejaban ver más allá, al desatarse tendría el camino libre. Fue entonces que una voz masculina se escucho sobre el sonido de los pájaros y los animales. Sus ojos azules se dirigieron en dirección a la voz con alarma.- ¿Alek? –Frunció el ceño pensando que estaba bajo los efectos de alguna droga.- ¿Y tú qué haces aquí?
No se esperaba encontrar a aquel muchacho tan risueño y de dulce sonrisa al otro lado del charco, era como ver una aparición en vez de un ser humano de carne y hueso.- Jesus, maría y josé ¿Eres real?
Sonrió al visualizar la tierra aplanada, y el caminito de tierra haciéndose frente a sus ojos. Estacionó el automóvil y salió de este sin olvidarse de sacar el bolso de la cajuela. Con un caminar de caderas y pies en línea recta se escabulló entre los árboles, haciendo de su rubia cabellera víctima del aire y la neblina. De puntillas pasó entre las tumbas evitando tocarlas demasiado, nunca le habían gustado del todo aquellos sitios, y sin embargo la llamaban a gritos exigiendo su presencia en cada uno de ellos. Como su llegada a Mystic Falls era algo que estaba hecho para ser.
Esparció las velas por todos lados haciendo del cementerio un espectáculo de luces, amarrando la cinta en un adorable lazo y dejándolo sobre la tierra. Deseaba conjurar un hechizo de la verdad, uno que le permitiera ver las mentiras que escondían en ese agujero negro de vampiros, y demonios. Ese lazo eran las ataduras que no la dejaban ver más allá, al desatarse tendría el camino libre. Fue entonces que una voz masculina se escucho sobre el sonido de los pájaros y los animales. Sus ojos azules se dirigieron en dirección a la voz con alarma.- ¿Alek? –Frunció el ceño pensando que estaba bajo los efectos de alguna droga.- ¿Y tú qué haces aquí?
No se esperaba encontrar a aquel muchacho tan risueño y de dulce sonrisa al otro lado del charco, era como ver una aparición en vez de un ser humano de carne y hueso.- Jesus, maría y josé ¿Eres real?
Sherlock E. Hertsgard- Brujas
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Fecha de inscripción : 21/05/2012
Re: Acerca del Pasado [Sherlock]
Al entrar al cementerio olvidó casi por completo que iba a hacer allí. La irrealidad de la situación lo tenía abstraído de todo pensamiento concreto. Le llegó aquel aroma a lirio blanco a sus sentidos ¿De donde habían salido esas flores? Cuando miró su mano derecha llevaba consigo todo un ramo de estas. ¡Cierto! Respeto a los antepasados. Repitió la frase en su cabeza para grabarla como a una cinta.
Dejó una de aquellas suaves y delicadas flores sobre la tumba que yacía a sus pies. Estaba sucia y el tiempo había marcado su paso sobre ella pero eso no la hacía menos merecedora que los demás, no para los azulinos ojos del cazador. Se volvió a fijar en aquella figura femenina que estaba cerca de él, aún permanecía en su lugar. Le costaba creer que fuera real. La caída de aquel dorado cabello, su danzar al compás del viento y sus ojos tan símil a los de él, y tan llenos de vida le indicaban que lo veía era cierto.
La chica que alguna vez conoció como niña, cuando el también no era más que un crío se presentaba como toda una mujer. Se le veía elegante , su piel blanca parecía completamente tersa y suave al tacto. Vestía juvenil y le quedaba muy bien. Le llamó la atención un pequeño resplandor a sus pies, no lo había notado hasta ahora pero estaba rodeada de velas.
Si algo había aprendido en su tiempo con el joven Cromwell era a distinguir ciertos aspectos de la magia y con su particular habilidad no denotaban ninguna malicia allí, sino incluso al contrario. Sin embargo, no dejaría que su vieja conocida se diera cuenta de lo que pasaba por su enigmática mente. Le sonrió, brillante y lleno de confianza, con aquella dentadura perfecta respaldándolo. Si este era el camino que el destino había trazado para ambos, lo seguiría de buen gusto.
-Tan real como tu o cualquier cosa que haya aquí- le respondió al fin. No sabía si acercarse y abrazarla, ignoraba el recuerdo que Sherlock tuviera de él. Por ahora se conformaría con seguir sonriendo- Venía a...- pensó su respuesta concluyendo que no habría problema- presentar mi respeto a los caídos. Y debo suponer que tu no estas aquí por la vista - le marcó una de las velas con un movimiento suave de su cabeza.
Dejó una de aquellas suaves y delicadas flores sobre la tumba que yacía a sus pies. Estaba sucia y el tiempo había marcado su paso sobre ella pero eso no la hacía menos merecedora que los demás, no para los azulinos ojos del cazador. Se volvió a fijar en aquella figura femenina que estaba cerca de él, aún permanecía en su lugar. Le costaba creer que fuera real. La caída de aquel dorado cabello, su danzar al compás del viento y sus ojos tan símil a los de él, y tan llenos de vida le indicaban que lo veía era cierto.
La chica que alguna vez conoció como niña, cuando el también no era más que un crío se presentaba como toda una mujer. Se le veía elegante , su piel blanca parecía completamente tersa y suave al tacto. Vestía juvenil y le quedaba muy bien. Le llamó la atención un pequeño resplandor a sus pies, no lo había notado hasta ahora pero estaba rodeada de velas.
Si algo había aprendido en su tiempo con el joven Cromwell era a distinguir ciertos aspectos de la magia y con su particular habilidad no denotaban ninguna malicia allí, sino incluso al contrario. Sin embargo, no dejaría que su vieja conocida se diera cuenta de lo que pasaba por su enigmática mente. Le sonrió, brillante y lleno de confianza, con aquella dentadura perfecta respaldándolo. Si este era el camino que el destino había trazado para ambos, lo seguiría de buen gusto.
-Tan real como tu o cualquier cosa que haya aquí- le respondió al fin. No sabía si acercarse y abrazarla, ignoraba el recuerdo que Sherlock tuviera de él. Por ahora se conformaría con seguir sonriendo- Venía a...- pensó su respuesta concluyendo que no habría problema- presentar mi respeto a los caídos. Y debo suponer que tu no estas aquí por la vista - le marcó una de las velas con un movimiento suave de su cabeza.
Aleksand Bright- Cazadores
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Fecha de inscripción : 05/05/2012
Re: Acerca del Pasado [Sherlock]
Su espíritu abandono su cuerpo y volvió a entrar de un solo golpetazo. La palidez de su rostro lo comprobaba. “Mierda”, se había olvidado de un pequeño detalle, estaba en medio de un ritual de brujería y ahora, expuesta de manera irreversible ante los ojos azules de Aleksand Bright. El pecho se hundía y expandía con rapidez gracias a su respiración agitada. Su eje se había ido después de aquella patada directo al estomago, pero… ¿Realmente él sabía lo que estaba pasando? ¿Cómo podría…? Las últimas palabras del chico terminaron de consumir sus esperanzas, sólo había dos opciones. Miró a ambos lados haciéndose un plano mental del área. Podía salir corriendo despavoridamente, o clavarle una pala por la cabeza al castaño. La segunda opción parecía improbable, pero de ante mano por su madre conocía lo que era ser descubierta por los humanos. Y no era exactamente la feria del condado en un honor a las brujas.
No cabía duda de que el Sr. Bright había crecido. De alguna manera había rebasado su altura y encargado de trabajar su cuerpo, unos brazos gruesos y una espalda ancha y basta le hacían dudar de esa sonrisa dulce en compañía de unos hoyuelos bien marcados que se gastaba, pero había algo en él que daba la sensación de que encontrarías un -maravilloso- ser humano en el fondo, un efecto que nublaría el juicio de cualquiera, incluso el suyo.
Podía recordar la risa del pequeño Alek y su corte de maseta en unos cabellos rubios, ojos azulados saltones y achinados, y esa encantadora sonrisa que no se había perdido al pasar de los años. Empezó a caminar hasta él volviendo a las puntas de sus pies para evitar tocar las tumbas.- Que observador… -Se aclaró la garganta metiéndose las manos en los bolsillos.- No, no… claro que no –Sonrió bajando la mirada al suelo como quién no quiere la cosa.- Un poco de… crisis… ¿adolescente? –No es que se le dieran mal las mentiras pero no dejaba de parecer gilipollas palabra tras palabra.- Esto de lo oculto es fascinante –Irónicamente en un pueblo infestado de criaturas del mundo de “lo oculto”, no podía ser más vergonzoso, bailando desnuda entre los matízales y ser descubierta de la misma manera sería más confortable que haber olvidado la escoba en medio del camino.
-No sé ni cómo te he reconocido, tio… Mírate –Rodeó el cuello de Alek con sus brazos sonriendo ampliamente, estrechándolo fuerte contra ella.- Estás hecho una mole… -Se rió por lo bajo separándose un poco, sin soltarle, para verle el rostro.- Quiero decir, una mole muy guapa… -Eso tampoco había sonado del todo bien, sin esconder la mueca ante la metida de pata, otra más, que había hecho.- Por lo menos ya no eres el enano de hace años. –Sus manos se refugiaron en los bolsillos de su pantalón mientras se encogía de hombros sin apartar la sonrisa. Sólo quedaba un pregunta ¿Cómo sabía él que el mar es azul si nunca ha ido? Las velas sólo reposaban allí, el significado estaba inmerso en la mente del observador.
No cabía duda de que el Sr. Bright había crecido. De alguna manera había rebasado su altura y encargado de trabajar su cuerpo, unos brazos gruesos y una espalda ancha y basta le hacían dudar de esa sonrisa dulce en compañía de unos hoyuelos bien marcados que se gastaba, pero había algo en él que daba la sensación de que encontrarías un -maravilloso- ser humano en el fondo, un efecto que nublaría el juicio de cualquiera, incluso el suyo.
Podía recordar la risa del pequeño Alek y su corte de maseta en unos cabellos rubios, ojos azulados saltones y achinados, y esa encantadora sonrisa que no se había perdido al pasar de los años. Empezó a caminar hasta él volviendo a las puntas de sus pies para evitar tocar las tumbas.- Que observador… -Se aclaró la garganta metiéndose las manos en los bolsillos.- No, no… claro que no –Sonrió bajando la mirada al suelo como quién no quiere la cosa.- Un poco de… crisis… ¿adolescente? –No es que se le dieran mal las mentiras pero no dejaba de parecer gilipollas palabra tras palabra.- Esto de lo oculto es fascinante –Irónicamente en un pueblo infestado de criaturas del mundo de “lo oculto”, no podía ser más vergonzoso, bailando desnuda entre los matízales y ser descubierta de la misma manera sería más confortable que haber olvidado la escoba en medio del camino.
-No sé ni cómo te he reconocido, tio… Mírate –Rodeó el cuello de Alek con sus brazos sonriendo ampliamente, estrechándolo fuerte contra ella.- Estás hecho una mole… -Se rió por lo bajo separándose un poco, sin soltarle, para verle el rostro.- Quiero decir, una mole muy guapa… -Eso tampoco había sonado del todo bien, sin esconder la mueca ante la metida de pata, otra más, que había hecho.- Por lo menos ya no eres el enano de hace años. –Sus manos se refugiaron en los bolsillos de su pantalón mientras se encogía de hombros sin apartar la sonrisa. Sólo quedaba un pregunta ¿Cómo sabía él que el mar es azul si nunca ha ido? Las velas sólo reposaban allí, el significado estaba inmerso en la mente del observador.
Sherlock E. Hertsgard- Brujas
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Fecha de inscripción : 21/05/2012
Re: Acerca del Pasado [Sherlock]
Una dulce brisa se había levantado alrededor de los jóvenes acompañándolos en cada palabra. Las luces de aquellas velas parecían bailar una bienvenida para aquellos dos viejos amigos. No daba mucha importancia a el porque de su presencia en el cementerio, estaba demasiado anonadado por haberla encontrado después de tanto tiempo.
Le alegró aquél abrazo eso solo podía significarse que le recordaba bien, con cariño. Algo difícil de encontrar en estos días. Como un niño, la atrapó entre sus brazos a la altura de sus hombros. Le dibujaba una sonrisa en su rostro el estar junto a alguien quien lo conocía de antes de ser aquella especie de soldado, bestia calculadora, terror nocturno. Con el abrazo le alcanzo el dulce aroma de su cabello que al tacto era tan suave y sedoso como lo era a la vista. Le resultó increíble lo que el tiempo podía hacer con una persona, con ambos. Y por eso le tenía tanto respeto a su propia mortalidad, sin llegar a nombrar que existía algo dentro suyo que le rogaba por aprender que era vivir. Nunca le había encontrado mucho sentido a eso, hasta ahora.
La insistencia de la chica en intentar explicar lo que pasaba terminaron de hacer que su atención se centrase en lo que pasaba allí- Con que oculto. No sé si sería la mejor idea practicar algo así en estos terrenos. Aquellos que ya han muertos están en su merecido descanso, lo mejor es dejarlo así.-Le observó como si la experiencia hablara por él, como si ya hubiese visto más allá.
-¿Qué a ti te ha sido difícil reconocerme? Imagínate a mí, ha probado ser todo un logro, creo que me merezco un nobel - le dijo haciendo una reverencia de nuevo con aquella sonrisa tan inmaculada y única- Algunos ya no somos enanos, y otros tantos ya no son unas niñas miedosas con un diente faltante, my lady- le dijo lo último en un marcado acento alemán. Intento con ello recordare el momento en el cual se habían conocido, ignoraba si ello estaba en la memoria de la chica. Por su parte, Aleksand jamás olvidaría la primer sonrisa que obtuvo de una niña, incluso si le faltaba un diente debido a su edad.
-Te ves bien- le dijo en tono suave acariciando su rostro con el dorso de su mano, como si estuviera intentando cersiorarse de que era verdad. Las velas aún seguían su baile, y toda naturaleza del lugar parecía rendirle tributo a ambos.
Le alegró aquél abrazo eso solo podía significarse que le recordaba bien, con cariño. Algo difícil de encontrar en estos días. Como un niño, la atrapó entre sus brazos a la altura de sus hombros. Le dibujaba una sonrisa en su rostro el estar junto a alguien quien lo conocía de antes de ser aquella especie de soldado, bestia calculadora, terror nocturno. Con el abrazo le alcanzo el dulce aroma de su cabello que al tacto era tan suave y sedoso como lo era a la vista. Le resultó increíble lo que el tiempo podía hacer con una persona, con ambos. Y por eso le tenía tanto respeto a su propia mortalidad, sin llegar a nombrar que existía algo dentro suyo que le rogaba por aprender que era vivir. Nunca le había encontrado mucho sentido a eso, hasta ahora.
La insistencia de la chica en intentar explicar lo que pasaba terminaron de hacer que su atención se centrase en lo que pasaba allí- Con que oculto. No sé si sería la mejor idea practicar algo así en estos terrenos. Aquellos que ya han muertos están en su merecido descanso, lo mejor es dejarlo así.-Le observó como si la experiencia hablara por él, como si ya hubiese visto más allá.
-¿Qué a ti te ha sido difícil reconocerme? Imagínate a mí, ha probado ser todo un logro, creo que me merezco un nobel - le dijo haciendo una reverencia de nuevo con aquella sonrisa tan inmaculada y única- Algunos ya no somos enanos, y otros tantos ya no son unas niñas miedosas con un diente faltante, my lady- le dijo lo último en un marcado acento alemán. Intento con ello recordare el momento en el cual se habían conocido, ignoraba si ello estaba en la memoria de la chica. Por su parte, Aleksand jamás olvidaría la primer sonrisa que obtuvo de una niña, incluso si le faltaba un diente debido a su edad.
-Te ves bien- le dijo en tono suave acariciando su rostro con el dorso de su mano, como si estuviera intentando cersiorarse de que era verdad. Las velas aún seguían su baile, y toda naturaleza del lugar parecía rendirle tributo a ambos.
Aleksand Bright- Cazadores
- Mensajes : 392
Fecha de inscripción : 05/05/2012
Re: Acerca del Pasado [Sherlock]
Si sus mejillas como rosas se pintarán en cuadros y retratos sería, por supuesto, con el color de la sangre. Él tenía razón en recordarle su falta de dentadura a esa corta edad, la edad en la que había conocido al muchacho que ahora estaba de nuevo delante de ella. Como un juego de sonrisas la suya no se diluía al correr los segundos, sólo se hacía más amplia al observar esos conocidos ojos. Una punzada de recuerdos cruzaban por su cabeza, como si estuvieran a la vuelta de la esquina y no hubieran pasado años enteros. Una sorpresiva reverencia se encargo de que sus ojos se desviaran a un lado, mientras fruncía el ceño al mismo tiempo “¿Qué está haciendo?”, un tio de esa edad comportándose de esa manera, una mirada de extrañez era lo menos que podía hacer ante semejante acto. Se mordió el labio inferior reprimiendo la risilla que se ahoga debajo de sus costillas.- Gracias, tan exagerado monsieur –Respondió echando un pie hacia atrás y devolviéndole la reverencia mordiéndose las paredes interiores de sus mejillas. Ese acento áspero se llevo una mirada curiosa, demostrándolo claramente con un movimiento de pestañas.
La niebla se espesa detrás de Aleksand y Sherlock, el frío se hace presente compañero de la neblina. El resplandor de las velas se atenúa con la nueva cortina que se cuela entre las lápidas, y la humedad los rodea y se encarga de esconder tras ella el camino que lleva devuelta a la salida. Es cuando el tacto de tibia piel impacta a sus sentidos, con una leve caricia se dispara la corriente eléctrica por su columna vertebral.- Tú también, Bright, tú también –Acarició sus brazos, frotándolos con fuerza para que tomaran calor. Un suéter había sido lo último que se le había ocurrido, pensó en el confortable auto que le esperaba afuera del cementerio con calefacción.
Él lucía sus rasgos rectos y masculinos, por poco toscos y duros si no fuera por aquella sonrisa y ojos aniñados que poseía, una barba leve saliendo a flote; le apetecía pasar sus dedos sobre ella y averiguar si se palpaba rasposa ante las yemas de sus dedos. Un casi hombre. Sin perder inocencia, pero con aspecto de un conquistador. Frunció los labios terminando por sonreír pero sin separar los labios uno de otro.- ¿Me aceptas una invitación? –Empezó alargándose la camisa hasta cubrirse las manos.- O más bien dos. Primero, salir de esta nevera, y segundo, un café no me vendría mal… -El olor humeante a granos de café y el líquido caliente derramándose por su garganta en otra situación la harían salir pitando hasta el auto, pero evitando parecer una desquiciada empezó a menearse sobre sus talones esperando que él aceptara su propuesta.
Debía deshacerse de las velas, y sobre todo del lazo rojo que aún reposaba sobre la tierra, esperaría a que él estuviera desprevenido y lo echaría a un lado, sólo debía esperar al momento correcto y…
La niebla se espesa detrás de Aleksand y Sherlock, el frío se hace presente compañero de la neblina. El resplandor de las velas se atenúa con la nueva cortina que se cuela entre las lápidas, y la humedad los rodea y se encarga de esconder tras ella el camino que lleva devuelta a la salida. Es cuando el tacto de tibia piel impacta a sus sentidos, con una leve caricia se dispara la corriente eléctrica por su columna vertebral.- Tú también, Bright, tú también –Acarició sus brazos, frotándolos con fuerza para que tomaran calor. Un suéter había sido lo último que se le había ocurrido, pensó en el confortable auto que le esperaba afuera del cementerio con calefacción.
Él lucía sus rasgos rectos y masculinos, por poco toscos y duros si no fuera por aquella sonrisa y ojos aniñados que poseía, una barba leve saliendo a flote; le apetecía pasar sus dedos sobre ella y averiguar si se palpaba rasposa ante las yemas de sus dedos. Un casi hombre. Sin perder inocencia, pero con aspecto de un conquistador. Frunció los labios terminando por sonreír pero sin separar los labios uno de otro.- ¿Me aceptas una invitación? –Empezó alargándose la camisa hasta cubrirse las manos.- O más bien dos. Primero, salir de esta nevera, y segundo, un café no me vendría mal… -El olor humeante a granos de café y el líquido caliente derramándose por su garganta en otra situación la harían salir pitando hasta el auto, pero evitando parecer una desquiciada empezó a menearse sobre sus talones esperando que él aceptara su propuesta.
Debía deshacerse de las velas, y sobre todo del lazo rojo que aún reposaba sobre la tierra, esperaría a que él estuviera desprevenido y lo echaría a un lado, sólo debía esperar al momento correcto y…
Sherlock E. Hertsgard- Brujas
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Fecha de inscripción : 21/05/2012
Re: Acerca del Pasado [Sherlock]
Se encontraba en un limbo de incertidumbre ¿Jugaban con él o esa era la mujer en que se había convertido su antigua amiga? Sí, Sherlock ya era toda una mujer y eso le hizo sentir un poco avergonzado. Él difícilmente se había desecho de sus costumbres de niño-adolescente y estar junto a ella, tan...madura en su accionar comenzaba a resultarle algo complicado de procesar. La noción de tiempo le había golpeado denuevo si la última vez que la vio ella no era más que una niña llorona. Ahora le recriminaba su sobre actuación al chico, era casi para reírse de uno mismo -Siento si mi forma tan anticuada de actuar te incomoda. Creo que me ha golpeado muy fuerte la noticia de encontrarte aquí -
Dejó las flores que llevaba a sus pies. Si no era suficiente con la chica, el mismo clima del lugar estaba empezando a divertirse con el joven Cazador. En un encuentro más corriente el chico podría alardear de sus habilidades diplomáticas y caballerosidad pero en aquél cementerio, rodeado de una fría neblina, ello le estaba jugando en contra. Si existía algo tan duro como su idioma, esa era su insensibilidad al frío. No lo habría notado si su amiga no hubiese tomado carta en el asunto. Cuando supo despertar de aquél ensueño mental la rodeó quitándose su abrigo. Lo siguiente que hizo fue depositarlo sobre los delicados hombros de la chica,Tuvo especial cuidado de frotar sus manos en la extensión de los brazos de Sherlock , para asegurarle calor -Ya. No quiero que te vayas a enfermar por hablar con un simple alemán en el medio de un cementerio - Le bromeó para restarle importancia al asunto. Ella no debería preocuparse por él ya que efectivamente no sentía ni una pizca de frío a pesar de no llevar su abrigo.
Lo que pasaría, luego haría eco en su mente. Quizás no lo había pensado demasiado pero le parecía lo más correcto, o lo más parecido a una añoranza que había tenido ya en mucho tiempo. Aún a sus espaldas, mientras creaba fricción para mantener la temperatura de la chica, sus brazos quedaron atrapándola en un abrazo a la cintura. Dado su altura tuvo que inclinarse levemente para hacer coincidir las mejillas de ambos en un choque afectuoso. La sensación al tacto fue única, prueba suficiente de que su piel era tan tersa y suave como la visión afirmaba- Es bueno ver un rostro conocido, para variar- y en eso había sido muy sincero. Sherlock sería la única persona en Mystic Falls que lo conocía antes de completar su vida en aquella Institución, si así podía llamarsele.
-Será una doble aceptación entonces- le respondió dejandola libre, tampoco podría extender mucho más el abrazo o la situación comenzaría a tonarse incomoda- Solo dame un momento- Le pidió. Se alejó un paso para recoger lo que había traído con él, y algo más que captó su atención principalmente debido al color. Sobre esa tierra santa estaban las flores y junto a ellas ,un lazo rojo. Tomó todo con su mano quitandole cualquier rastro de partícula de tierra que pudiesen haber adquirido. Enseguida se dirigió a suave trote a un viejo y solitario pedestal no muy lejos. Allí dejaría las flores, sabía bien que el encargado terminaría su trabajo puesto así lo habían pautado en su primera visita. Lamentaba no poder terminarlo él mismo, pero lamentaría aún más dejar escapar a su amiga sin más.
Volvió a ella sin que su sonrisa llegase a menguar en ningún momento. Nuevamente la rodearía, esta vez para tomar su cabello entre sus dedos. Sencillamente se veía - y sentía- como la propia seda. Con un brillo capaz de igualar el suyo propio. Separaba los mechones con especial cuidado , y usaría aquella cinta para crear un nuevo peinado. Si bien era un poco más "juvenil", procuraría mantener toda característica de femineidad y madurez que reflejaba el rostro de su amiga.
-Todo listo- le dijo al fin, colocándose a su lado. Creó un ángulo separando su brazo del cuerpo para que la chica pudiese tomarlo con libertad- ¿Me haces el favor de caminar conmigo?-
Dejó las flores que llevaba a sus pies. Si no era suficiente con la chica, el mismo clima del lugar estaba empezando a divertirse con el joven Cazador. En un encuentro más corriente el chico podría alardear de sus habilidades diplomáticas y caballerosidad pero en aquél cementerio, rodeado de una fría neblina, ello le estaba jugando en contra. Si existía algo tan duro como su idioma, esa era su insensibilidad al frío. No lo habría notado si su amiga no hubiese tomado carta en el asunto. Cuando supo despertar de aquél ensueño mental la rodeó quitándose su abrigo. Lo siguiente que hizo fue depositarlo sobre los delicados hombros de la chica,Tuvo especial cuidado de frotar sus manos en la extensión de los brazos de Sherlock , para asegurarle calor -Ya. No quiero que te vayas a enfermar por hablar con un simple alemán en el medio de un cementerio - Le bromeó para restarle importancia al asunto. Ella no debería preocuparse por él ya que efectivamente no sentía ni una pizca de frío a pesar de no llevar su abrigo.
Lo que pasaría, luego haría eco en su mente. Quizás no lo había pensado demasiado pero le parecía lo más correcto, o lo más parecido a una añoranza que había tenido ya en mucho tiempo. Aún a sus espaldas, mientras creaba fricción para mantener la temperatura de la chica, sus brazos quedaron atrapándola en un abrazo a la cintura. Dado su altura tuvo que inclinarse levemente para hacer coincidir las mejillas de ambos en un choque afectuoso. La sensación al tacto fue única, prueba suficiente de que su piel era tan tersa y suave como la visión afirmaba- Es bueno ver un rostro conocido, para variar- y en eso había sido muy sincero. Sherlock sería la única persona en Mystic Falls que lo conocía antes de completar su vida en aquella Institución, si así podía llamarsele.
-Será una doble aceptación entonces- le respondió dejandola libre, tampoco podría extender mucho más el abrazo o la situación comenzaría a tonarse incomoda- Solo dame un momento- Le pidió. Se alejó un paso para recoger lo que había traído con él, y algo más que captó su atención principalmente debido al color. Sobre esa tierra santa estaban las flores y junto a ellas ,un lazo rojo. Tomó todo con su mano quitandole cualquier rastro de partícula de tierra que pudiesen haber adquirido. Enseguida se dirigió a suave trote a un viejo y solitario pedestal no muy lejos. Allí dejaría las flores, sabía bien que el encargado terminaría su trabajo puesto así lo habían pautado en su primera visita. Lamentaba no poder terminarlo él mismo, pero lamentaría aún más dejar escapar a su amiga sin más.
Volvió a ella sin que su sonrisa llegase a menguar en ningún momento. Nuevamente la rodearía, esta vez para tomar su cabello entre sus dedos. Sencillamente se veía - y sentía- como la propia seda. Con un brillo capaz de igualar el suyo propio. Separaba los mechones con especial cuidado , y usaría aquella cinta para crear un nuevo peinado. Si bien era un poco más "juvenil", procuraría mantener toda característica de femineidad y madurez que reflejaba el rostro de su amiga.
-Todo listo- le dijo al fin, colocándose a su lado. Creó un ángulo separando su brazo del cuerpo para que la chica pudiese tomarlo con libertad- ¿Me haces el favor de caminar conmigo?-
Aleksand Bright- Cazadores
- Mensajes : 392
Fecha de inscripción : 05/05/2012
Re: Acerca del Pasado [Sherlock]
Todo se detiene.
¿Por qué dejar de respirar? Si de ella dependiese el flujo de sangre se hubiera estropeado en conjunto con todo lo demás. Su cuerpo se tensó en medio de la sinfonía que con un golpe silencia la sala. No se escucha más nada que el silencioso asombro de la gente, están conmocionados por una composición tan llena de sentimiento; podría asesinarla si él quisiera, con esos grandes y amplios brazos la ahorcaría sin ningún problema, pero el roce es apenas una caricia, y el peso un abrigo de piel humana. Se oye el crescendo muy en el fondo, y es sólo su corazón que empieza a latir nuevamente. Pero él insiste en no dejarla tomar aire cuando sus mejillas se encuentran en otro suave roce. Esa sensación áspera de la leve barba se lleva una exhalación, mostrando el humo blanco salir de su boca, la hiere sin ser demasiado profundo, un rasguño… un rasguño agradable. La voz de Aleksand se escuchó tan cerca que tuvo que voltear a verlo para asegurarse que era él quién la abrazaba, se rió de su comentario, sabiendo ahora de donde provenía el acento carrasposo y grave que había escuchado antes. Era un tonto, uno de esos al que le apetecería golpear de vez en cuando, pero a la hora de la verdad se arrepentiría a último momento. Una entremezcla en el vientre entre apartarlo de su espacio, o hundirse más entre los brazos del chico y disfrutar del calor que él emanaba.
-Sí, es bueno verte… después de tanto tiempo –Dijo en voz baja otorgándole sólo a Aleksand el poder de escucharla. Lo sintió alejarse y luego lo vio hacerlo dándose media vuelta. Su abrigo era calientito y cómodo, olía a perfume de hombre embriagador y le quedaba grande, perfecto a su parecer, pero… “Podría hacerme un abrigo de él…”, sonrió a aquel pensamiento en silencio mientras lo miraba dejar las flores en el suelo.
Lo que no esperaba era que regresara con el lazo rojo que había anudado para el ritual. Le dio un vuelco en el estomago y estuvo a punto de soltar un gritito. “Mierda, mierda, mierda”, antes de que pudiera ponerse a dar vueltas en círculo en el mismo lugar como una demente, él estaba parado frente a Sherlock con una sonrisa esplendida, lo que equivaldría para ella a la del Guason en aquel preciso momento. El cazador ató su rubio cabello con delicadeza con la cinta; ella cerró los ojos y los abrió sólo cuando Alek hubo terminado. Ni una palabra acerca de la cinta, un coro de ángeles sonaron de tras fondo y sonrió como niña de 5 años.
-Sólo porque insistes… -Metió el brazo en el espacio que él había dejado para ella y se arrimo como un gato, casi ronroneante, contra Bright.- Deberías dejar de hacer este tipo de cosas, podría acostumbrarme. –Se llevó un dedo a los labios entrecerrando los ojos al mismo tiempo.- Lo que no te conviene, por supuesto –Le dio un empujoncito con la cadera sonriéndole divertida. La confianza de dos niños no se había ido a ningún lado, era como si aún pudieran ir juntos al parque a jugar, y con absoluta sinceridad Sherlock no tendría ningún problema en ir a los columpios y volver a competir con Aleksand Bright a quién llega más alto.
Lo seguiría hasta llegar a su auto, sólo rogaba porque no estuviera tan desordenado como creía, por lo menos no bragas regadas debajo del asiento. Quizás debía salir corriendo, arreglar todo rápidamente y gritar “¡Ven!” cuando todo estuviera listo ¿Sería muy raro si lo hiciera? “Dios, que no haya ropa sucia tirada por los asientos…”.- ¿Tú conoces Mystic Falls? Porque yo no tengo idea a donde ir… Un año aquí, y apenas adivino como llegar al instituto. Te diría que fuéramos a mi casa… pero no creo que te guste el agua marrón que hago por café. –A Sherlock se le había olvidado las velas, había olvidado incluso el porqué exactamente había ido a parar al cementerio. Distracción absoluta. Una mala señal.
¿Por qué dejar de respirar? Si de ella dependiese el flujo de sangre se hubiera estropeado en conjunto con todo lo demás. Su cuerpo se tensó en medio de la sinfonía que con un golpe silencia la sala. No se escucha más nada que el silencioso asombro de la gente, están conmocionados por una composición tan llena de sentimiento; podría asesinarla si él quisiera, con esos grandes y amplios brazos la ahorcaría sin ningún problema, pero el roce es apenas una caricia, y el peso un abrigo de piel humana. Se oye el crescendo muy en el fondo, y es sólo su corazón que empieza a latir nuevamente. Pero él insiste en no dejarla tomar aire cuando sus mejillas se encuentran en otro suave roce. Esa sensación áspera de la leve barba se lleva una exhalación, mostrando el humo blanco salir de su boca, la hiere sin ser demasiado profundo, un rasguño… un rasguño agradable. La voz de Aleksand se escuchó tan cerca que tuvo que voltear a verlo para asegurarse que era él quién la abrazaba, se rió de su comentario, sabiendo ahora de donde provenía el acento carrasposo y grave que había escuchado antes. Era un tonto, uno de esos al que le apetecería golpear de vez en cuando, pero a la hora de la verdad se arrepentiría a último momento. Una entremezcla en el vientre entre apartarlo de su espacio, o hundirse más entre los brazos del chico y disfrutar del calor que él emanaba.
-Sí, es bueno verte… después de tanto tiempo –Dijo en voz baja otorgándole sólo a Aleksand el poder de escucharla. Lo sintió alejarse y luego lo vio hacerlo dándose media vuelta. Su abrigo era calientito y cómodo, olía a perfume de hombre embriagador y le quedaba grande, perfecto a su parecer, pero… “Podría hacerme un abrigo de él…”, sonrió a aquel pensamiento en silencio mientras lo miraba dejar las flores en el suelo.
Lo que no esperaba era que regresara con el lazo rojo que había anudado para el ritual. Le dio un vuelco en el estomago y estuvo a punto de soltar un gritito. “Mierda, mierda, mierda”, antes de que pudiera ponerse a dar vueltas en círculo en el mismo lugar como una demente, él estaba parado frente a Sherlock con una sonrisa esplendida, lo que equivaldría para ella a la del Guason en aquel preciso momento. El cazador ató su rubio cabello con delicadeza con la cinta; ella cerró los ojos y los abrió sólo cuando Alek hubo terminado. Ni una palabra acerca de la cinta, un coro de ángeles sonaron de tras fondo y sonrió como niña de 5 años.
-Sólo porque insistes… -Metió el brazo en el espacio que él había dejado para ella y se arrimo como un gato, casi ronroneante, contra Bright.- Deberías dejar de hacer este tipo de cosas, podría acostumbrarme. –Se llevó un dedo a los labios entrecerrando los ojos al mismo tiempo.- Lo que no te conviene, por supuesto –Le dio un empujoncito con la cadera sonriéndole divertida. La confianza de dos niños no se había ido a ningún lado, era como si aún pudieran ir juntos al parque a jugar, y con absoluta sinceridad Sherlock no tendría ningún problema en ir a los columpios y volver a competir con Aleksand Bright a quién llega más alto.
Lo seguiría hasta llegar a su auto, sólo rogaba porque no estuviera tan desordenado como creía, por lo menos no bragas regadas debajo del asiento. Quizás debía salir corriendo, arreglar todo rápidamente y gritar “¡Ven!” cuando todo estuviera listo ¿Sería muy raro si lo hiciera? “Dios, que no haya ropa sucia tirada por los asientos…”.- ¿Tú conoces Mystic Falls? Porque yo no tengo idea a donde ir… Un año aquí, y apenas adivino como llegar al instituto. Te diría que fuéramos a mi casa… pero no creo que te guste el agua marrón que hago por café. –A Sherlock se le había olvidado las velas, había olvidado incluso el porqué exactamente había ido a parar al cementerio. Distracción absoluta. Una mala señal.
Sherlock E. Hertsgard- Brujas
- Mensajes : 12
Fecha de inscripción : 21/05/2012
Re: Acerca del Pasado [Sherlock]
Era imposible hacer una estimación de cuanto tiempo había pasado en que actuaba con tal naturalidad, sin tener que preocuparse en dilucidar si quien tenia al frente era amigo o enemigo. Ahora era simplemente Aleksand Bright. No un guardián, no un cazador, ni una fuente de poder mágico tan enigmático como la fuente misma. Podía ser aquel simple chico de diecisiete años que siempre quiso ser. Tener un lugar al cual llamar hogar, amigos ¿Y por qué no asistir a alguna que otra fiesta? No sabía como explicarlo pero tenía la sensación de que si las circunstancias fueran distintas podría tener una vida así, y contar a Sherlock entre esas personas.
Estaba cómodo con llevarla del brazo, tenía tiempo sin hacer algo así. Le resultó agradable sentir el calor de otra persona junto a él, había perdido casi todo contacto humano hacía muchos años. Tenia amigos, sí. James, Alice, Elena, pero jamás se daba un acercamiento así. Se podía decir que su relación con ellos estaba más basada en un mar de lágrimas y sangre, que en sonrisas de felicidad. Aún así, agradecía poder contar con ellos en todo momento.
Sus ojos se encontraron con los de Sherlock en una mirada de dulzura, poniendo en evidencia su sentimiento interno. La naturalidad y la gracia de la sonrisa y los movimientos de la chica Herstgard eran un regalo que llegaban en el momento más apropiado. Si bien Aleksand la llevaba del brazo, era la chica quién daba las indicaciones a por donde ir- Que miedo me das. Si te acostumbraras ¿Qué sería lo peor?¿Velas alrededor de mi casa?¿Una terrible llamada a mediano--? -se interrumpió en la última pregunta a si mismo- Espera, eso no sería problemático porque con un tono de voz tan dulce posiblemente me echaría a dormir. De hecho, te reto a hacerlo- finalizó sonriendo divertido. La sensación de normalidad lo estaba embriagando casi hasta el punto de olvidarse del cazador que era ¿Acaso era eso posible?
-De hecho tu me llevas la ventaja ya que llevo aquí no más que un par de meses. Sin embargo, estaré encantado de mostrarte lo que quieras de este pueblo puesto que me he familiarizado con él muy rápido. Estoy pensando en comprar una motocicleta, pero creo que me he acostumbrado demasiado a ir andando- Le comentó mientras caminaba. La verdad era que habían sucedido demasiadas cosas que no previó desde un inicio. ¿Como saber que acabaría viviendo con Alice, y ahora con James en aquella enorme mansión? No le contaría todo pero ¿por qué no un poco?- Si vieras donde vivo ahora te echarías a reír. De hecho, luego de un paseo siéntete libre de acompañarme hasta mi "humilde" morada. Pero de momento ¿Qué te parece el Grill? Es una buena opción a estas horas.- le comentó respecto de Mystic Falls. En su deber como cazador había investigado por completo todo al área circundante, exterior, centro, e interior de la ciudad. Todo. Ambos se habían detenido muy cercanos a un automóvil aparcado en las afuera del cementerio- ¿Es tuyo? - le preguntó curioso con una sonrisa acorde a su pregunta.
Estaba cómodo con llevarla del brazo, tenía tiempo sin hacer algo así. Le resultó agradable sentir el calor de otra persona junto a él, había perdido casi todo contacto humano hacía muchos años. Tenia amigos, sí. James, Alice, Elena, pero jamás se daba un acercamiento así. Se podía decir que su relación con ellos estaba más basada en un mar de lágrimas y sangre, que en sonrisas de felicidad. Aún así, agradecía poder contar con ellos en todo momento.
Sus ojos se encontraron con los de Sherlock en una mirada de dulzura, poniendo en evidencia su sentimiento interno. La naturalidad y la gracia de la sonrisa y los movimientos de la chica Herstgard eran un regalo que llegaban en el momento más apropiado. Si bien Aleksand la llevaba del brazo, era la chica quién daba las indicaciones a por donde ir- Que miedo me das. Si te acostumbraras ¿Qué sería lo peor?¿Velas alrededor de mi casa?¿Una terrible llamada a mediano--? -se interrumpió en la última pregunta a si mismo- Espera, eso no sería problemático porque con un tono de voz tan dulce posiblemente me echaría a dormir. De hecho, te reto a hacerlo- finalizó sonriendo divertido. La sensación de normalidad lo estaba embriagando casi hasta el punto de olvidarse del cazador que era ¿Acaso era eso posible?
-De hecho tu me llevas la ventaja ya que llevo aquí no más que un par de meses. Sin embargo, estaré encantado de mostrarte lo que quieras de este pueblo puesto que me he familiarizado con él muy rápido. Estoy pensando en comprar una motocicleta, pero creo que me he acostumbrado demasiado a ir andando- Le comentó mientras caminaba. La verdad era que habían sucedido demasiadas cosas que no previó desde un inicio. ¿Como saber que acabaría viviendo con Alice, y ahora con James en aquella enorme mansión? No le contaría todo pero ¿por qué no un poco?- Si vieras donde vivo ahora te echarías a reír. De hecho, luego de un paseo siéntete libre de acompañarme hasta mi "humilde" morada. Pero de momento ¿Qué te parece el Grill? Es una buena opción a estas horas.- le comentó respecto de Mystic Falls. En su deber como cazador había investigado por completo todo al área circundante, exterior, centro, e interior de la ciudad. Todo. Ambos se habían detenido muy cercanos a un automóvil aparcado en las afuera del cementerio- ¿Es tuyo? - le preguntó curioso con una sonrisa acorde a su pregunta.
Aleksand Bright- Cazadores
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Fecha de inscripción : 05/05/2012
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