The Departed {The Vampire Diaries RPG} ¡Recién Inaugurado! -Normal-

Todo comienza con una decisión. Las decisiones son siempre nuestras, y de cada una de ellas depende nuestro futuro. Así fue para Elena Gilbert, una chica que durante años siempre se vio en el espejo como una chica más, una adolescente común y corriente en la secundaria de Mystic Falls. Durante los últimos años, Elena se ha dado cuenta de que es más especial de lo que creía, al ser la doppelgänger de Petrova, su vida era un poco más complicada que la de una animadora normal. Enamorarse de un vampiro, ser perseguida por un híbrido que desea sacrificarte... Morir en un accidente de auto, ahogada en medio del río donde sus padres fallecieron hace tan solo un par de años y despertar de entre los muertos.

Para ella, la decisión era entre la vida que siempre había deseado tener, sus carentes deseos de convertirse en vampiresa y dejar a todos y cada uno de sus seres queridos a su merced. Dejar a su hermano Jeremy, a sus mejores amigas y a los dos hombres que se pelean su corazón. Un motivo pesaba más que otro, y en ese momento, la idea de vivir para siempre no le resultaba tan aterradora. No estaba sola...

Parecía que todo giraba alrededor de su decisión, de su palabra. Pero Elena ya había tomado su decisión, antes de morir su deseo había sido estar con Stefan... y después de la muerte, esto no había cambiado. Este suceso ha alterado un poco a Damon, que a pesar de saber que Elena lo necesita, ha decidido cumplir su palabra. Se ha ido del pueblo, como ha prometido a su hermano, para dejarlos disfrutar su relación sin interrupción alguna de su parte.

Al marcharse decide ir a Nueva York, para olvidarse de todo a su singular manera... al estilo de Damon Salvatore, lo que incluía un par de chicas y una que otra botella de whisky. Lo que no esperaba era encontrarse con Katherine, haciendo de las suyas en uno de los pubs de la ciudad. En medio de un par de copas, la vampira le confiesa a Damon que lo había salvado de una muerte inminente, arriesgando totalmente la libertad por la que había estado luchando a sol y a sombra durante los últimos quinientos años, cuando intentó matar a Klaus en la fiesta en casa de los Lockwood. Ambos esperaban no recordar ninguna de las palabras pronunciadas durante esa noche al día siguiente, como si no hubiese sido más que una charla entre un par de conocidos. Sin embargo, a la mañana siguiente, sus sentimientos y cada palabra seguían a flor de piel...

-Patético ¿no?- fue lo único que añadió Katherine a su confesión, mientras le daba un ligero sorbo a su Bourbon, ignorando totalmente la expresión complacida en el rostro de su compañero. No se permitiría un segundo de nostalgia, si en algo era buena, era en guardar las apariencias. Lo único capaz de hacerla contarle a Damon que lo había puesto todo en riesgo porque no quería verlo morir, era beber todo el licor del mundo... O eso pensaba. Una dosis menor de whisky fue capaz de contradecirla, había acabado soltando la lengua demasiado pronto, y se arrepentiría de ello... Mañana.

-Casi tan patético como decirte que lo que me incitó a refugiarme en Elena es su increíble parecido a ti... Pero tú eres diferente, con esa mirada decidida y sexy, como si pudieras comerte el mundo y desearas que te comiesen a ti.- Damon se arrepintió inmediatamente de las palabras que abandonaron sus labios. No iba a volver a sufrir por una chica, en este caso dos chicas, que bien podrían pasar por gemelas. Le regaló su mejor sonrisa, sin quitarle la mirada de encima... sabía bien lo que su mirada producía en las chicas, le quitaba importancia a la mayoría de idioteces que decía cuando estaba bebido.- Si, suena casi tan sarcástico y tan patético.- Añadió, en un fallido intento de quitarle veracidad a su anterior afirmación. Lo olvidarían, esta noche no habría ocurrido para ellos cuando abriesen los ojos mañana en la mañana...

Por otra parte, de vuelta a Mystic Falls, los problemas empezaron a llover sobre los que aún permanecían ahí. Elena completó la transformación, y a pesar de que su decisión había sido seguir con Stefan, los problemas de confianza entre ellos se encontraban un tanto latentes, y Elena, en medio de todo el frenesí que implicaba su reciente transformación, no podía concentrarse únicamente en ese problema, ya que la idea de que en cualquier momento de descontrol podría saltar sobre el cuello de su propio hermano, la tenía un poco más ansiosa.

Pasados algunos meses, Caroline había empezado a notar ciertas anormalidades en su novio Tyler, cuyo cuerpo estaba poseído por Klaus Mikaelson. Bonnie no podía seguir soportando la idea del híbrido fingiendo ser el gran amigo de todos, por lo que decidió que era hora de que Klaus volviera a su cuerpo, pero para ello debía volver a tocar un terreno casi inexplorado para ella. Al haber parado un corazón humano, el de Jeremy, para detener el de Klaus había tenido que explorar lugares oscuros en cuanto a su magia, y esa sensación de poder la había anonadado, la había atraído demasiado... y se había visto envuelta en el de nuevo. Desde el otro lado, Esther seguía luchando por cumplir su cometido, aprovechándose de la debilidad de Bonnie, volvió a abrir la puerta del Otro Lado, trayendo consigo a un grupo de vampiros buscando venganza. Al notarlo, Bonnie intentó enmendar su error de nuevo, pero la pieza clave se encontraba desaparecida, el collar de la bruja original se encontraba desaparecido, lo que significaba que la puerta quedaría abierta durante un tiempo indefinido.

Jeremy se siente conmocionado al volver a ver a su ex novia, Anna, de vuelta en el pueblo junto con su madre, Pearl. Y no solo ella, también Vickie Donovan, ambas sus ex novias vampiro. Cada vez que cree que lo ha superado, de una u otra manera vuelven a aparecer. Ahora no solo tiene que lidiar con su hermana vampiro, si no también con sus ex novias fantasma.

Mientras tanto, al otro lado de los Estados Unidos, Katherine y Damon seguían juntos. Nada había salido como lo esperaban, y ahora que la vampira no tenía de quien huir, con Klaus estando supuestamente muerto, estaban disfrutando como solo ellos podían. Sin compromisos, sin mente, siendo ellos mismos como debía ser. Pero el compromiso con su familia atrajo al vampiro de nuevo al pueblo, una llamada de su hermano contándole el problema con los fantasmas de nuevo, fue suficiente para atraerlo. Lo que nadie estaba esperando, es que Katherine apareciera junto a él, no totalmente dispuesta a ayudar... pero lo suficiente como para que los demás se olvidaran de sus prejuicios respecto a ella. Incluso Stefan, que aunque no se encontraba totalmente encariñado con ella, aceptaba el hecho de que algo estaba ocurriendo entre ella y su hermano, aunque ninguno de los dos fuera a aceptarlo.

Sin embargo, los fantasmas no eran el único problema. Bonnie lo había conseguido, Klaus estaba de vuelta, la mentira había sido descubierta por todos. La principal afectada fue Caroline, no debe ser especialmente fácil darte cuenta de que la persona que creías amar realmente es otra... confusión es la palabra exacta para definir a Caroline. Después de descubrir que Klaus no es del todo malo cuando llegas a conocerlo, sus sentimientos hacia Tyler se encuentran casi perdidos. Sin embargo, no es capaz de admitirlo, ya que no se siente capaz de perdonarle a Klaus el no haberle dicho que el hombre al que creía besar era realmente el.

Y ya que los chismes vuelan, los originales Rebekah y Elijah fueron los primeros en enterarse de que su hermano había vuelto, trayendo consigo a Kol. Después de todo, eran una familia, sin importar lo egoístas e independientes que pudiesen llegar a ser, era todo lo que querían... Y con Esther, su madre, que incluso después de muerta su única intención era destruirlos, debían estar más unidos que nunca. La familia original estaba de vuelta en Mystic Falls, un asunto que Katherine no podía aceptar.

Al ver a Rebekah caminando en medio de la plaza de la ciudad, colgando del brazo de su hermano híbrido, Katherine decidió que debía marcharse de nuevo. Su único miedo era Klaus Mikaelson, y no se arriesgaría de nuevo ante el. Damon no tardó en enterarse de su decisión, y después de todo lo ocurrido durante los anteriores meses, se sintió incapaz de dejarla marchar de nuevo.