Deseperado...[Bonnie]

¿Realmente era en serio? ¿Que tenía que estar haciendo un verdadero hechicero, con poderes más grandes de los que cualquier humano podría imaginar, en una tienda de artilugios esotéricos? James sabía a la perfección que ninguno de aquellos artilugios funcionaba, o por lo menos no con la persona correcta que guiara de la mejor forma el hechizo o ritual que se deseara llevar a cabo. Además de ello, poseía un báculo entregado por la misma fuente de la magia. La naturaleza esperaba que hiciera un buen uso de ella, pero resultaba ser una magia tan arcana que solo había podido realizar los hechizos más sencillo con este.

Y sin embargo, allí se encontraba, ojeando las piedras de luna, mirando las hierbas medicinales y preguntando el precio de baratijas sin valor que le habían llamado la atención a un hombre que mostraba los brazos, totalmente tatuado y con el cabello excesivamente largo. Se notaba a leguas que estaba desesperado, pues nunca habría recurrido a rebajarse a algo así, considerando que repudiaba absolutamente todas aquellas mentiras y demás cosas que se inventaban solo para ganar dinero. Estuvo cerca de despertar, de no ser porque una chica entró en la tienda, alguien que antes había visto en el pueblo con Elena y Meredith, y por alguna razón le causó una curiosidad extrema. Quiso acercarse a ella, pero no aún. No lo consideraba prudente.